'Aborrecen' en la Biblia
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo, Jehová tu Dios, soy Dios celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Y pondré mi ira sobre vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.
Y fue, que al moverse el arca, Moisés decía: Levántate, Jehová, y sean disipados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.
No te inclinarás a ellas ni les servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Si afilare mi reluciente espada, y mi mano tomare el juicio, yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.
amando a los que te aborrecen, y aborreciendo a los que te aman: porque hoy has declarado que nada te importan tus príncipes y siervos; pues hoy echo de ver que si Absalón viviera, bien que nosotros todos estuviéramos hoy muertos, entonces estarías contento.
Tú me diste la cerviz de mis enemigos, los que me aborrecen, para que yo los destruyese.
Y le salió al encuentro Jehú el vidente, hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues la ira de la presencia de Jehová será sobre ti por ello.
Los que te aborrecen, serán vestidos de vergüenza; y la habitación de los impíos perecerá.
Ten misericordia de mí, oh Jehová; mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;
Y me has dado la cerviz de mis enemigos, para que yo destruya a los que me aborrecen.
Alcanzará tu mano a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
Mira mis enemigos, que se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen.
Matará al malo la maldad; y los que aborrecen al justo serán asolados.
No se alegren de mí los que injustamente son mis enemigos; ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
Porque mis enemigos están vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa:
Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen; contra mí piensan mal, diciendo de mí:
a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque iniquidad echaron sobre mí, y con furor me aborrecen.
«Al Músico principal: Salmo de David: Canción» Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan de su presencia los que le aborrecen.
Más que los cabellos de mi cabeza son los sin causa que me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme; Sin razón son mis enemigos; he tenido que pagar lo que no he robado.
Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.
Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, Jehová, me ayudaste, y me consolaste.
Mas yo quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a los que le aborrecen.
Jehová está por mí entre los que me ayudan; por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
Mucho tiempo ha morado mi alma con los que aborrecen la paz.
Serán avergonzados y vueltos atrás todos los que aborrecen a Sión.
¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos?
Mas el que peca contra mí, defrauda su alma: Todos los que me aborrecen, aman la muerte.
Todos los hermanos del pobre le aborrecen: ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la palabra, y no la hallará.
Los hombres sanguinarios aborrecen al íntegro; mas los rectos procuran por su alma.
Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Mas Él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos.
Por tanto, he aquí que yo extendí sobre ti mi mano, y disminuí tu provisión ordinaria, y te entregué a la voluntad de las hijas de los filisteos, que te aborrecen, las cuales se avergüenzan de tu camino deshonesto.
Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, estuvo atónito por una hora, y sus pensamientos lo espantaban: El rey habló, y dijo: Beltsasar, no te espante el sueño ni su interpretación. Respondió Beltsasar, y dijo: Señor mío, el sueño sea para los que te aborrecen, y su interpretación para tus enemigos.
Ellos aborrecen en la puerta de la ciudad al que reprende, y abominan al que habla lo recto.
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
Que habríamos de ser salvos de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecen;
Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen;