1147 casos

'Esté' en la Biblia

Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así.

El nombre del uno era Pisón: éste es el que cerca toda la tierra de Havilah, donde hay oro:

El nombre del segundo río es Gihón: éste es el que rodea toda la tierra de Etiopía.

Y el nombre del tercer río es Hiddekel: éste es el que va delante de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates.

En este mismo día entró Noé, y Sem, y Châm y Japhet, hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos con él en el arca;

Y Cush engendró á Nimrod, éste comenzó á ser poderoso en la tierra.

Este fué vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.

Y luego la palabra de Jehová fué á él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas será el que te herede.

Este será mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu simiente después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.

Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, al cual te parirá Sara por este tiempo el año siguiente.

Y corrió Abraham á las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y diólo al mozo, y dióse éste priesa á aderezarlo.

Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré á todo este lugar por amor de ellos.

Y ellos respondieron: Quita allá: y añadieron: Vino éste aquí para habitar como un extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que á ellos. Y hacían gran violencia al varón, á Lot, y se acercaron para romper las puertas.

Y dijeron los varones á Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar:

Porque vamos á destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto Jehová nos ha enviado para destruirlo.

Entonces salió Lot, y habló á sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va á destruir esta ciudad. Mas pareció á sus yernos como que se burlaba.

Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Cierto no hay temor de Dios en este Lugar, y me matarán por causa de mi mujer.

Este dicho pareció grave en gran manera á Abraham á causa de su hijo.

Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sean en testimonio de que yo cavé este pozo.

Este Ephrón hallábase entre los hijos de Heth: y respondió Ephrón Hetheo á Abraham, en oídos de los hijos de Heth, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo:

Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá á mi hijo.

Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y juróle sobre este negocio.

Y llamaron á Rebeca, y dijéronle: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré.

Porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el siervo había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y cubrióse.

Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.

Y dijo Jacob: Júrame lo en este día. Y él le juró, y vendió á Jacob su primogenitura.

Entonces Abimelech mandó á todo el pueblo, diciendo: El que tocare á este hombre ó á su mujer, de cierto morirá.

Y llamólo Seba: por cuya causa el nombre de aquella ciudad es Beer-seba hasta este día.

Y despertó Jacob de su sueño dijo: Ciertamente Jehové está en este lugar, y yo no lo sabía.

E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,

Y concibió otra vez, y parió un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era aborrecida, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón.

Alcanzó pues Labán á Jacob, y éste había fijado su tienda en el monte: y Labán plantó la con sus hermanos en el monte de Galaad.

Porque Labán dijo: Este majano es testigo hoy entre mí y entre ti; por eso fué llamado su nombre Galaad.

Dijo más Labán á Jacob: He aquí este majano, y he aquí este título, que he erigido entre mí y ti.

Testigo sea este majano, y testigo sea este título, que ni yo pasaré contra ti este majano, ni tú pasarás contra mí este majano ni este título, para mal.

Y dijo Jacob cuando los vió: El campo de Dios es este: y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim.

Menor soy que todas las misericordias, y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; que con mi bordón pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos cuadrillas.

Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo: porque tocó á Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.

Y aconteció, que como había trabajo en su parir, díjole la partera: No temas, que también tendrás este hijo.

Y puso Jacob un título sobre su sepultura: este es el título de la sepultura de Rachêl hasta hoy.

Y los hijos de Zibeón fueron Aja, y Ana. Este Ana es el que descubrió los mulos en el desierto, cuando apacentaba los asnos de Zibeón su padre.

Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado:

Y contólo á su padre y á sus hermanos: y su padre le reprendió, y díjole: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Hemos de venir yo y tu madre, y tus hermanos, á inclinarnos á ti á tierra?

Y Judá dijo: Tómeselo para sí, porque no seamos menospreciados: he aquí yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste.

Y sucedió, cuando paría, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató á su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero.

No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino á ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?

Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años del hambre que serán en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.

Y dijo Faraón á sus siervos: ¿Hemos de hallar otro hombre como éste, en quien haya espíritu de Dios?

