1909 casos en 6 traducciones

'Me' en la Biblia

Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh Efraín, has fornicado, y se ha contaminado Israel.

Porque yo {seré} como león para Efraín, y como leoncillo para la casa de Judá. Yo, yo mismo, desgarraré y me iré, arrebataré y no habrá quien libre.

Me iré {y} volveré a mi lugar hasta que reconozcan su culpa y busquen mi rostro; en su angustia me buscarán con diligencia.

Todos ellos están calientes como un horno, y devoran a sus gobernantes; todos sus reyes han caído. No hay entre ellos quien me invoque.

Y si llegaren a grandes sus hijos, yo los quitaré de entre los hombres, porque ¡ay de ellos también, cuando de ellos me apartare!

Con cuerdas humanas los conduje, con lazos de amor, y fui para ellos como quien alza el yugo de sobre sus quijadas; me incliné {y} les di de comer.

Entre tanto, está mi pueblo adherido a la rebelión contra mí; aunque me llaman a lo Alto, ninguno absolutamente quiere ensalzarme.

Me cercó Efraín con mentira, y la Casa de Israel con engaño; mas Judá aún domina con Dios, y es fiel con los santos.

Como osa privada de sus cachorros, me enfrentaré a ellos y les desgarraré el pecho, y allí los devoraré como leona, {como} los desgarraría una bestia salvaje.

¿Dónde está ahora tu rey para que te salve en todas tus ciudades, y tus jueces de quienes {me} decías: Dame rey y príncipes?

Los gentiles se despierten, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todos los gentiles de alrededor.

Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestros presentes, no los recibiré; ni miraré a los sacrificios pacíficos de vuestros engordados.

¿Por ventura me ofrecisteis sacrificios y presente en el desierto en cuarenta años, casa de Israel?

El Señor DIOS me mostró así; y he aquí, él criaba langostas al principio que comenzaba a crecer el heno tardío; y he aquí que el heno tardío creció después de las siegas del rey.

El Señor DIOS después me mostró así: y he aquí, llamaba para juzgar por fuego el Señor DIOS; y consumió un gran abismo, y consumió la heredad.

Me enseñó también así: He aquí, el Señor estaba sobre un muro edificado a plomada de albañil, y tenía en su mano una plomada de albañil.

Y el SEÑOR entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, Yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel. Nunca más le pasaré;

y los altares de Isaac serán destruidos, y los santuarios de Israel serán asolados; y me levantaré con espada sobre la casa de Jeroboam.

y el SEÑOR me tomó detrás del ganado, y me dijo el SEÑOR: Ve, y profetiza a mi pueblo Israel.

El SEÑOR me enseñó así: Y he aquí un canastillo de fruta de verano.

Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Un canastillo de fruta de verano. Y el SEÑOR me dijo: Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel; nunca más le pasaré.

El SEÑOR juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré para siempre de todas sus obras.

Vi al Señor de pie junto al altar, y {me} dijo: Golpea los capiteles y que se estremezcan los umbrales, y rómpelos sobre la cabeza de todos. Entonces mataré a espada al resto de ellos; no habrá entre ellos fugitivo que huya, ni refugiado de ellos que escape.

Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros, como hijos de etíopes, dijo el SEÑOR? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los palestinos de Caftor, y a los sirios de Kir?

La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?

Me echaste en lo profundo, en medio de los mares, Y la corriente me rodeó; Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.

Las aguas me rodearon hasta el alma, el abismo me rodeó; el junco se enguedejó a mi cabeza.

Descendí hasta las raíces de los montes, la tierra con sus cerrojos me {ponía} cerco para siempre; pero tú sacaste de la fosa mi vida, oh SEÑOR, Dios mío.

Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé del Señor; y mi oración entró hasta ti en tu santo Templo.

Y oró al SEÑOR, y dijo: Ahora, oh SEÑOR, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y compasivo, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.

Entonces dijo Dios á Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.

Por eso me lamentaré y gemiré, andaré descalzo y desnudo, daré aullidos como los chacales y lamentos como los avestruces.

En aquel día se dirá contra vosotros un refrán y se proferirá una amarga lamentación, diciendo: ``Hemos sido totalmente destruidos; El ha cambiado la porción de mi pueblo. ¿Cómo me la ha quitado! Al infiel ha repartido nuestros campos."

¿Con qué me presentaré ante el SEÑOR, y adoraré al Dios Alto? ¿Vendré ante él con holocaustos, con becerros de un año?

No te alegres de mí, enemiga mía. Aunque caiga, me levantaré, aunque more en tinieblas, el SEÑOR es mi luz.

La ira del SEÑOR soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y haga mi juicio; él me sacará a luz; veré su justicia.

Y mi enemiga lo verá, y la cubrirá vergüenza; la que me decía: ¿Dónde está el SEÑOR tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.

¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que mire molestia, y destrucción y violencia delante de mí, habiendo además quien levante pleito y contienda?

Estaré en mi puesto de guardia, y sobre la fortaleza me pondré; velaré para ver lo que El me dice, y qué he de responder cuando sea reprendido.

Oí, y tembló mi vientre; a la voz se batieron mis labios; pudrición se entró en mis huesos, y en mi asiento me estremecí; para reposar en el día de la angustia, cuando viniere al pueblo para destruirlo.

Diciendo: Ciertamente ahora me temerás; recibirás castigo, y no será derribada su habitación, todo lo cual yo visité sobre ella; mas ellos se levantaron de mañana y corrompieron todas sus obras.

Por tanto, esperadme, dijo el SEÑOR, el día que me levantaré al despojo; porque mi juicio es de coger los gentiles, juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, toda la ira de mi furor; porque del fuego de mi celo será consumida toda la tierra.

De esa parte de los ríos de Etiopía, suplicarán a mí, la hija de mis esparcidos, me traerá presente.

He aquí, en aquel tiempo me ocuparé de todos tus opresores; salvaré a la coja y recogeré a la desterrada, y convertiré su vergüenza en alabanza y renombre en toda la tierra.

Subid al monte, traed madera y reedificad el templo, para que me agrade de él y yo sea glorificado --dice el SEÑOR.

Les dirás pues: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Volveos a mí, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

No seáis como vuestros padres, a los cuales dieron voces los primeros profetas, diciendo: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos, y de vuestras malas obras: y nunca oyeron, ni me atendieron, dijo el SEÑOR.

Y yo dije: ¿Quiénes son éstos, señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré quiénes son éstos.

Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Celé a Jerusalén y a Sion con gran celo;

Por tanto, así ha dicho el SEÑOR: Yo me he tornado a Jerusalén con miseraciones; mi Casa será edificada en ella, dice el SEÑOR de los ejércitos, y línea de albañil será tendida sobre Jerusalén.

Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me respondió: Estos son los cuernos que aventaron a Judá, a Israel, y a Jerusalén.

Y yo dije: ¿Qué vienen éstos a hacer? Y me respondió, diciendo: Estos son los cuernos que aventaron a Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza; mas éstos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de los gentiles que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para aventarla.

Y le dije: ¿A dónde vas? Y él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud.

Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Después de la gloria me enviará él a los gentiles que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.

Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me envió.

Y se unirán muchos gentiles al SEÑOR en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a ti.

Y volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó como un hombre que es despertado de su sueño.

Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Miré, y he aquí un candelero todo de oro, con su depósito sobre su cabeza, y sus siete lámparas encima del candelero; y siete canales para las lámparas que están encima de él;

Y el ángel que hablaba conmigo respondió, y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, Señor mío.

Entonces respondió y me habló, diciendo: Esta es Palabra del SEÑOR a Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

Las manos de Zorobabel echarán el fundamento a esta Casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que el SEÑOR de los ejércitos me envió a vosotros.

Y me respondió, diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no.

Y me torné, y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un rollo que volaba.

Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho.

Me dijo entonces: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta, (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que jura, (como está del otro lado del rollo) será destruido.

Y salió aquel ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos, y mira qué es esto que sale.

Y él me respondió: Para que le sea edificada casa en tierra de Sinar; y será asentado y puesto allá sobre su asiento.

Y me torné, y alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce.

Y el ángel me respondió, y me dijo: Estos son los cuatro espíritus de los cielos, que salen de donde están delante del Señor de toda la tierra.

Luego me llamó, y me habló diciendo: Mira, los que salieron hacia la tierra del aquilón hicieron reposar mi Espíritu en la tierra del aquilón.

Y los que están lejos vendrán y edificarán en el Templo del SEÑOR, y conoceréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Y será esto, si oyereis obedientes la voz del SEÑOR vuestro Dios.

y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios con verdad y con justicia.

Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Como pensé haceros mal cuando vuestros padres me provocaron a ira, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y no me arrepentí;

así me he propuesto en estos días volver a hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá. ¡No temáis!

Los que las compran las matan y salen impunes, y el que las vende dice: `` ¿Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!"; y ni sus propios pastores se compadecen de ellas.

Pues yo no me compadeceré más de los habitantes de esta tierra --declara el SEÑOR-- sino que he aquí, haré que los hombres caigan cada uno en manos de otro y en manos de su rey; y ellos herirán la tierra y yo no {los} libraré de sus manos.

Y apacentaré, pues, las ovejas de la matanza, es a saber, a los pobres del rebaño. Porque yo me tomé dos cayados; al uno puse por nombre Suavidad, y al otro Ligaduras; y apacenté las ovejas.

E hice matar tres pastores en un mes, y mi alma se angustió por ellos, y también el alma de ellos me aborreció a mí.

Y fue roto aquel día; así los afligidos del rebaño que me observaban, conocieron que era la palabra del SEÑOR.

Y les dije: Si os parece bien, dad{me} mi paga; y si no, dejadla. Y pesaron como mi salario treinta {piezas} de plata.

Y me dijo el SEÑOR: Echalo al tesorero, hermoso precio con que me han apreciado. Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la Casa del SEÑOR al tesorero.

Y sucederá aquel día que me dispondré a destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén.

Public Domain

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso