'Cómo' en la Biblia
Ellos perecerán, mas tú eres permanente; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura;
Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Empero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.
¿Cómo escaparemos nosotros, si tuviéremos en poco una salud tan grande? La cual, habiendo comenzado á ser publicada por el Señor, ha sido confirmada hasta nosotros por los que oyeron;
El cual es fiel al que le constituyó, como también lo fué Moisés sobre toda su casa.
Y Moisés á la verdad fué fiel sobre toda su casa, como siervo, para testificar lo que se había de decir;
Mas Cristo como hijo, sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si hasta el cabo retuviéremos firme la confianza y la gloria de la esperanza.
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
Entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
Porque también á nosotros se nos ha evangelizado como á ellos; mas no les aprovechó el oir la palabra á los que la oyeron sin mezclar fe.
Empero entramos en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo: Como juré en mi ira, No entrarán en mi reposo: aun acabadas las obras desde el principio del mundo.
Determina otra vez un cierto día, diciendo por David: Hoy, después de tanto tiempo; como está dicho: Si oyereis su voz hoy, No endurezcáis vuestros corazones.
Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
Y por causa de ella debe, como por sí mismo, así también por el pueblo, ofrecer por los pecados.
Ni nadie toma para sí la honra, sino el que es llamado de Dios, como Aarón.
Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote eternamente, Según el orden de Melchîsedec.
La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo;
Donde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho Pontífice eternalmente según el orden de Melchîsedec.
Que no tiene necesidad cada día, como los otros sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus pecados, y luego por los del pueblo: porque esto lo hizo una sola vez, ofreciéndose á sí mismo.
Los cuales sirven de bosquejo y sombre de las cosas celestiales, como fué respondido á Moisés cuando había de acabar el tabernáculo: Mira, dice, haz todas las cosas conforme al dechado que te ha sido mostrado en el monte.
No como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo los menosprecié, dice el Señor.
Y no para ofrecerse muchas veces á sí mismo, como entra el pontífice en el santuario cada año con sangre ajena;
No dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Por fe habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa:
Por lo cual también, de uno, y ése ya amortecido, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena inmunerable que está á la orilla de la mar.
Por fe dejó á Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
Por fe pasaron el mar Bermejo como por tierra seca: lo cual probando los Egipcios, fueron sumergidos.
Y estáis ya olvidados de la exhortación que como con hijos habla con vosotros, diciendo: Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, Ni desmayes cuando eres de él reprendido.
Si sufrís el castigo, Dios se os presenta como á hijos; porque ¿qué hijo es aquel á quien el padre no castiga?
Y aquéllos, á la verdad, por pocos días nos castigaban como á ellos les parecía, mas éste para lo que nos es provechoso, para que recibamos su santificación.
Que ninguno sea fornicario, ó profano, como Esaú, que por una vianda vendió su primogenitura.
Y esta palabra, Aun una vez, declara la mudanza de las cosas movibles, como de cosas que son firmes.
Acordaos de los presos, como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como que también vosotros mismos sois del cuerpo.
Obedeced á vuestros pastores, y sujetaos á ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil.
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (32)
- LBDA (50)
- NBLH (50)
- RV (33)
- SEV (32)
- RV1909 (34)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (114)
- Éxodo (103)
- Levítico (59)
- Números (72)
- Deuteronomio (119)
- Josué (68)
- Jueces (79)
- Rut (7)
- 1 Samuel (101)
- 2 Samuel (89)
- 1 Reyes (95)
- 2 Reyes (79)
- 1 Crónicas (30)
- 2 Crónicas (59)
- Esdras (12)
- Nehemías (25)
- Ester (14)
- Job (115)
- Salmos (170)
- Proverbios (60)
- Eclesiastés (20)
- Cantares (35)
- Isaías (192)
- Jeremías (168)
- Lamentaciones (29)
- Ezequiel (94)
- Daniel (28)
- Oseas (44)
- Joel (9)
- Amós (15)
- Abdías (6)
- Jonás (1)
- Miqueas (20)
- Nahúm (11)
- Habacuc (8)
- Sofonías (5)
- Hageo (3)
- Zacarías (33)
- Malaquías (6)
- Mateo (90)
- Marcos (73)
- Lucas (127)
- Juan (110)
- Hechos (140)
- Romanos (46)
- 1 Corintios (60)
- 2 Corintios (43)
- Gálatas (16)
- Efesios (26)
- Filipenses (12)
- Colosenses (13)
- 1 Tesalonicenses (22)
- 2 Tesalonicenses (5)
- 1 Timoteo (6)
- 2 Timoteo (4)
- Tito (2)
- Filemón (4)
- Hebreos (34)
- Santiago (8)
- 1 Pedro (23)
- 2 Pedro (14)
- 1 Juan (13)
- 2 Juan (3)
- 3 Juan (3)
- Judas (4)
- Apocalipsis (55)