'Eran' en la Biblia
y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán.
Y andando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores.
Luego dijo* a sus siervos: ``La boda está preparada, pero los que fueron invitados no eran dignos.
Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes.
Y acudía a él toda la región de Judea, y toda la gente de Jerusalén, y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán.
Mientras caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, hermano de Simón, echando una red en el mar, porque eran pescadores.
Al desembarcar, El vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.
Los que comieron los panes eran cinco mil hombres.
{Los que comieron} eran unos cuatro mil; y los despidió.
Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor.
No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada.
y lo mismo {les sucedió} también a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
que habían ido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados.
Y he aquí, dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías,
Respondiendo {Jesús,} les dijo: ¿Pensáis que estos galileos eran {más} pecadores que todos los {demás} galileos, porque sufrieron esto?
¿O pensáis que aquellos dieciocho, sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, eran {más} deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalén?
Los fariseos, que eran amantes del dinero, oían todas estas cosas y se burlaban de El.
Eran, pues, siete hermanos; y el primero tomó esposa, y murió sin dejar hijos;
Y llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos con El.
Eran María Magdalena y Juana y María, la {madre} de Jacobo; también las demás {mujeres} con ellas referían estas cosas a los apóstoles.
Los que habían sido enviados eran de los fariseos.
Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas.
Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y {muchos} venían y eran bautizados.
Pero hay algunos de vosotros que no creéis. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que le iba a traicionar.
He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los diste, y han guardado tu palabra.
Sobrevino temor a toda persona; y muchos prodigios y señales eran hechas por los apóstoles.
{estaban allí} el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan y Alejandro, y todos los que eran del linaje de los sumos sacerdotes.
Al ver la confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y sin preparación, se maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús.
La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común.
También la gente de las ciudades en los alrededores de Jerusalén acudía trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos, y todos eran sanados.
Por aquellos días, al multiplicarse {el número} {de} los discípulos, surgió una queja de parte de los {judíos} helenistas en contra de los judíos {nativos,} porque sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria {de los alimentos}.
Porque {de} muchos que tenían espíritus inmundos, {éstos} salían {de ellos} gritando a gran voz; y muchos que habían sido paralíticos y cojos eran sanados.
Y todos los creyentes {que eran} de la circuncisión, que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles,
Y cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión le reprocharon,
Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y diariamente crecían en número.
Y los oficiales informaron esto a los magistrados superiores, y al saber que eran romanos, tuvieron temor.
Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, {para ver} si estas cosas eran así.
Y Crispo, el oficial de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa, y muchos de los corintios, al oír, creían y eran bautizados.
Y siete hijos de un tal Esceva, uno de los principales sacerdotes judíos, eran los que hacían esto.
Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se precipitaron en el teatro, arrastrando consigo a Gayo y a Aristarco, los compañeros de viaje de Pablo, {que eran} de Macedonia.
También algunos de los asiarcas, que eran amigos de Pablo, enviaron a él y repetidamente le rogaron que no se aventurara {a presentarse} en el teatro.
Entonces Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y otra fariseos, alzó la voz en el concilio: Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos; se me juzga a causa de la esperanza de la resurrección de los muertos.
Y los que tramaron esta conjura eran más de cuarenta,
Y esto es precisamente lo que hice en Jerusalén; no sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también, cuando eran condenados a muerte, yo daba mi voto contra {ellos}.
De allí partimos y navegamos al abrigo de {la isla de} Chipre, porque los vientos eran contrarios.
Cuando esto sucedió, los demás habitantes de la isla que tenían enfermedades venían {a él} y eran curados.
Algunos eran persuadidos con lo que se decía, pero otros no creían.
Como también dice en Oseas: A LOS QUE NO ERAN MI PUEBLO, LLAMARE: ``PUEBLO MIO", Y A LA QUE NO ERA AMADA: ``AMADA {mía}."
ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco.
Pero {todavía} no era conocido en persona en las iglesias de Judea que eran en Cristo;
Y de aquellos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas), pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron.
y al reconocer la gracia que se me había dado, Jacobo, Pedro y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra de compañerismo, para que nosotros {fuéramos} a los gentiles y ellos a los de la circuncisión.
Los sacerdotes {anteriores} eran más numerosos porque la muerte les impedía continuar,
por una parte, siendo hechos un espectáculo público en oprobios y aflicciones, y por otra, siendo compañeros de los que eran tratados así.
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
Salieron de nosotros, pero {en realidad} no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero {salieron,} a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros.
no como Caín {que} era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.
Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la blanca lana, como la nieve; sus ojos eran como llama de fuego;
Y el aspecto de las langostas era semejante al de caballos dispuestos para la batalla, y sobre sus cabezas {tenían} como coronas que parecían de oro, y sus caras eran como rostros humanos.
Tenían cabellos como cabellos de mujer, y sus dientes eran como de leones.
Y así es como vi en la visión los caballos y a los que los montaban: {los jinetes} tenían corazas {color} de fuego, de jacinto y de azufre; las cabezas de los caballos {eran} como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre.
La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como los de un oso y su boca como la boca de un león. Y el dragón le dio su poder, su trono y gran autoridad.
Y el fruto que tanto has anhelado se ha apartado de ti, y todas las cosas que eran lujosas y espléndidas se han alejado de ti, y nunca más las hallarán.
luz de lámpara no alumbrará más en ti; tampoco la voz del novio y de la novia se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra, pues todas las naciones fueron engañadas por tus hechicerías.
Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era de una sola perla; y la calle de la ciudad era de oro puro, como cristal transparente.
en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce {clases de} fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol {eran} para sanidad de las naciones.