'Del' en la Biblia
quien dio testimonio de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo, {y} de todo lo que vio.
Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.
Estaba yo en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como {sonido} de trompeta,
En medio de los candelabros, {vi} a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con una túnica que Le llegaba hasta los pies y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
y el que vive, y estuve muerto. Pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades (región de los muertos).
"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios."'"
"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita un nombre nuevo, el cual nadie conoce sino aquél que lo recibe."'"
Y LAS REGIRA CON VARA DE HIERRO, COMO LOS VASOS DEL ALFARERO SON HECHOS PEDAZOS, como Yo también he recibido {autoridad} de Mi Padre.
"Así el vencedor será vestido de vestiduras blancas y no borraré su nombre del Libro de la Vida, y reconoceré su nombre delante de Mi Padre y delante de Sus ángeles.
"Al vencedor le haré una columna en el templo de Mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de Mi Dios y el nombre de la ciudad de Mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de Mi Dios, y Mi nombre nuevo.
El que estaba sentado {era} de aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardio, y alrededor del trono {había} un arco iris, de aspecto semejante a la esmeralda.
Y alrededor del trono {había} veinticuatro tronos. Y sentados en los tronos, veinticuatro ancianos vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en la cabeza.
Del trono salían relámpagos, voces, y truenos. Delante del trono {había} siete lámparas de fuego ardiendo, que son los siete Espíritus de Dios.
Delante del trono {había} como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás.
los veinticuatro ancianos se postran delante de Aquél que está sentado en el trono, y adoran a Aquél que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y {de} los seres vivientes y {de} los ancianos. El número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares,
Cuando el Cordero abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: ``Ven."
Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido.
y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como la higuera deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte viento.
y decían a los montes y a las peñas: ``Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia de Aquél que está sentado en el trono y de la ira del Cordero.
También vi a otro ángel que subía de donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo. Y gritó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar:
Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos.
Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y {alrededor} de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Estos cayeron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios,
Y le respondí: ``Señor mío, usted lo sabe." Y él me dijo: ``Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
"Por eso están delante del trono de Dios, y Le sirven día y noche en Su templo; y Aquél que está sentado en el trono extenderá Su tabernáculo sobre ellos.
pues el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos."
Otro ángel vino y se paró ante el altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que {lo} añadiera a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
De la mano del ángel subió ante Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.
Después el ángel tomó el incensario, lo llenó con el fuego del altar y lo arrojó a la tierra, y hubo truenos, ruidos, relámpagos, y un terremoto.
El segundo ángel tocó la trompeta, y {algo} como una gran montaña ardiendo en llamas fue arrojado al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.
El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales de las aguas.
El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que la tercera parte de ellos se oscureciera y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo en la noche.
Entonces miré, y oí volar un águila en medio del cielo, que decía a gran voz: `` ¡Ay, ay, ay, de los que habitan en la tierra, a causa de los toques de trompeta que faltan, que los otros tres ángeles están para tocar!"
El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que había caído del cielo a la tierra, y se le dio la llave del pozo del abismo.
Cuando abrió el pozo del abismo, subió humo del pozo como el humo de un gran horno, y el sol y el aire se oscurecieron por el humo del pozo.
Del humo salieron langostas sobre la tierra, y se les dio poder como tienen poder los escorpiones de la tierra.
Tienen sobre ellos por rey al ángel del abismo, cuyo nombre en Hebreo es Abadón (Destrucción), y en Griego se llama Apolión (Destructor).
El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz que salía de los cuatro cuernos del altar de oro que está delante de Dios,
Vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo, envuelto en una nube. El arco iris {estaba} sobre su cabeza, su rostro {era} como el sol y sus pies como columnas de fuego.
Después que los siete truenos hablaron, iba yo a escribir, cuando oí una voz del cielo que decía: ``Sella las cosas que los siete truenos han dicho y no las escribas."
Porque en los días de la voz del séptimo ángel, cuando esté para tocar la trompeta, entonces el misterio de Dios será consumado, como El lo anunció a Sus siervos los profetas.
La voz que yo había oído del cielo, la {oí} de nuevo hablando conmigo: ``Ve, toma el libro (el rollo) que está abierto en la mano del ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra."
Tomé el librito de la mano del ángel y lo devoré, y en mi boca fue dulce como la miel; pero cuando lo comí, me amargó las entrañas.
"Pero excluye el patio (el atrio) que está fuera del templo, no lo midas, porque ha sido entregado a las naciones, y {éstas} pisotearán la ciudad santa por cuarenta y dos meses.
Estos son los dos olivos y los dos candelabros que están delante del Señor de la tierra.
Cuando hayan terminado {de dar} su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará.
Entonces ellos oyeron una gran voz del cielo que les decía: ``Suban acá." Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los vieron.
En aquella misma hora hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil personas murieron en el terremoto, y los demás, aterrorizados, dieron gloria al Dios del cielo.
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo (se oyeron) grandes voces en el cielo, que decían: ``El reino del mundo ha venido a ser {el reino} de nuestro Señor y de Su Cristo (el Mesías). El reinará por los siglos de los siglos."
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Estaba encinta, y gritaba por los dolores del parto y el sufrimiento de dar a luz.
Su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo cuando ella diera a luz.
"Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, {llegando} hasta {sufrir} la muerte.
"Por lo cual regocíjense, cielos y los que moran en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a ustedes con gran furor, sabiendo que tiene poco tiempo."
