'Esto' en la Biblia
Mas los primeros capitanes que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta siclos de plata; a más de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo; pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.
Además de esto, en la obra de este muro restauré mi parte, y no compramos heredad; y todos mis criados juntos estaban allí a la obra.
Y lo que se aderezaba para cada día era un buey, seis ovejas escogidas, y aves también se aparejaban para mí, y cada diez días vino en toda abundancia; y con todo esto nunca requerí el pan del capitán, porque la servidumbre de este pueblo era grave.
A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel alianza, y la escribimos, signada de nuestros príncipes, de nuestros levitas, y de nuestros sacerdotes.
Y antes de esto, Eliasib sacerdote, había sido prepósito de la cámara de la Casa de nuestro Dios, pariente de Tobías,
Mas a todo esto, yo no estaba en Jerusalén; porque el año treinta y dos de Artajerjes rey de Babilonia, vine al rey; y al cabo de días fui enviado del rey.
Acuérdate de mí, oh Dios, en orden a esto, y no raigas mis misericordias que hice en la Casa de mi Dios, y en sus guardas.
Y dije a los levitas que se purificaran, y vinieran a guardar las puertas, para santificar el día del sábado. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la muchedumbre de tu misericordia.
¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Bien que en muchas naciones no hubo rey como él, que era amado de su Dios y Dios lo había puesto por rey sobre todo Israel, aun a él hicieron ofender las mujeres extranjeras.
Y entonces dirán esto las princesas de Persia y de Media que oyeren el hecho de la reina, a todos los príncipes del rey; y habrá mucho menosprecio y enojo.
pues envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escribir, y a cada pueblo conforme a su lenguaje, diciendo: Que todo varón sea señor en su casa; y que se publique esto en la lengua de su pueblo.
Y cuando llegaba el tiempo de cada una de las jóvenes para venir al rey Asuero, al cabo de haber estado ya doce meses conforme a la ley acerca de las mujeres (porque así se cumplía el tiempo de sus purificaciones, esto es, seis meses con óleo de mirra, y seis meses con cosas aromáticas y aceites de mujeres),
En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, fue echada Pur, esto es, la suerte, delante de Amán, de día en día y de mes en mes; y salió el mes duodécimo, que es el mes de Adar.
Mas todo esto nada me sirve cada vez que veo al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey.
Y dijo el rey: ¿Qué honra y qué grandeza se hizo a Mardoqueo por esto? Y respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha hecho por él.
Después de esto Mardoqueo se volvió a la puerta del rey, y Amán se fue corriendo a su casa, enlutado y cubierta su cabeza.
En el día trece del mes de Adar fue esto; y reposaron en el día catorce del mismo, y lo hicieron día de banquete y de alegría.
Por esto llamaron a estos días Purim, del nombre Pur. Por todas las palabras pues de esta carta, y por lo que ellos vieron sobre esto, y lo que llegó a su noticia,
En todo esto no pecó Job, ni atribuyó locura a Dios.
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las locas, has hablado. Está bien: recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día.
Y en esto crecería aún consolación, si me asare con dolor sin haber misericordia; no que haya contradicho las palabras del que es Santo.
Tornad ahora, y no haya iniquidad; volved aún a mirar por mi justicia en esto.
Y estas cosas tienes guardadas en tu corazón; yo sé que esto está cerca de ti.
Los rectos se maravillarán de esto, y el inocente se despertará contra el hipócrita.
¿No sabes esto que fue siempre, desde el tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra,
esto también fuera iniquidad comprobada; porque habría negado al Dios soberano.
He aquí en esto no has hablado justamente; yo te responderé que mayor es Dios que el hombre.
Si pues hay en ti entendimiento, oye esto: Escucha la voz de mis palabras.
Y si él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;
¿Piensas ser conforme a derecho esto que dijiste: Más justo soy yo que Dios?
A esto también se espanta mi corazón, y salta de su lugar.
Además de esto con la claridad fatiga las nubes, y las esparce con su luz.
Escucha esto, Job: Repósate, y considera las maravillas de Dios.
¿Has considerado tú hasta las anchuras de la tierra? Declara si sabes todo esto.
¿Es por ventura sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto.
Y después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.
SEÑOR Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad;
Ciertamente conocieron esto todos los que obran iniquidad, que devoran a mi pueblo como si pan comieran; al SEÑOR no invocaron.
Aunque se asiente campamento contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo en esto confío.
