'Cómo' en la Biblia
- 1.Gé 2:19-Éx 7:13
- 2.Éx 7:19-Levítico 8:21
- 3.Levítico 8:29-Números 31:7
- 4.Números 31:11-Deuteronomio 26:18
- 5.Deuteronomio 26:19-Jueces 7:17
- 6.Jueces 8:2-1 Samuel 21:1
- 7.1 Samuel 22:2-1 Reyes 3:7
- 8.1 Reyes 3:12-2 Reyes 17:4
- 9.2 Reyes 17:7-Nehemías 5:12
- 10.Nehemías 6:8-Job 29:25
- 11.Job 30:5-Salmos 72:6
- 12.Salmos 72:16-Salmos 141:7
- 13.Salmos 143:3-Cantares 5:12
- 14.Cantares 5:13-Isaías 26:18
- 15.Isaías 27:7-Isaías 59:17
- 16.Isaías 59:18-Jeremías 25:18
- 17.Jeremías 25:30-Lamentaciones 2:6
- 18.Lamentaciones 2:7-Ezequiel 42:6
- 19.Ezequiel 43:2-Amós 5:6
- 20.Amós 5:14-Zacarías 14:20
- 21.Malaquías 2:9-Marcos 7:6
- 22.Marcos 7:7-Lucas 18:9
- 23.Lucas 18:11-Juan 17:2
- 24.Juan 17:11-Hechos 22:5
- 25.Hechos 22:6-1 Corintios 9:21
- 26.1 Corintios 9:22-Efesios 5:8
- 27.Efesios 5:15-Hebreos 8:5
- 28.Hebreos 8:9-Apocalipsis 8:1
- 29.Apocalipsis 8:8-Apocalipsis 22:1
no como el testamento que hice a vuestros padres el día que los tomé por la mano que los sacaría de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi testamento, y yo los menosprecié a ellos, dice el Señor;
Y no para ofrecerse muchas veces a sí mismo, (como entra el sumo sacerdote en el santuario una vez cada año con la sangre ajena.)
no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Por la fe, habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa;
Por lo cual también de uno, y ese ya muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.
Por la fe, dejó a Egipto no temiendo la ira del rey; porque como aquel que ve al Invisible se esforzó.
Por la fe, pasaron el mar Bermejo como por tierra seca, lo cual probando los Egipcios, fueron consumidos.
y estáis ya olvidados de la consolación que como con hijos habla con vosotros, (diciendo): Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, ni desmayes cuando eres de él redargüido;
Si sufrís el castigo, Dios se os presenta como a hijos, porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no castiga?
Y aquellos, a la verdad, por pocos días nos castigaban como a ellos les parecía; mas éste para lo que nos es provechoso, es a saber , para que recibamos su santificación.
Que ninguno sea fornicario o profano, como Esaú, que por una vianda vendió su primogenitura.
Y lo que dice: Aún una vez, declara el quitamiento de las cosas movibles, como de cosas hechizas, para que queden las que son firmes.
Acordaos de los presos como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como también vosotros mismos sois del cuerpo.
Escuchad a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar la cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil.
mas el que es rico, en su bajeza; porque él se pasará como la flor de la hierba.
Si en verdad cumplís vosotros la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;
pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois acusados de la ley como rebeldes.
Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Vuestro oro, y plata están corrompidos de orín, y su orín os será testimonio en contra, y comerá del todo vuestras carnes, como fuego. Habéis allegado tesoro para los postreros días.
Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos, y habéis recreado vuestros corazones como en el día de matar sacrificios .
como hijos obedientes, no conformándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
mas como aquel que os ha llamado es santo, semejantemente también sed vosotros santos en toda conversación;
sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación (la cual recibisteis de vuestros padres), no con cosas corruptibles, como oro o plata;
sino con la sangre preciosa del Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación,
Porque: Toda carne es como la hierba, y toda la gloria del hombre, como la flor de la hierba. Se seca la hierba, y la flor se cae;
desead, como niños recién nacidos, la leche racional, y que es sin engaño, para que por ella crezcáis en salud,
vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús, el Cristo.
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
y tened vuestra conversación honesta entre los gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, siendo testigos de sus buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, estimándoos.