Y el Dios Omnipotente os dé misericordias delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y á este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.

Y alzando él sus ojos vió á Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.

Y si tomareis también éste de delante de mí, y le aconteciere algún desastre, haréis descender mis canas con dolor á la sepultura.

Y dijo José á su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu diestra sobre su cabeza.

Y viendo los moradores de la tierra, los Cananeos, el llanto en la era de Atad, dijeron: Llanto grande es este de los Egipcios: por eso fué llamado su nombre Abelmizraim, que está á la otra parte del Jordán.

Y como la abrió, vió al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los Hebreos es éste.

Entonces su hermana dijo á la hija de Faraón: ¿Iré á llamarte un ama de las Hebreas, para que te críe este niño?

A la cual dijo la hija de Faraón: Lleva este niño, y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño, y criólo.

Y oyendo Faraón este negocio, procuró matar á Moisés: mas Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián; y sentóse junto á un pozo.

Y dijo más Dios á Moisés: Así dirás á los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado á vosotros. Este es mi nombre para siempre, este es mi memorial por todos los siglos.

Y yo daré á este pueblo gracia en los ojos de los Egipcios, para que cuando os partiereis, no salgáis vacíos:

Entonces Moisés se volvió á Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges á este pueblo? ¿para qué me enviaste?

Porque desde que yo vine á Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido á este pueblo; y tú tampoco has librado á tu pueblo.

Este es aquel Aarón y aquel Moisés, á los cuales Jehová dijo: Sacad á los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus escuadrones.

Entonces los magos dijeron á Faraón: Dedo de Dios es este. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho.

Entonces los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo nos ha de ser éste por lazo? Deja ir á estos hombres, para que sirvan á Jehová su Dios; ¿aun no sabes que Egipto está destruido?

Y habéis de guardarlo hasta el día catorce de este mes; y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.

Y este día os ha de ser en memoria, y habéis de celebrarlo como solemne á Jehová durante vuestras generaciones: por estatuto perpetuo lo celebraréis.

Y guardaréis la fiesta de los ázimos, porque en aqueste mismo día saqué vuestros ejércitos de la tierra de Egipto: por tanto guardaréis este día en vuestras generaciones por costumbre perpetua.

Y será, cuando habréis entrado en la tierra que Jehová os dará, como tiene hablado, que guardaréis este rito.

Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué rito es este vuestro?

Y serte ha como una señal sobre tu mano, y como una memoria delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto.

Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año.

ENTONCES cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico á Jehová, y dijeron: Cantaré yo á Jehová, porque se ha magnificado grandemente, Echando en la mar al caballo y al que en él subía.

Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.

Y decíanles los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando comíamos pan en hartura; pues nos habéis sacado á este desierto, para matar de hambre á toda esta m

Entonces clamó Moisés á Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? de aquí á un poco me apedrearán.

Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el negocio es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.

Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás persistir, y todo este pueblo se irá también en paz á su lugar.

Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus pacíficos, tus ovejas y tus vacas: en cualquier lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré á ti, y te bendeciré.

Haya acorneado hijo, ó haya acorneado hija, conforme á este juicio se hará con él.

Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo, y éste muriere, entonces venderán el buey vivo, y partirán el dinero de él, y también partirán el muerto.

Y juntarán el racional con sus anillos á los anillos del ephod con un cordón de jacinto, para que esté sobre el cinto del ephod, y no se aparte el racional del ephod.

Y hablarás á los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras edades.

MAS viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, allegóse entonces á Aarón, y dijéronle: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque á este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya a

Dijo más Jehová á Moisés: Yo he visto á este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz:

Y dijo Moisés á Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado?

Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, que á este Moisés, el varón que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido.

Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y diéronmelo, y echélo en el fuego, y salió este becerro.

Entonces volvió Moisés á Jehová, y dijo: Ruégote, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro,

Y Jehová respondió á Moisés: Al que pecare contra mí, á éste raeré yo de mi libro.

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