Por esto orará a ti todo misericordioso en el tiempo de poder hallarte; ciertamente en la inundación de las muchas aguas no llegarán éstas a él.
Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Restaura mi alma de sus quebranta-mientos, mi vida de los leones.
Y puso en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y esperarán en el SEÑOR.
En esto habré conocido que te he agradado, que mi enemigo no se holgará de mí.
Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti; y no hemos faltado a tu pacto.
¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón.
Oíd esto, pueblos todos; escuchad, habitadores todos del mundo:
Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios; no sea que os arrebate, y no haya quién os libre.
Entonces serán vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare a ti; en esto conozco que Dios es por mí.
Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es la fortaleza.
Pensaré pues para entender esto; es a mis ojos duro trabajo.
Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre.
Con todo esto pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas.
Por esto han conspirado de corazón a una, contra ti han hecho liga;
El hombre necio no sabe, y el loco no entiende esto:
Se escribirá esto para la generación venidera; y el pueblo que se criará, alabará a JAH.
Esto siendo ellos pocos hombres en número, y extranjeros en ella.
Y entiendan que ésta es tu mano; que tú, el SEÑOR, has hecho esto.
De parte del SEÑOR es esto, es maravilla en nuestros ojos.
Esto tuve, porque guardaba tus mandamientos.
Te alabaré; porque me formaste de una manera formidable y maravillosa; y esto mi alma conoce en gran manera.
Bienaventurado el pueblo que tiene esto; bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR.
No ha hecho esto con las otras naciones; las cuales no conocieron sus juicios. Alelu-JAH.
para ejecutar en ellos el juicio escrito; gloria será esto para todos sus misericordiosos. Alelu-JAH.
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y esfuerza tu prójimo.
¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.
Y di mi corazón a conocer la sabiduría, y la ciencia; y las locuras y los desvaríos conocí al fin que aun esto era aflicción de espíritu.
Dije yo también en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.
A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto?
Y fui engrandecido, y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto perseveró conmigo mi sabiduría.
Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al loco me sucederá también a mí. ¿Para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.
¿Y quién sabe si será sabio, o loco, el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que me hice sabio debajo del sol? Esto también es vanidad.
¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.
Porque todos sus días no son sino dolores, y sus ocupaciones molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.
No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.
Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría y ciencia y alegría, mas al pecador le dio la ocupación de que recoja y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
He entendido que todo lo que Dios hace, esto será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; porque Dios lo hace, para que delante de él teman los hombres.
He visto asimismo que todo trabajo y toda rectitud de obras mueve la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Es el hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se sacian de sus riquezas, ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.
No tiene fin todo el pueblo que fue antes de ellos; tampoco los que vendrán después estarán con él contentos. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.
Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho enojo y dolor e ira.
Asimismo, a todo hombre a quien Dios dio riquezas y hacienda, también le dio facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce su trabajo; esto es don de Dios.
El del hombre a quien Dios dio riquezas, y hacienda, y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; mas Dios no le dio facultad de comer de ello, sino que los extraños se lo comen. Esto vanidad es, y enfermedad maligna.
Más vale gozar del bien presente que el deseo errante. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueran mejores que éstos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría.
En el día del bien goza del bien; y en el día del mal abre los ojos y aprende. Dios también hizo esto (el día del mal) delante de lo otro, para que el hombre no halle nada después de él.
Bueno es que tomes de esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque el que a Dios teme, saldrá con todo.
He aquí, esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón;
He aquí, solamente he hallado esto: que Dios hizo al hombre recto, mas ellos buscaron muchas perversiones.
Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que se hace debajo del sol; el tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo.
Entonces vi también que los impíos sepultados vinieron aún en memoria; mas los que frecuentaban el lugar santo, fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde con rectitud habían obrado. Esto también es vanidad.
Hay otra vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos los cuales son pagados como si hicieran obras de impíos; y hay impíos, que son pagados como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.
Por tanto alabé yo la alegría; que no tenga el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba, y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le dio debajo del sol.
Ciertamente a todo esto di mi corazón, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; y que no sabe el hombre ni el amor ni el odio por todo lo que pasa delante de él.
Por la mañana siembra tu simiente, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque tú no sabes cuál es lo mejor, si esto o lo otro, o si ambas son igualmente buenas.
Hijo mío, a más de esto, sé avisado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es aflicción de la carne.
El fin de todo el sermón es oído: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es toda la felicidad del hombre.
¿Quién demandó esto de vuestras manos, cuando venís a ver mi rostro, a hollar mis atrios?