'Había' en la Biblia
- 1.Gé 1:31-Gé 40:10
- 2.Gé 40:16-Éx 39:29
- 3.Éx 39:31-Deuteronomio 22:27
- 4.Deuteronomio 28:68-Jueces 17:6
- 5.Jueces 17:7-2 Samuel 6:17
- 6.2 Samuel 7:1-1 Reyes 11:10
- 7.1 Reyes 11:21-2 Reyes 14:3
- 8.2 Reyes 14:25-1 Crónicas 27:5
- 9.1 Crónicas 27:7-2 Crónicas 31:1
- 10.2 Crónicas 31:19-Ester 9:26
- 11.Job 2:11-Jeremías 52:2
- 12.Jeremías 52:6-Daniel 2:35
- 13.Daniel 3:2-Marcos 6:14
- 14.Marcos 6:17-Juan 2:25
- 15.Juan 3:1-Hechos 13:12
- 16.Hechos 14:8-Apocalipsis 21:13
Cuando el jefe de los panaderos vio que había interpretado favorablemente, dijo a José: Yo también {vi} en mi sueño, y he aquí, {había} tres cestas de pan blanco sobre mi cabeza;
y sobre la cesta de encima {había} toda clase de manjares hechos por un panadero para Faraón, y las aves los comían de la cesta sobre mi cabeza.
pero ahorcó al jefe de los panaderos, tal como les había interpretado José.
Y aconteció que tal como nos lo había interpretado, así sucedió; a mí me restableció {Faraón} en mi puesto, pero al otro lo ahorcó.
Pero he aquí, otras siete vacas subieron detrás de ellas, pobres, de muy mal aspecto y flacas, de tal fealdad como yo nunca había visto en toda la tierra de Egipto.
Cuando pasaron los siete años de abundancia que había habido en la tierra de Egipto,
y comenzaron a venir los siete años de hambre, tal como José había dicho, entonces hubo hambre en todas las tierras; pero en toda la tierra de Egipto había pan.
Viendo Jacob que había alimento en Egipto, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando?
Y fueron los hijos de Israel con los que iban a comprar {grano,} pues también había hambre en la tierra de Canaán.
José había reconocido a sus hermanos, aunque ellos no lo habían reconocido.
José se acordó de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo: Sois espías; habéis venido para ver las partes indefensas de nuestra tierra.
Ellos, sin embargo, no sabían que José los entendía, porque había un intérprete entre él y ellos.
Cuando llegaron a su padre Jacob en la tierra de Canaán, le contaron todo lo que les había sucedido:
Y mi copa, la copa de plata, ponla en la boca del costal del menor, con el dinero de su grano. Y él hizo conforme a lo que había dicho José.
José no pudo ya contenerse delante de todos los que estaban junto a él, y exclamó: Haced salir a todos de mi lado. Y no había nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanos.
Pero cuando ellos le contaron todas las cosas que José les había dicho, y cuando vio las carretas que José había enviado para llevarlo, el espíritu de su padre Jacob revivió.
Entonces Jacob partió de Beerseba; y los hijos de Israel llevaron a su padre Jacob, y a sus pequeños y a sus mujeres, en las carretas que Faraón había enviado para llevarlo.
Así, pues, José estableció {allí} a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramsés, como Faraón había mandado.
No había alimento en toda la tierra, de modo que el hambre era muy severa, y la tierra de Egipto y la tierra de Canaán languidecían a causa del hambre.
Y José recogió todo el dinero que había en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán a cambio del grano que {le} compraban, y José trajo el dinero a la casa de Faraón.
Cuando José vio que su padre había puesto su mano derecha sobre la cabeza de Efraín, esto le desagradó; y asió la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.
Sus hijos, pues, hicieron con él tal como les había mandado;
pues sus hijos lo llevaron a la tierra de Canaán, y lo sepultaron en la cueva del campo de Macpela, frente a Mamre, la cual Abraham había comprado de Efrón hitita, junto con el campo para posesión de una sepultura.
Al ver los hermanos de José que su padre había muerto, dijeron: Quizá José guarde rencor contra nosotros, y de cierto nos devuelva todo el mal que le hicimos.