Sed pues sujetos a toda ordenación humana por Dios, ya sea a rey, como a superior,
y a a los gobernadores, como de él enviados para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien.
como estando en libertad, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios.
Porque vosotros erais como ovejas descarriadas; mas ahora sois ya convertidos al Pastor y Obispo de vuestras almas.
como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras sois hechas hijas, haciendo bien, y no sois espantadas de ningún pavor.
Vosotros maridos, igualmente, habitad con ellas sabiamente, dando honor a la mujer, como a vaso más frágil, y como a herederas juntamente de la gracia de la vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas.
teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean confundidos los que blasfeman vuestra buena conversación en el Ungido.
Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo a los otros, como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios.
Carísimos, no os maravilléis cuando seáis examinados por fuego, (lo cual se hace para vuestra prueba), como si alguna cosa peregrina os aconteciese;
Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o codicioso de los bienes ajenos.
Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence; antes glorifique a Dios en esta parte.
Y por eso los que son afligidos según la voluntad de Dios, encomiéndenle sus almas, como a fiel Criador, haciendo bien.
y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino de tal manera que seáis ejemplos de la manada.
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos son dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud,
sabiendo que brevemente tengo que dejar este mi tabernáculo, como nuestro Señor Jesús el Cristo me ha declarado.
Porque nosotros no os hemos dado a conocer la potencia y la venida de nuestro Señor Jesús, el Cristo, siguiendo fábulas por arte compuestas; sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
Tenemos también la palabra de los profetas más firme, a la cual hacéis bien de estar atentos como a una lámpara que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.
Pero hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente sectas de perdición, y negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos perdición acelerada.
como quiera que los mismos ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor.
Mas éstos, diciendo mal de las cosas que no entienden, (como bestias brutas, que naturalmente son hechas para presa y destrucción), perecerán en su perdición,
y diciendo: ¿Dónde está la Promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.
Mas, oh amados, no ignoréis una cosa: y es que un día delante del Señor es como mil años y mil años son como un día.
El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; pero es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo, serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están, serán quemadas.
Pues como sea así que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿no conviene que vosotros seáis en santas y pías conversaciones,
Y tened por salud la paciencia de nuestro Señor; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también;
casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos.
mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión con él, entre nosotros, y la sangre de Jesús, el Cristo, su Hijo nos limpia de todo pecado.
El que dice que está en él, debe andar como él anduvo.
Hijitos, ya es la postrera hora; y como vosotros habéis oído que el anticristo ha de venir, así también al presente han comenzado a ser muchos anticristos; por lo cual sabemos que es el último tiempo.
No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino como a los que la conocéis, y que ninguna mentira es de la verdad.
Y la Unción que vosotros habéis recibido de él, permanece en vosotros; y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe; mas como la Unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, permaneced en él.
Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que si él apareciere (en nosotros) , seremos semejantes a él, porque le veremos como él es.
Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.
Hijitos, no os engañe ninguno; el que hace justicia, es justo, como él también es justo.
No como Caín, que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su Hermano eran justas.
Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo permanece la caridad de Dios en él?
Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesús, el Cristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su Hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su Hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios que no ha visto?
Mucho me he gozado, porque he hallado de tus hijos, que andan en la verdad, como nosotros hemos recibido el mandamiento del Padre.
Y ahora te ruego, señora, (no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino aquel que nosotros hemos tenido desde el principio), que nos amemos unos a otros.
Y esta es la caridad, que andemos según su mandamiento. Y el mandamiento es: Que andéis en él, como vosotros habéis oído desde el principio.
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que seas sano, así como tu alma está en prosperidad.
Ciertamente me gocé mucho cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de la verdad que hay en ti, así como tú andas en la verdad.
los cuales han dado testimonio de tu caridad en presencia de la Iglesia; a los cuales si ayudares como conviene según Dios, harás bien.
como Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que ellos habían fornicado, y habían seguido desenfrenadamente la carne extraña, fueron puestas por ejemplo, habiendo recibido el juicio del fuego eterno.
Pero éstos maldicen las cosas que no conocen; y las cosas que naturalmente conocen, se corrompen en ellas como bestias brutas.
