'Dos' en la Biblia
Y al ser abierta una brecha en la ciudad, todos los hombres de guerra {huyeron} de noche por el camino de la puerta entre las dos murallas, junto al jardín del rey, estando los caldeos alrededor de la ciudad, y se fueron por el camino del Arabá.
{En cuanto a} las dos columnas, el mar y las basas que Salomón había hecho para la casa del SEÑOR; no era posible calcular el peso del bronce de todos estos objetos.
Y le nacieron dos hijos a Heber, el nombre de uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra, y el nombre de su hermano {era} Joctán.
Asur, padre de Tecoa, tuvo dos mujeres: Hela y Naara.
Y tomaron sus ganados: cincuenta mil camellos, doscientas cincuenta mil ovejas, dos mil asnos; también cien mil hombres.
Benaía, hijo de Joiada, hijo de un valiente de Cabseel, de grandes hazañas, mató a los dos {hijos de} Ariel de Moab. Y él descendió y mató a un león en medio de un foso un día que estaba nevando.
Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca y a su pueblo, los cuales vinieron y acamparon delante de Medeba. También los hijos de Amón se reunieron desde sus ciudades y vinieron a la batalla.
Todos éstos {fueron} de los hijos de Obed-edom; ellos, sus hijos y sus parientes {fueron} hombres capaces con fuerza para el servicio: sesenta y dos de Obed-edom.
al oriente {había} seis levitas, al norte cuatro por día, al sur cuatro por día, y en el almacén de dos en dos;
en el Parbar, al occidente, {había} cuatro en el camino y dos en el Parbar.
y sus parientes, hombres valientes, {eran} dos mil setecientos en número, jefes de {casas} paternas. Y el rey David los constituyó jefes sobre los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés para todos los asuntos de Dios y del rey.
Entonces hizo dos querubines de obra tallada en la habitación del lugar santísimo y los revistió de oro.
Y las alas de los dos querubines medían veinte codos; el ala de uno, de cinco codos, tocaba la pared de la casa, y {su} otra ala, de cinco codos, tocaba el ala del otro querubín.
Hizo también dos columnas para el frente de la casa, de treinta y cinco codos de alto, y el capitel encima de cada una {era de} cinco codos.
Y {había} figuras {como} de bueyes debajo de él {y} todo alrededor, diez en {cada} codo, rodeando por completo el mar. Los bueyes {estaban} en dos hileras, fundidos en una sola pieza.
las dos columnas, los tazones y los capiteles en lo alto de las dos columnas, y las dos mallas para cubrir los dos tazones de los capiteles que {estaban} encima de las columnas,
y las cuatrocientas granadas para las dos mallas, dos hileras de granadas para cada malla, para cubrir los dos tazones de los capiteles que {estaban} sobre las columnas.
En el arca no había más que las dos tablas que Moisés puso {allí} en Horeb, donde el SEÑOR hizo {pacto} con los hijos de Israel cuando salieron de Egipto.
Y {había} seis gradas hasta el trono y un estrado de oro unido al trono, con brazos a cada lado del asiento, y dos leones de pie junto a los brazos.
Joram {tenía} treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén.
Y aconteció que con el correr del tiempo, al cabo de dos años, los intestinos se le salieron a causa de su enfermedad, y murió con grandes dolores. Y su pueblo no le encendió una hoguera como la hoguera {que habían encendido} por sus padres.
Tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén; y murió sin que nadie lo lamentara, y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
Y Joiada escogió dos mujeres para el rey, y {éste} engendró hijos e hijas.
Uzías {tenía} dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. El nombre de su madre {era} Jecolías, de Jerusalén.
El número total de los jefes de familia, guerreros valientes, era de dos mil seiscientos.
Edificó altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa del SEÑOR.
Amón {tenía} veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén.