Y se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no había conocido a José;
Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron como el rey de Egipto les había mandado, sino que dejaron con vida a los niños.
Entonces miró alrededor y cuando vio que no había nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
Entonces El dijo: Vuelve a meter la mano en tu seno. Y él volvió a meter la mano en su seno, y cuando la sacó de su seno, he aquí, se había vuelto como {el resto de} su carne.
Y {Dios} lo dejó. Ella había dicho entonces: {Eres} esposo de sangre, a causa de la circuncisión.
Y contó Moisés a Aarón todas las palabras del SEÑOR con las cuales le enviaba, y todas las señales que le había mandado {hacer}.
y Aarón habló todas las palabras que Dios había hablado a Moisés. {Este} hizo entonces las señales en presencia del pueblo,
y el pueblo creyó. Y al oír que el SEÑOR había visitado a los hijos de Israel y había visto su aflicción, se postraron y adoraron.
Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón e hicieron tal como el SEÑOR {les} había mandado; y Aarón echó su vara delante de Faraón y de sus siervos, y {ésta} se convirtió en serpiente.
Pero el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho.
Así lo hicieron Moisés y Aarón, tal como el SEÑOR {les} había ordenado. Y alzó {Aarón} la vara y golpeó las aguas que {había} en el Nilo ante los ojos de Faraón y de sus siervos, y todas las aguas que {había} en el Nilo se convirtieron en sangre.
Y los peces que {había} en el Nilo murieron y el río se corrompió, de manera que los egipcios no podían beber agua del Nilo. Y había sangre por toda la tierra de Egipto.
Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos; y el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho.
Entonces Moisés y Aarón salieron de {la presencia de} Faraón, y Moisés clamó al SEÑOR acerca de las ranas que El había puesto sobre Faraón.
Pero al ver Faraón que había alivio, endureció su corazón y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho.
Entonces los magos dijeron a Faraón: Este es el dedo de Dios. Pero el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho.
Y Faraón envió {a ver,} y he aquí, ni un solo {animal} de los ganados de Israel había perecido. Pero el corazón de Faraón se endureció y no dejó ir al pueblo.
Y el SEÑOR endureció el corazón de Faraón y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho a Moisés.
Y hubo granizo muy intenso, y fuego centelleando continuamente en medio del granizo, muy pesado, tal como no había habido en toda la tierra de Egipto desde que llegó a ser una nación.
Y el granizo hirió todo lo que había en el campo por toda la tierra de Egipto, tanto hombres como animales; el granizo hirió también toda planta del campo, y destrozó todos los árboles del campo.
Y se endureció el corazón de Faraón y no dejó ir a los hijos de Israel, tal como el SEÑOR había dicho por medio de Moisés.
Y subieron las langostas sobre toda la tierra de Egipto y se asentaron en todo el territorio de Egipto; {y eran} muy numerosas. Nunca había habido {tantas} langostas como entonces, ni las habría después.
Porque cubrieron la faz de toda la tierra, y la tierra se oscureció; y se comieron toda planta de la tierra y todo el fruto de los árboles que el granizo había dejado. Así que nada verde quedó en árbol o planta del campo por toda la tierra de Egipto.
Los hijos de Israel fueron y lo hicieron {así;} tal como el SEÑOR había mandado a Moisés y a Aarón, así lo hicieron.
Y se levantó Faraón en la noche, él con todos sus siervos y todos los egipcios; y hubo gran clamor en Egipto, porque no había hogar donde no hubiera alguien muerto.
Y de la masa que habían sacado de Egipto, cocieron tortas de pan sin levadura, pues no se había leudado, ya que al ser echados de Egipto, no pudieron demorarse ni preparar alimentos para sí mismos.
Y {así} lo hicieron todos los hijos de Israel; hicieron tal como el SEÑOR había mandado a Moisés y a Aarón.
Y Moisés tomó consigo los huesos de José, pues éste había hecho jurar solemnemente a los hijos de Israel, diciendo: Ciertamente os visitará Dios, y {entonces} llevaréis de aquí mis huesos con vosotros.
