'Había' en la Biblia
- 1.Gé 1:31-Gé 40:10
- 2.Gé 40:16-Éx 39:29
- 3.Éx 39:31-Deuteronomio 22:27
- 4.Deuteronomio 28:68-Jueces 17:6
- 5.Jueces 17:7-2 Samuel 6:17
- 6.2 Samuel 7:1-1 Reyes 11:10
- 7.1 Reyes 11:21-2 Reyes 14:3
- 8.2 Reyes 14:25-1 Crónicas 27:5
- 9.1 Crónicas 27:7-2 Crónicas 31:1
- 10.2 Crónicas 31:19-Ester 9:26
- 11.Job 2:11-Jeremías 52:2
- 12.Jeremías 52:6-Daniel 2:35
- 13.Daniel 3:2-Marcos 6:14
- 14.Marcos 6:17-Juan 2:25
- 15.Juan 3:1-Hechos 13:12
- 16.Hechos 14:8-Apocalipsis 21:13
Y había un joven de Belén de Judá, de la familia de Judá, que era levita y forastero allí.
En aquellos días no había rey en Israel. Y por aquel tiempo la tribu de los danitas buscaba para sí una heredad donde habitar, porque hasta entonces ésta no se le había asignado como posesión entre las tribus de Israel.
Entonces los cinco hombres salieron y llegaron a Lais y vieron al pueblo que {había} en ella viviendo en seguridad, tranquilo y confiado, según la costumbre de los sidonios; porque no había gobernante humillándo{los} en nada en aquella tierra, y estaban lejos de los sidonios, y no tenían relaciones con nadie.
Entonces ellos tomaron lo que Micaía había hecho, y al sacerdote que le había pertenecido, y llegaron a Lais, a un pueblo tranquilo y confiado; y los hirieron a filo de espada e incendiaron la ciudad.
Y no había nadie que la librara, porque estaba lejos de Sidón, en el valle que está cerca de Bet-rehob, y ellos no tenían trato con nadie. Y reedificaron la ciudad y habitaron en ella.
Levantaron, pues, para sí la imagen tallada que Micaía había hecho, todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo.
En aquellos días, cuando no había rey en Israel, había un levita que residía en la parte más remota de la región montañosa de Efraín, el cual tomó para sí una concubina de Belén de Judá.
Cuando {estaban} cerca de Jebús, el día casi había declinado; y el criado dijo a su señor: Te ruego que vengas, nos desviemos, y entremos en esta ciudad de los jebuseos y pasemos la noche en ella.
Entonces el levita, marido de la mujer que había sido asesinada, respondió y dijo: Vine con mi concubina a pasar la noche en Guibeá de Benjamín.
Y dijeron: ¿Cuál de las tribus de Israel no subió al SEÑOR en Mizpa? Y he aquí que ninguno de Jabes-galaad había venido al campamento, a la asamblea.
Volvieron entonces {los} de Benjamín, y les dieron las mujeres que habían guardado vivas de {entre} las mujeres de Jabes-galaad; mas no había suficientes para todos.
Y el pueblo tuvo tristeza por Benjamín, porque el SEÑOR había abierto una brecha en las tribus de Israel.
En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus ojos.
Entonces se levantó con sus nueras para regresar de la tierra de Moab, porque ella había oído en la tierra de Moab que el SEÑOR había visitado a su pueblo dándole alimento.
Y ella espigó en el campo hasta el anochecer, y desgranó lo que había espigado y fue como un efa de cebada.
Y {lo} tomó y fue a la ciudad, y su suegra vio lo que había recogido. Y sacó también lo que le había sobrado después de haberse saciado y se lo dio a Noemí.
Entonces su suegra le dijo: ¿Dónde espigaste y dónde trabajaste hoy? Bendito sea aquel que se fijó en ti. Y ella informó a su suegra con quién había trabajado, y dijo: El hombre con el que trabajé hoy se llama Booz.
Descendió, pues, a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado.
Cuando llegó a {donde estaba} su suegra, {ésta} dijo: ¿Cómo te fue, hija mía? Y le contó todo lo que el hombre había hecho por ella.
Y Booz subió a la puerta y allí se sentó, y he aquí que el pariente más cercano de quien Booz había hablado iba pasando, y le dijo: Eh, tú, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó.
