'Cómo' en la Biblia
Como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra;
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón.
Y aconteció, que como oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fué llena del Espíritu Santo,
Porque he aquí, como llegó la voz de tu salutación á mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
Como habló á nuestros padres A Abraham y á su simiente para siempre.
Y se quedó María con ella como tres meses: después se volvió á su casa.
Y hablaron por señas á su padre, cómo le quería llamar.
Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio:
Y aconteció que como los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores dijeron los unos á los otros: Pasemos pues hasta Bethlehem, y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha manifestado.
Y se volvieron los pastores glorificando y alabando á Dios de todas las cosas que habían oído y visto, como les había sido dicho.
Y como se cumplieron los días de la purificación de ella, conforme á la ley de Moisés, le trajeron á Jerusalem para presentarle al Señor,
(Como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz, será llamado santo al Señor),
Mas como cumplieron todas las cosas según la ley del Señor, se volvieron á Galilea, á su ciudad de Nazaret.
Mas como no le hallasen, volvieron á Jerusalem buscándole.
Como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías que dice: Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor, Haced derechas sus sendas.
Y aconteció que, como todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fué bautizado; y orando, el cielo se abrió,
Y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y fué hecha una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido.
Y el mismo Jesús comenzaba á ser como de treinta años, hijo de José, como se creía; que fué hijo de Elí,
Y fuéle dado el libro del profeta Isaías; y como abrió el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Y como cesó de hablar, dijo á Simón: Tira á alta mar, y echad vuestras redes para pescar.
Y como llegaron á tierra los barcos, dejándolo todo, le siguieron.
Y él le mandó que no lo dijese á nadie: Mas ve, díjole, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mandó Moisés, para testimonio á ellos.
Cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, y comió, y dió también á los que estaban con él, los cuales no era lícito comer, sino á solos los sacerdotes?
Y como fué de día, llamó á sus discípulos, y escogió doce de ellos, á los cuales también llamó apóstoles:
Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre.
Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros:
Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
El discípulo no es sobre su maestro; mas cualquiera que fuere como el maestro, será perfecto.
¿O cómo puedes decir á tu hermano: Hermano, deja, echaré fuera la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga, que está en tu ojo? Hipócrita, echa primero fuera de tu ojo la viga, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu herman
Y COMO acabó todas sus palabras oyéndole el pueblo, entró en Capernaum.
Y como oyó hablar de Jesús, envió á él los ancianos de los Judíos, rogándole que viniese y librase á su siervo.
Y Jesús fué con ellos. Mas como ya no estuviesen lejos de su casa, envió el centurión amigos á él, diciéndole: Señor, no te incomodes, que no soy digno que entres debajo de mi tejado;
Y como llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que sacaban fuera á un difunto, unigénito de su madre, la cual también era viuda: y había con ella grande compañía de la ciudad.
Y como el Señor la vió, compadecióse de ella, y le dice: No llores.
Y como los hombres vinieron á él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado á ti, diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó esperaremos á otro?
Y como se fueron los mensajeros de Juan, comenzó á hablar de Juan á las gentes: ¿Qué salisteis á ver al desierto? ¿una caña que es agitada por el viento?
Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, como entendió que estaba á la mesa en casa de aquel Fariseo, trajo un alabastro de ungüento,
Y como vió esto el Fariseo que le había convidado, habló entre sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que le toca, que es pecadora.
Mirad pues cómo oís; porque á cualquiera que tuviere, le será dado; y á cualquiera que no tuviere, aun lo que parece tener le será quitado.
El cual, como vió á Jesús, exclamó y se postró delante de él, y dijo á gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Ruégote que no me atormentes.
Y los pastores, como vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por las heredades.
Y les contaron los que lo habían visto, cómo había sido salvado aquel endemoniado.
Porque tenía una hija única, como de doce años, y ella se estaba muriendo. Y yendo, le apretaba la compañía.
Entonces, como la mujer vió que no se había ocultado, vino temblando, y postrándose delante de él declaróle delante de todo el pueblo la causa por qué le había tocado, y cómo luego había sido sana.
Y como lo entendieron las gentes, le siguieron; y él las recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba á los que tenían necesidad de cura.
Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo á sus discípulos: Hacedlos sentar en ranchos, de cincuenta en cincuenta.
Y aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó á Pedro y á Juan y á Jacobo, y subió al monte á orar.
Y Pedro y los que estaban con él, estaban cargados de sueño: y como despertaron, vieron su majestad, y á aquellos dos varones que estaban con él.
Y como aun se acercaba, el demonio le derribó y despedazó: mas Jesús increpó al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo volvió á su padre.
Y aconteció que, como se cumplió el tiempo en que había de ser recibido arriba, él afirmó su rostro para ir á Jerusalem.
Y viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo Elías?
Andad, he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.
Y les dijo: Yo veía á Satanás, como un rayo, que caía del cielo.
Y él dijo: ¿Qué está escrito de la ley? ¿cómo lees?
Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y á tu prójimo como á ti mismo.
Y ACONTECIO que estando él orando en un lugar, como acabó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos á orar, como también Juan enseñó á sus discípulos.
Y les dijo: Cuando orareis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos; sea tu nombre santificado. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo estará en pie su reino? porque decís que en Beelzebub echo yo fuera los demonios.
Porque como Jonás fué señal á los Ninivitas, así también será el Hijo del hombre á esta generación.