Cuando le anunciaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, Faraón y sus siervos cambiaron de actitud hacia el pueblo, y dijeron: ¿Qué es esto que hemos hecho, que hemos permitido que Israel se fuera, dejando de servirnos?
Y dijeron a Moisés: ¿Acaso no había sepulcros en Egipto para que nos sacaras a morir en el desierto? ¿Por qué nos has tratado de esta manera, sacándonos de Egipto?
Y el ángel de Dios que había ido delante del campamento de Israel, se apartó, e iba tras ellos; y la columna de nube que había ido delante de ellos, se apartó, y se les puso detrás.
Y las aguas volvieron y cubrieron los carros y la caballería, a todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó ni uno de ellos.
Cuando Israel vio el gran poder que el SEÑOR había usado contra los egipcios, el pueblo temió al SEÑOR, y creyeron en el SEÑOR y en Moisés, su siervo.
Llegaron a Elim, donde {había} doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.
Y sucedió que por la tarde subieron las codornices y cubrieron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento.
Cuando la capa de rocío se evaporó, he aquí, sobre la superficie del desierto había una cosa delgada, como copos, menuda, como la escarcha sobre la tierra.
Cuando lo midieron con el gomer, al que había recogido mucho no le sobró, ni le faltó al que había recogido poco; cada uno había recogido lo que iba a comer.
Y lo guardaron hasta la mañana como Moisés había mandado, y no se pudrió ni hubo en él gusano alguno.
Toda la congregación de los hijos de Israel marchó por jornadas desde el desierto de Sin, conforme al mandamiento del SEÑOR; y acamparon en Refidim, y no había agua para que el pueblo bebiera.
Y Jetro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, oyó de todo lo que Dios había hecho por Moisés y por su pueblo Israel, cómo el SEÑOR había sacado a Israel de Egipto.
Entonces Jetro, suegro de Moisés, tomó a Séfora, mujer de Moisés, después que {éste} la había enviado {a su casa,}
y a sus dos hijos, uno de los cuales se llamaba Gersón, pues {Moisés} había dicho: He sido peregrino en tierra extranjera,
y el nombre del otro {era} Eliezer, pues {había dicho:} El Dios de mi padre {fue} mi ayuda y me libró de la espada de Faraón.
Y Moisés contó a su suegro todo lo que el SEÑOR había hecho a Faraón y a los egipcios por amor a Israel, todas las dificultades que les habían sobrevenido en el camino y {cómo} los había librado el SEÑOR.
Y se alegró Jetro de todo el bien que el SEÑOR había hecho a Israel, al librarlo de la mano de los egipcios.
Moisés escuchó a su suegro, e hizo todo lo que él había dicho.
Entonces Moisés fue y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso delante de ellos todas estas palabras que el SEÑOR le había mandado.
Y todo el monte Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego; el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía con violencia.
Si ella no agrada a su amo que la había destinado para sí, permitirá que sea redimida. Pero no podrá venderla a un pueblo extranjero, por haberla tratado con engaño.
Sin embargo, si el buey tenía desde antes el hábito de acornear, y su dueño había sido advertido, pero no lo había encerrado, y mata a un hombre o a una mujer, el buey será apedreado, y su dueño también morirá.
Pero {si} sabía que el buey tenía desde antes el hábito de acornear y su dueño no lo había encerrado, ciertamente pagará buey por buey, y el {buey} muerto será suyo.
y vieron al Dios de Israel, y debajo de sus pies {había} como un embaldosado de zafiro, tan claro como el mismo cielo.
Y el SEÑOR desistió de {hacer} el daño que había dicho que haría a su pueblo.
Y viendo Moisés al pueblo desenfrenado, porque Aarón les había permitido el desenfreno para ser burla de sus enemigos,
Y el SEÑOR hirió al pueblo por lo que hicieron con el becerro que Aarón había hecho.
Porque el SEÑOR había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: ``Sois un pueblo de dura cerviz; si por un momento yo me presentara en medio de ti, te destruiría. Ahora pues, quítate tus atavíos, para que yo sepa qué he de hacer contigo."