También sus jefes contribuyeron con una ofrenda voluntaria al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, oficiales de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes dos mil seiscientas {ovejas} y trescientos bueyes para las ofrendas de la Pascua.
los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos;
los hijos de Sefatías, trescientos setenta y dos;
los hijos de Pahat-moab, de los hijos de Jesúa {y} de Joab, dos mil ochocientos doce;
los hijos de Bani, seiscientos cuarenta y dos;
los hijos de Bigvai, dos mil cincuenta y seis;
los hijos de Imer, mil cincuenta y dos;
El total de los sirvientes del templo y de los hijos de los siervos de Salomón, {era de} trescientos noventa y dos.
los hijos de Delaía, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, seiscientos cincuenta y dos;
Toda la asamblea reunida {era de} cuarenta y dos mil trescientos sesenta,
también veinte tazas de oro {que valían} mil dáricos, y dos utensilios de fino y reluciente bronce, valiosos como el oro.
Sólo que el pueblo es numeroso, y es la temporada de lluvia, y no podemos permanecer fuera. Tampoco se puede hacer todo en un solo día ni en dos, porque hemos pecado en gran manera en este asunto.
Además, desde el día en que {el rey} me mandó que fuera gobernador en la tierra de Judá, desde el año veinte hasta el año treinta y dos del rey Artajerjes, doce años, ni yo ni mis hermanos hemos comido del pan del gobernador.
La muralla fue terminada el veinticinco {del mes de} Elul, en cincuenta y dos días.
los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos;
los hijos de Sefatías, trescientos setenta y dos;
los hijos de Ara, seiscientos cincuenta y dos;
los hijos de Pahat-moab, de los hijos de Jesúa y de Joab, dos mil ochocientos dieciocho;
los hijos de Azgad, dos mil trescientos veintidós;
los hijos de Bigvai, dos mil sesenta y siete;
los hombres de Bet-azmavet, cuarenta y dos;
los hombres del otro Nebo, cincuenta y dos;
los hijos de Imer, mil cincuenta y dos;
El total de los sirvientes del templo y de los hijos de los siervos de Salomón, {era de} trescientos noventa y dos.
los hijos de Delaía, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, seiscientos cuarenta y dos;
Toda la asamblea reunida {era de} cuarenta y dos mil trescientos sesenta,
Los jefes de {casas} paternas dieron para el tesoro de la obra veinte mil dracmas de oro y dos mil doscientas minas de plata.
Lo que dio el resto del pueblo {fue} veinte mil dracmas de oro, dos mil minas de plata y sesenta y siete túnicas sacerdotales.
y sus parientes, jefes de {casas} paternas, doscientos cuarenta y dos; y Amasai, hijo de Azareel, hijo de Azai, hijo de Mesilemot, hijo de Imer,
Y los porteros, Acub, Talmón y sus parientes, que guardaban las puertas, {eran} ciento setenta y dos.
Entonces hice subir a los jefes de Judá sobre la muralla, y formé dos grandes coros; el primero marchaba hacia la derecha, por encima de la muralla, hacia la puerta del Muladar.
Luego los dos coros tomaron su lugar en la casa de Dios. También yo, y la mitad de los oficiales conmigo,
Pero durante todo este {tiempo} yo no estaba en Jerusalén, porque en el año treinta y dos de Artajerjes, rey de Babilonia, yo había ido al rey; pero después de algún tiempo, pedí permiso al rey,
Pero una o dos veces, los mercaderes y vendedores de toda clase de mercancía pasaron la noche fuera de Jerusalén.
En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, guardianes del umbral, se enojaron y procuraban echar mano al rey Asuero.
Y cuando fue investigado el asunto y hallado {cierto,} los dos eunucos fueron colgados en una horca; y {esto} fue escrito en el libro de las Crónicas en presencia del rey.
Y fue hallado escrito lo que Mardoqueo había informado acerca de Bigtán y Teres, dos de los eunucos del rey, guardianes del umbral, de que ellos habían procurado echar mano al rey Asuero.
los judíos establecieron e hicieron una costumbre para ellos, para sus descendientes y para todos los que se aliaban con ellos, de que no dejarían de celebrar estos dos días conforme a su ordenanza y conforme a su tiempo señalado cada año.
y te declarara los secretos de la sabiduría!; porque la verdadera sabiduría tiene dos lados. Sabrías entonces que Dios olvida parte de tu iniquidad.