Así que, siendo todo tu cuerpo resplandeciente, no teniendo alguna parte de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una antorcha de resplandor te alumbra.
Y el Fariseo, como lo vió, maravillóse de que no se lavó antes de comer.
Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.
Y cuando os trajeren á las sinagogas, y á los magistrados y potestades, no estéis solícitos cómo ó qué hayáis de responder, ó qué hayáis de decir;
Considerad los lirios, cómo crecen: no labran, ni hilan; y os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.
Empero de bautismo me es necesario ser bautizado: y cómo me angustio hasta que sea cumplido!
Hipócritas! Sabéis examinar la faz del cielo y de la tierra; ¿y cómo no reconocéis este tiempo?
Y como Jesús la vió, llamóla, y díjole: Mujer, libre eres de tu enfermedad.
Jerusalem, Jerusalem! que matas á los profetas, y apedreas á los que son enviados á ti: cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina sus pollos debajo de sus alas, y no quisiste!
Y observando cómo escogían los primeros asientos á la mesa, propuso una parábola á los convidados, diciéndoles:
Y dijo el siervo: Señor, hecho es como mandaste, y aun hay lugar.
Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como á uno de tus jornaleros.
Y levantándose, vino á su padre. Y como aun estuviese lejos, viólo su padre, y fué movido á misericordia, y corrió, y echóse sobre su cuello, y besóle.
Y su hijo el mayor estaba en el campo; el cual como vino, y llegó cerca de casa, oyó la sinfonía y las danzas;
Y DIJO también á sus discípulos: Había un hombre rico, el cual tenía un mayordomo, y éste fué acusado delante de él como disipador de sus bienes.
Entonces el Señor dijo: Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diréis á este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecerá.
Y como él los vió, les dijo: Id, mostraos á los sacerdotes. Y aconteció, que yendo ellos, fueron limpios.
Entonces uno de ellos, como se vió que estaba limpio, volvió, glorificando á Dios á gran voz;
Porque como el relámpago, relampagueando desde una parte de debajo del cielo, resplandece hasta la otra debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.
Y como fué en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre.
Asimismo también como fué en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
Como esto será el día en que el Hijo del hombre se manifestará.
Y dijo también á unos que confiaban de sí como justos, y menospreciaban á los otros, esta parábola:
El Fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
De cierto os digo, que cualquiera que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
El cual como oyó la gente que pasaba, preguntó qué era aquello.
Jesús entonces parándose, mandó traerle á sí: y como él llegó, le preguntó,
Y luego vió, y le seguía, glorificando á Dios: y todo el pueblo como lo vió, dió á Dios alabanza.
Y como vino á aquel lugar Jesús, mirando, le vió, y díjole: Zaqueo, date priesa, desciende, porque hoy es necesario que pose en tu casa.
Diciendo: Id á la aldea de enfrente; en la cual como entrareis, hallaréis un pollino atado, en el que ningún hombre se ha sentado jamás; desatadlo, y traedlo.
Y fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo.
Y como llegasen ya cerca de la bajada del monte de las Olivas, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzaron á alabar á Dios á gran voz por todas las maravillas que habían visto,
Y como llegó cerca viendo la ciudad, lloró sobre ella,
Vendrá, y destruirá á estos labradores, y dará su viña á otros. Y como ellos lo oyeron, dijeron: Dios nos libre!
Y él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David?
Así que David le llama Señor: ¿cómo pues es su hijo?
Poned pues en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder:
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
Y los príncipes de los sacerdotes y los escribas buscaban cómo le matarían; mas tenían miedo del pueblo.
Y fué, y habló con los príncipes de los sacerdotes, y con los magistrados, de cómo se lo entregaría.
Fueron pues, y hallaron como les había dicho; y aparejaron la pascua.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (96)
- LBDA (88)
- NBLH (87)
- RV (89)
- SEV (96)
- RV1909 (127)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (114)
- Éxodo (103)
- Levítico (59)
- Números (72)
- Deuteronomio (119)
- Josué (68)
- Jueces (79)
- Rut (7)
- 1 Samuel (101)
- 2 Samuel (89)
- 1 Reyes (95)
- 2 Reyes (79)
- 1 Crónicas (30)
- 2 Crónicas (59)
- Esdras (12)
- Nehemías (25)
- Ester (14)
- Job (115)
- Salmos (170)
- Proverbios (60)
- Eclesiastés (20)
- Cantares (35)
- Isaías (192)
- Jeremías (168)
- Lamentaciones (29)
- Ezequiel (94)
- Daniel (28)
- Oseas (44)
- Joel (9)
- Amós (15)
- Abdías (6)
- Jonás (1)
- Miqueas (20)
- Nahúm (11)
- Habacuc (8)
- Sofonías (5)
- Hageo (3)
- Zacarías (33)
- Malaquías (6)
- Mateo (90)
- Marcos (73)
- Lucas (127)
- Juan (110)
- Hechos (140)
- Romanos (46)
- 1 Corintios (60)
- 2 Corintios (43)
- Gálatas (16)
- Efesios (26)
- Filipenses (12)
- Colosenses (13)
- 1 Tesalonicenses (22)
- 2 Tesalonicenses (5)
- 1 Timoteo (6)
- 2 Timoteo (4)
- Tito (2)
- Filemón (4)
- Hebreos (34)
- Santiago (8)
- 1 Pedro (23)
- 2 Pedro (14)
- 1 Juan (13)
- 2 Juan (3)
- 3 Juan (3)
- Judas (4)
- Apocalipsis (55)