Había un hombre de Ramataim de Zofim, de la región montañosa de Efraín, que se llamaba Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo.
pero a Ana le daba una doble porción, pues él amaba a Ana, aunque el SEÑOR no le había dado hijos.
Y su rival la provocaba amargamente para irritarla, porque el SEÑOR no le había dado hijos.
Por tanto, el SEÑOR, Dios de Israel, declara: ``Ciertamente yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí para siempre"; pero ahora el SEÑOR declara: ``Lejos esté esto de mí, porque yo honraré a los que me honran, y los que me menosprecian serán tenidos en poco.
cuando la lámpara de Dios aún no se había apagado y Samuel estaba acostado en el templo del SEÑOR donde {estaba} el arca de Dios,
Y Samuel no conocía aún al SEÑOR, ni se le había revelado aún la palabra del SEÑOR.
Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, supo que Samuel había sido confirmado como profeta del SEÑOR.
Al oír los filisteos el ruido del clamor, dijeron: ¿Qué {significa} el ruido de este gran clamor en el campamento de los hebreos? Entonces comprendieron que el arca del SEÑOR había llegado al campamento.
Y sucedió que cuando mencionó el arca de Dios, {Elí} cayó de su asiento hacia atrás, junto a la puerta, se rompió la nuca y murió, pues {era} entrado en años y pesaba mucho. Había juzgado a Israel cuarenta años.
Y su nuera, la mujer de Finees, estaba encinta y a punto de dar a luz, y al oír la noticia que el arca de Dios había sido tomada y que su suegro y su marido habían muerto, se arrodilló y dio a luz, porque le sobrevinieron los dolores.
A la mañana siguiente, cuando los de Asdod se levantaron temprano, he aquí que Dagón había caído rostro en tierra delante del arca del SEÑOR. Y tomaron a Dagón y lo pusieron otra vez en su lugar.
Pero al levantarse temprano al día siguiente, he aquí que Dagón había caído rostro en tierra delante del arca del SEÑOR. Y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos {estaban} cortadas sobre el umbral; sólo el tronco le quedaba a Dagón.
Enviaron, pues, y reunieron a todos los príncipes de los filisteos, y dijeron: Sacad de aquí el arca del Dios de Israel, y que vuelva a su sitio, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo. Porque había un pánico mortal por toda la ciudad; la mano de Dios se hizo muy pesada allí.
Y el carro llegó al campo de Josué el bet-semita y se detuvo allí donde {había} una gran piedra; y ellos partieron la madera del carro y ofrecieron las vacas en holocausto al SEÑOR.
{El Señor} hirió a los hombres de Bet-semes porque habían mirado dentro del arca del SEÑOR. De todo el pueblo hirió a cincuenta mil setenta hombres, y el pueblo lloró porque el SEÑOR había herido al pueblo con gran mortandad.
Entonces Samuel habló todas las palabras del SEÑOR al pueblo que le había pedido rey.
Había un hombre de Benjamín que se llamaba Cis, hijo de Abiel, hijo de Zeror, hijo de Becorat, hijo de Afía, hijo de un benjamita, un hombre poderoso {e} influyente.
Y tenía un hijo que se llamaba Saúl, joven y bien parecido. No había otro más bien parecido que él entre los hijos de Israel; de los hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo.
Ahora bien, un día antes de la llegada de Saúl, el SEÑOR había revelado esto a Samuel diciendo:
Y Saúl respondió a su tío: Nos hizo saber claramente que las asnas habían sido halladas. Pero {Saúl} no le contó acerca del asunto del reino que Samuel {le} había mencionado.
También Saúl se fue a su casa en Guibeá, y con él fueron los valientes cuyos corazones Dios había tocado.
Y todo Israel oyó decir que Saúl había herido la guarnición de los filisteos, y también que Israel se había hecho odioso a los filisteos. Entonces el pueblo se reunió con Saúl en Gilgal.
El esperó siete días, conforme al tiempo que Samuel había señalado, pero Samuel no llegaba a Gilgal, y el pueblo se le dispersaba.
Y sucedió que en el día de la batalla, no había espada ni lanza en mano de ninguna de la gente que {estaba} con Saúl y Jonatán, pero {sí las} había {en mano} de Saúl y de su hijo Jonatán.
y Ahías, hijo de Ahitob, hermano de Icabod, hijo de Finees, hijo de Elí, el sacerdote del SEÑOR en Silo, llevaba un efod. Y el pueblo no sabía que Jonatán se había ido.