Estos son manchas en vuestros convites, que banquetean juntamente, apacentándose a sí mismos sin temor alguno; nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá de los vientos; árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
como os decían: Que en el postrer tiempo habría burladores, que andarían según sus malvados deseos.
Estos son los que hacen divisiones, son como animales, no teniendo el Espíritu.
Yo fui en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,
Y su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve; y sus ojos como llama de fuego;
y sus pies semejantes al latón fino, ardientes como en un horno; y su voz como ruido de muchas aguas.
Y tenía en su diestra siete estrellas; y de su boca salía una espada aguda de dos filos. Y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
Y cuando yo le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; YO SOY el primero y el último;
Y escribe al ángel de la Iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, que tiene sus ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al latón fino, dice estas cosas:
Pero yo digo a vosotros, y a los demás que estáis en Tiatira: Cualesquiera que no tienen esta doctrina, y que no han conocido las profundidades de Satanás (como ellos dicen), Yo no enviaré sobre vosotros otra carga.
y los regirá con vara de hierro, y serán quebrantados como vaso de alfarero, como también yo la he recibido de mi Padre;
Acuérdate pues de lo que has recibido y has oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré a ti.
Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
Después de estas cosas miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, era como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que es necesario que sean hechas después de éstas.
Y delante del trono había como un mar de color de vidrio semejante al cristal; y en medio del trono, y alrededor del trono, cuatro animales llenos de ojos delante y detrás.
Y el primer animal era semejante a un león; y el segundo animal, semejante a un becerro, y el tercer animal tenía el rostro como de hombre; y el cuarto animal, semejante a un águila volando.
Y miré; y he aquí en medio del trono y de los cuatro animales, y en medio de los ancianos, estaba un Cordero como muerto, que tenía siete cuernos, y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados en toda la tierra.
Y miré cuando el Cordero hubo abierto el primer sello, y oí al primero de los cuatro animales diciendo como con una voz de trueno: Ven y ve.
Y les fueron dadas sendas ropas blancas, y les fue dicho que aun reposasen todavía un poco de tiempo, hasta que sus compañeros consiervos, sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos fuesen cumplidos.
Y miré cuando él hubo abierto el sexto sello, y he aquí fue hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna fue hecha toda como sangre.
Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra; como la higuera echa sus higos cuando es movida de gran viento.
Y el cielo se apartó como un libro que es envuelto; y todo monte e islas fueron movidas de sus lugares.
Y cuando él abrió el séptimo sello, fue hecho silencio en el cielo como por media hora.
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- 1.Gé 2:19-Éx 7:13
- 2.Éx 7:19-Levítico 8:21
- 3.Levítico 8:29-Números 31:7
- 4.Números 31:11-Deuteronomio 26:18
- 5.Deuteronomio 26:19-Jueces 7:17
- 6.Jueces 8:2-1 Samuel 21:1
- 7.1 Samuel 22:2-1 Reyes 3:7
- 8.1 Reyes 3:12-2 Reyes 17:4
- 9.2 Reyes 17:7-Nehemías 5:12
- 10.Nehemías 6:8-Job 29:25
- 11.Job 30:5-Salmos 72:6
- 12.Salmos 72:16-Salmos 141:7
- 13.Salmos 143:3-Cantares 5:12
- 14.Cantares 5:13-Isaías 26:18
- 15.Isaías 27:7-Isaías 59:17
- 16.Isaías 59:18-Jeremías 25:18
- 17.Jeremías 25:30-Lamentaciones 2:6
- 18.Lamentaciones 2:7-Ezequiel 42:6
- 19.Ezequiel 43:2-Amós 5:6
- 20.Amós 5:14-Zacarías 14:20
- 21.Malaquías 2:9-Marcos 7:6
- 22.Marcos 7:7-Lucas 18:9
- 23.Lucas 18:11-Juan 17:2
- 24.Juan 17:11-Hechos 22:5
- 25.Hechos 22:6-1 Corintios 9:21
- 26.1 Corintios 9:22-Efesios 5:8
- 27.Efesios 5:15-Hebreos 8:5
- 28.Hebreos 8:9-Apocalipsis 8:1
- 29.Apocalipsis 8:8-Apocalipsis 22:1