Moisés, pues, labró dos tablas de piedra como las anteriores, se levantó muy de mañana y subió al monte Sinaí, como el SEÑOR le había mandado, llevando en su mano las dos tablas de piedra.
Y después se acercaron todos los hijos de Israel, y él les mandó {que hicieran} todo lo que el SEÑOR había hablado con él en el monte Sinaí.
Pero siempre que Moisés entraba a la presencia del SEÑOR para hablar con El, se quitaba el velo hasta que salía; y siempre que salía y decía a los hijos de Israel lo que se le había mandado,
Los hijos de Israel, todos los hombres y mujeres cuyo corazón los movía a traer {algo} para toda la obra que el SEÑOR había ordenado por medio de Moisés que se hiciera, trajeron una ofrenda voluntaria al SEÑOR.
Entonces llamó Moisés a Bezaleel y a Aholiab y a toda persona hábil en quien el SEÑOR había puesto sabiduría, y a todo aquel cuyo corazón le impulsaba a venir a la obra para hacerla.
Había ocho tablas con sus basas de plata; dieciséis basas, dos basas debajo de cada tabla.
{Había} tres copas en forma de {flor de} almendro, un cáliz y una flor en un brazo, y tres copas en forma de {flor de} almendro, un cáliz y una flor en el otro brazo; así en los seis brazos que salían del candelabro.
Y en {la caña} del candelabro {había} cuatro copas en forma de {flor de} almendro, con sus cálices y sus flores.
Y había un cáliz debajo de los dos {primeros} brazos {que salían} de él, y un cáliz debajo de los dos {siguientes} brazos {que salían} de él, y un cáliz debajo de los dos {últimos} brazos {que salían} de él; {así} con los seis brazos que salían del candelabro.
Por el lado norte {había} cien codos; sus veinte columnas con sus veinte basas {eran} de bronce, los ganchos de las columnas y sus molduras {eran} de plata.
Por el lado occidental {había} cortinas de cincuenta codos {con} sus diez columnas y sus diez basas; los ganchos de las columnas y sus molduras {eran} de plata.
y lo mismo al otro lado. A los dos lados de la puerta del atrio {había} cortinas de quince codos, {con} sus tres columnas y sus tres basas.
Y Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá, hizo todo lo que el SEÑOR había mandado a Moisés.
Además, de la {tela} azul, púrpura y escarlata hicieron vestiduras finamente tejidas para ministrar en el lugar santo, {y} también hicieron las vestiduras sagradas para Aarón, tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.
Y el cinto hábilmente tejido que estaba sobre él, era del mismo {material,} de la misma hechura: de oro, de {tela} azul, púrpura y escarlata y de lino fino torcido, tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.
Y las puso sobre las hombreras del efod, {como} piedras memoriales para los hijos de Israel, tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.
Ataron el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón azul, para que estuviera sobre el cinto tejido del efod y para que el pectoral no se desprendiera del efod, tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.
alternando una campanilla y una granada alrededor de todo el borde del manto para el servicio, tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.
y el cinturón de lino fino torcido, de azul, púrpura y escarlata, obra de tejedor, tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.
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- 1.Gé 1:31-Gé 40:10
- 2.Gé 40:16-Éx 39:29
- 3.Éx 39:31-Deuteronomio 22:27
- 4.Deuteronomio 28:68-Jueces 17:6
- 5.Jueces 17:7-2 Samuel 6:17
- 6.2 Samuel 7:1-1 Reyes 11:10
- 7.1 Reyes 11:21-2 Reyes 14:3
- 8.2 Reyes 14:25-1 Crónicas 27:5
- 9.1 Crónicas 27:7-2 Crónicas 31:1
- 10.2 Crónicas 31:19-Ester 9:26
- 11.Job 2:11-Jeremías 52:2
- 12.Jeremías 52:6-Daniel 2:35
- 13.Daniel 3:2-Marcos 6:14
- 14.Marcos 6:17-Juan 2:25
- 15.Juan 3:1-Hechos 13:12
- 16.Hechos 14:8-Apocalipsis 21:13