'Dios' en la Biblia
Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor.
Pero aconteció que mientras Zacarías ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el orden {indicado} a su grupo,
Y él hará volver a muchos de los hijos de Israel al Señor su Dios.
Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas.
Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,
Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios.
Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David;
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios.
Porque ninguna cosa será imposible para Dios.
y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Al instante le fue abierta su boca y {suelta} su lengua, y comenzó a hablar dando alabanza a Dios.
Bendito {sea} el Señor, Dios de Israel, porque {nos} ha visitado y ha efectuado redención para su pueblo,
por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto,
Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo:
Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes El se complace.
Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.
él tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo:
Y llegando ella en ese preciso momento, daba gracias a Dios, y hablaba de El a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre El.
Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.
durante el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Por tanto, dad frutos dignos de arrepentimiento; y no comencéis a deciros a vosotros mismos: ``Tenemos a Abraham por padre", porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras.
{Cainán,} de Enós; {Enós,} de Set; {Set,} de Adán; {y Adán,} de Dios.
Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Respondiendo Jesús, le dijo: Escrito está: ``AL SEÑOR TU DIOS ADORARAS, Y A EL SOLO SERVIRAS."
Entonces {el diablo} le llevó a Jerusalén y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo desde aquí,
Respondiendo Jesús, le dijo: Se ha dicho: ``NO TENTARAS AL SEÑOR TU DIOS."
Déja{nos} ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios.
También de muchos salían demonios, gritando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo.
Pero El les dijo: También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto yo he sido enviado.
Y aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre El para oír la palabra de Dios, estando Jesús junto al lago de Genesaret,
Entonces los escribas y fariseos comenzaron a discurrir, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
Y al instante se levantó delante de ellos, tomó {la camilla} en que había estado acostado, y se fue a su casa glorificando a Dios.
Y el asombro se apoderó de todos y glorificaban a Dios; y se llenaron de temor, diciendo: Hoy hemos visto cosas extraordinarias.
cómo entró en la casa de Dios, y tomó y comió los panes consagrados, que a nadie es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y dio {también} a sus compañeros?
En esos días El se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios.
Volviendo su vista hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados {vosotros} los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y: Dios ha visitado a su pueblo.
Os digo que entre los nacidos de mujer, no hay nadie mayor que Juan; sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.
Cuando todo el pueblo y los recaudadores de impuestos {le} oyeron, reconocieron la justicia de Dios, siendo bautizados con el bautismo de Juan.
Pero los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan.
Y poco después, El comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas del reino de Dios; con El {iban} los doce,
y El dijo: A vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de Dios, pero a los demás {les hablo} en parábolas, para que VIENDO, NO VEAN; Y OYENDO, NO ENTIENDAN.
La parábola es ésta: la semilla es la palabra de Dios.
Pero respondiendo El, les dijo: Mi madre y mis hermanos son estos que oyen la palabra de Dios y {la} hacen.
Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.
Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti. Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él.
Y los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar a los enfermos.
Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, le siguió; y {Jesús,} recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados.
Y El les dijo: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Y Pedro respondiendo, dijo: El Cristo de Dios.
Pero en verdad os digo que hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.
Y todos estaban admirados de la grandeza de Dios. Mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, {Jesús} dijo a sus discípulos:
Mas El le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios.
Pero Jesús le dijo: Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios.
sanad a los enfermos que haya en ella, y decidles: ``Se ha acercado a vosotros el reino de Dios."
``Hasta el polvo de vuestra ciudad que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos {en protesta} contra vosotros; empero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado."
Respondiendo él, dijo: AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Pero si yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Pero El dijo: Al contrario, dichosos los que oyen la palabra de Dios y {la} guardan.
Mas ¡ay de vosotros, fariseos!, porque pagáis el diezmo de la menta y la ruda y toda {clase de} hortaliza, y {sin embargo} pasáis por alto la justicia y el amor de Dios; pero esto es lo que debíais haber practicado sin descuidar lo otro.
Por eso la sabiduría de Dios también dijo: ``Les enviaré profetas y apóstoles, y de ellos, matarán {a algunos} y perseguirán {a otros,}
desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y la casa {de Dios;} sí, os digo que le será cargada a esta generación."
¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Y {sin embargo,} ni uno de ellos está olvidado ante Dios.
Y os digo, que a todo el que me confiese delante de los hombres, el Hijo del Hombre le confesará también ante los ángeles de Dios;
pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
Pero Dios le dijo: `` ¿Necio! Esta {misma} noche te reclaman el alma; y {ahora,} ¿para quién será lo que has provisto?"
Así es el que acumula tesoro para sí, y no es rico para con Dios.
Considerad los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero, y {sin embargo,} Dios los alimenta; ¡cuánto más valéis vosotros que las aves!
Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¡cuánto más {hará} por vosotros, hombres de poca fe!
Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios.
Entonces decía: ¿A qué es semejante el reino de Dios y con qué lo compararé?
Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?
Allí será el llanto y el crujir de dientes cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros echados fuera.
Y vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán {a la mesa} en el reino de Dios.
Cuando uno de los que estaban sentados con El {a la mesa} oyó esto, le dijo: ¡Bienaventurado todo el que coma pan en el reino de Dios!
De la misma manera, os digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Y El les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos ante los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, porque lo que entre los hombres es de alta estima, abominable es delante de Dios.
La ley y los profetas {se proclamaron} hasta Juan; desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.
Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz.
¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?
Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios, {Jesús} les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con señales visibles,
ni dirán: `` ¿Mirad, aquí {está!}" o: `` ¿Allí {está!}" Porque he aquí, el reino de Dios entre vosotros está.
diciendo: Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno.
Por algún tiempo él no quiso, pero después dijo para sí: ``Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno,
¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?
El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: ``Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos.
Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ``Dios, ten piedad de mí, pecador."
Mas Jesús, llamándolos a su lado, dijo: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios.
En verdad os digo: el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios.
Mirándolo Jesús, dijo: ¿Qué difícil es que entren en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Porque es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios.
Y El respondió: Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.
Entonces El les dijo: En verdad os digo: no hay nadie que haya dejado casa, o mujer, o hermanos, o padres o hijos por la causa del reino de Dios,
Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios; cuando toda la gente vio {aquello,} dieron gloria a Dios.
Estando ellos oyendo estas cosas, continuando {Jesús,} dijo una parábola, porque El estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro.
Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,
Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que hablas y enseñas rectamente, y no te guías por las apariencias, sino que enseñas con verdad el camino de Dios.