El {dragón} se paró sobre la arena del mar. Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. En sus cuernos {había} diez diademas (coronas), y en sus cabezas {había} nombres blasfemos.
Adorarán a la bestia todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos desde la fundación del mundo en el Libro de la Vida del Cordero que fue inmolado.
También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra en presencia de los hombres.
Miré que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sion, y con El 144,000 que tenían el nombre del Cordero y el nombre de Su Padre escrito en la frente.
Oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno. La voz que oí {era} como {el sonido} de arpistas tocando sus arpas.
Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino los 144,000 que habían sido rescatados (comprados) de la tierra.
Después vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciar{lo} a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua, y pueblo,
Lo siguió otro ángel, el segundo, diciendo: `` ¡Cayó, cayó la gran Babilonia!, la que ha hecho beber a todas las naciones del vino de la pasión (del furor) de su inmoralidad."
él también beberá del vino del furor de Dios, que está preparado puro en la copa de Su ira. Será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y en presencia del Cordero.
Entonces oí una voz del cielo que decía: ``Escribe: `Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor.'" ``Sí," dice el Espíritu, ``para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos."
Y miré, y había una nube blanca, y en la nube {estaba} sentado uno semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz afilada.
Entonces salió del templo otro ángel clamando a gran voz a Aquél que estaba sentado en la nube: ``Mete Tu hoz y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la cosecha de la tierra está madura."
Otro ángel salió del templo que está en el cielo, que también tenía una hoz afilada.
Entonces otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, salió del altar, y llamó con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciéndo{le:} ``Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas están maduras."
El ángel metió su hoz sobre la tierra, y vendimió {los racimos de} la vid de la tierra y {los} echó en el gran lagar del furor de Dios.
El lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre {que subió} hasta los frenos de los caballos por una distancia como de 320 kilómetros.
Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: `` ¡Grandes y maravillosas son Tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son Tus caminos, oh Rey de las naciones!
Después de estas cosas miré, y se abrió el templo del tabernáculo del testimonio en el cielo.
Y salieron del templo los siete ángeles que tenían las siete plagas. Estaban vestidos de lino puro {y} resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro.
Entonces uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios, quien vive por los siglos de los siglos.
El templo se llenó del humo de la gloria de Dios y de Su poder. Nadie podía entrar al templo hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles.
Oí entonces una gran voz que desde el templo decía a los siete ángeles: ``Vayan y derramen en la tierra las siete copas del furor de Dios."
Blasfemaron contra el Dios del cielo por causa de sus dolores y de sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras.
El sexto {ángel} derramó su copa sobre el gran Río Eufrates; y sus aguas se secaron para que fuera preparado el camino para los reyes del oriente.
Y vi {salir} de la boca del dragón, de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, a tres espíritus inmundos semejantes a ranas.
Pues son espíritus de demonios que hacen señales, los cuales van a los reyes de todo el mundo, a reunirlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso.
El séptimo {ángel} derramó su copa en el aire. Una gran voz salió del templo, del trono, que decía: ``Hecho está."
La gran ciudad quedó dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios para darle la copa del vino del furor de Su ira.
Enormes granizos, como de 45 kilos cada uno, cayeron sobre los hombres. Y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esa plaga fue sumamente grande.
La bestia que viste, era y ya no existe, y está para subir del abismo e ir a la destrucción (perdición). Y los moradores de la tierra, cuyos nombres no se han escrito en el Libro de la Vida desde la fundación del mundo, se asombrarán al ver la bestia que era y ya no existe, pero {que} vendrá.
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo, que tenía gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria.
"Porque todas las naciones han bebido del vino de la pasión (del furor) de su inmoralidad, y los reyes de la tierra han cometido {actos} inmorales con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con la riqueza (el poder) de su sensualidad (su lujo)."
Y oí otra voz del cielo que decía: ``Salgan de ella, pueblo mío, para que no participen de sus pecados y para que no reciban de sus plagas.
"Y de pie, desde lejos por causa del temor de su tormento, dirán: ` ¡Ay, ay, la gran ciudad, Babilonia, la ciudad fuerte! Porque en una hora ha llegado tu juicio.'
"Los mercaderes de estas cosas que se enriquecieron a costa de ella, se pararán lejos a causa del temor de su tormento, llorando y lamentándose,
En una hora ha sido arrasada tanta riqueza.' Todos los capitanes, pasajeros, y marineros, y todos los que viven del mar, se pararon a lo lejos,
"Ninguna luz de la lámpara alumbrará más en ti. Tampoco la voz del novio y de la novia se oirá más en ti, porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra, pues todas las naciones fueron engañadas por tus hechicerías.
Y del trono salió una voz que decía: ``Alaben ustedes a nuestro Dios, todos ustedes Sus siervos, Los que Le temen, los pequeños y los grandes."
"Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a El la gloria, Porque las bodas del Cordero han llegado y Su esposa se ha preparado."
El {ángel} me dijo: ``Escribe: `Bienaventurados los que están invitados (los llamados) a la cena de las Bodas del Cordero.'" También me dijo: ``Estas son palabras verdaderas de Dios."
De Su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones y las regirá con vara de hierro. El mismo pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso.
Vi a un ángel que estaba de pie en el sol. Clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: ``Vengan, congréguense para la gran cena de Dios,
Vi entonces a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en su mano.
También vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que se les concedió {autoridad para} juzgar. Y {vi} las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano. Volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil años.
y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro extremos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlas para la batalla. El número de ellas es como la arena del mar.
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