Sólo dos cosas {deseo} que hagas conmigo, y no me esconderé de tu rostro:
Una vez he hablado, y no responderé; aun dos veces, y no añadiré más.
Y sucedió que después que el SEÑOR habló estas palabras a Job, el SEÑOR dijo a Elifaz temanita: Se ha encendido mi ira contra ti y contra tus dos amigos, porque no habéis hablado de mí lo que es recto, como mi siervo Job.
Una vez ha hablado Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder;
Al que dividió en {dos} partes el mar Rojo, porque para siempre es su misericordia,
{Sean} los loores de Dios en su boca, y una espada de dos filos en su mano,
pero al final es amarga como el ajenjo, aguda como espada de dos filos.
Dos cosas te he pedido, no me {las} niegues antes que muera:
La sanguijuela tiene dos hijas, {que dicen:} ¡Da{me!} ¡Da{me!} Hay tres cosas que no se saciarán, {y} una cuarta que no dirá: ¡Basta!
Más vale una mano llena de descanso que dos puños llenos de trabajo y correr tras el viento.
Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor remuneración por su trabajo.
Además, si dos se acuestan juntos se mantienen calientes, pero uno solo ¿cómo se calentará?
Y si alguien puede prevalecer contra el que está solo, dos lo resistirán. Un cordel de tres {hilos} no se rompe fácilmente.
Aunque el hombre viva dos veces mil años, pero no disfruta de cosas buenas, ¿no van todos al mismo lugar?
Tus dos pechos, como dos crías mellizas de gacela, que pacen entre lirios.
Regresa, regresa, oh Sulamita; regresa, regresa, para que te contemplemos. ¿Por qué habéis de contemplar a la Sulamita, como en la danza de los dos coros?
Tus dos pechos, como dos crías mellizas de gacela.
Por encima de El había serafines; cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.
y dile: ``Estate alerta, y ten calma; no temas ni desmaye tu corazón ante estos dos cabos de tizones humeantes, a causa de la ira encendida de Rezín de Aram y del hijo de Remalías.
Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, será abandonada la tierra cuyos dos reyes tú temes.
Pero quedarán en él rebuscos como cuando se varea el olivo: dos {o} tres aceitunas en la rama más alta, cuatro {o} cinco en las ramas de un árbol fructífero --declara el SEÑOR, Dios de Israel.
Cuando vea hombres montados, jinetes de dos en dos, filas de asnos, filas de camellos, que preste mucha atención, muchísima atención.
He aquí, vienen hombres montados, jinetes de dos en dos. Y {uno} respondió, y dijo: Cayó, cayó Babilonia, y todas las imágenes de sus dioses están destrozadas sobre la tierra.
Hicisteis un depósito entre las dos murallas para las aguas del estanque viejo. Pero no confiasteis en el que lo hizo, ni considerasteis al que hace mucho tiempo lo planeó.
`Ahora pues, te ruego que llegues a un acuerdo con mi señor el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si por tu parte puedes poner jinetes sobre ellos.
Pero estas dos cosas vendrán de repente sobre ti en un mismo día: pérdida de hijos y viudez. Vendrán sobre ti en toda su plenitud a pesar de tus muchas hechicerías, a pesar del gran poder de tus encantamientos.
Estas dos cosas te han acontecido, ¿quién te confortará?; desolación y destrucción, hambre y espada, ¿quién te consolará?
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me han abandonado a mí, fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua.
``Volved, hijos infieles" --declara el SEÑOR--, ``porque yo soy vuestro dueño, y os tomaré, uno de {cada} ciudad y dos de {cada} familia, y os llevaré a Sion."
El SEÑOR me mostró dos cestas de higos colocadas delante del templo del SEÑOR después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, desterró a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a los oficiales de Judá junto con los artesanos y herreros de Jerusalén, y los llevó a Babilonia.
``Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios de la casa del SEÑOR, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, tomó de este lugar y llevó a Babilonia.
Y Hananías habló en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así dice el SEÑOR: ``De esta manera romperé el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, dentro de dos años, del cuello de todas las naciones." Y el profeta Jeremías se fue por su camino.
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