'Juzga' en la Biblia
escucha tú desde el cielo y actúa; y juzga a tus siervos, condenando al impío, tornando su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia.
entonces escucha tú desde los cielos, y actúa, y juzga a tus siervos, dando la paga al impío, tornándole su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo en darle conforme a su justicia.
Dios es el que juzga al justo; y Dios está airado todos los días contra el impío.
Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay recompensa para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.
«Salmo de Asaf» Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga.
Levántate, oh Dios, juzga la tierra; porque tú heredarás todas las naciones.
El rey que juzga con verdad a los pobres, su trono será firme para siempre.
Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende el derecho del pobre y del menesteroso.
Para completar la maldad con ambas manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; el grande, habla el antojo de su alma, y lo confirman.
Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo juicio encomendó al Hijo;
¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre, sin antes oírle y saber lo que hace?
Y yo no busco mi gloria, hay quien la busca, y juzga.
¿Por qué se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?
Uno hace diferencia entre un día y otro; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente seguro en su propia mente.
Pero el que es espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado por nadie.
Porque de nada tengo mala conciencia, mas no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.
Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal de su hermano, y juzga a su hermano, este tal habla mal de la ley, y juzga la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.
Y si invocáis al Padre, que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;
Quien cuando le maldecían no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquél que juzga justamente:
Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es el Señor Dios que la juzga.
Y vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que estaba sentado sobre él, era llamado Fiel y Verdadero, y en justicia juzga y pelea.