Y entre los desfiladeros por donde Jonatán intentaba cruzar a la guarnición de los filisteos, {había} un peñasco agudo por un lado, y un peñasco agudo por el otro lado; el nombre de uno era Boses y el nombre del otro Sene.
Y Saúl y todo el pueblo que {estaba} con él se agruparon y fueron a la batalla, y he aquí que la espada de cada hombre se volvía contra su compañero, {y había} gran confusión.
Mas los hombres de Israel estaban en gran aprieto aquel día, porque Saúl había puesto al pueblo bajo juramento, diciendo: Maldito sea el hombre que tome alimento antes del anochecer, {antes} que me haya vengado de mis enemigos. Y nadie del pueblo probó alimento.
Y todo {el pueblo de} la tierra entró en el bosque, y había miel en el suelo.
Pero Jonatán no había oído cuando su padre puso al pueblo bajo juramento; por lo cual extendió la punta de la vara que {llevaba} en su mano, la metió en un panal de miel y se llevó la mano a la boca, y brillaron sus ojos.
Samuel no vio más a Saúl hasta el día de su muerte. Y Samuel lloraba por Saúl, pues el SEÑOR se había arrepentido de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel.
Y se levantó David muy de mañana, dejó el rebaño con un guarda, y tomando {las provisiones,} se fue como Isaí le había mandado. Llegó al perímetro del campamento cuando el ejército salía en orden de batalla, lanzando el grito de guerra.
Cuando se supieron las palabras que David había hablado, se {lo} dijeron a Saúl, y él lo hizo venir.
David se ciñó la espada sobre sus ropas militares y trató de caminar, pues no se {las} había probado {antes.} Entonces David dijo a Saúl: No puedo caminar con esto, pues no tengo experiencia con {ellas.} David se las quitó,
Así venció David al filisteo con una honda y una piedra, e hirió al filisteo y lo mató; mas no había espada en la mano de David.
Mas Saúl temía a David, porque el SEÑOR estaba con él y se había apartado de Saúl.
Y los siervos de Saúl le informaron conforme a estas palabras {que} David había hablado.
Huyó, pues, David y escapó, y fue a {donde estaba} Samuel en Ramá, y le contó todo lo que Saúl le había hecho. Y él y Samuel fueron y se quedaron en Naiot.
Entonces Saúl le arrojó la lanza para matarlo; así Jonatán supo que su padre había decidido matar a David.
Jonatán se levantó de la mesa ardiendo en ira y no comió pan el segundo día de la luna nueva, pues estaba entristecido por David, porque su padre le había afrentado.
Cuando el muchacho llegó a la saeta que Jonatán había tirado, Jonatán le gritó al muchacho, y dijo: ¿No está la saeta más allá de ti?
Entonces el sacerdote le dio {pan} consagrado; porque allí no había {otro} pan, sino el pan de la Presencia que había sido quitado de delante del SEÑOR para colocar pan caliente {en su lugar} al ser retirado.
Todo el que estaba en apuros, todo el que estaba endeudado y todo el que estaba descontento se unió a él, y él vino a ser jefe sobre ellos. Y había con él unos cuatrocientos hombres.
Y Abiatar avisó a David que Saúl había matado a los sacerdotes del SEÑOR.
Cuando se avisó a Saúl que David había ido a Keila, Saúl dijo: Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en una ciudad con doble puerta y barras.
Se levantó, pues, David con sus hombres, como seiscientos, y salieron de Keila y anduvieron de un lugar a otro. Cuando a Saúl le informaron que David se había escapado de Keila, cesó de perseguirlo.
Y se dio cuenta David que Saúl había salido para quitarle la vida; y David {se encontraba} en el desierto de Zif, en Hores.
Llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde {había} una cueva, y Saúl entró {en ella} para hacer sus necesidades. Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva.
Aconteció después de esto que la conciencia de David le remordía, porque había cortado la orilla {del manto} de Saúl.
Y {había} un hombre en Maón que tenía sus bienes en Carmel; el hombre era muy rico y tenía tres mil ovejas y mil cabras; y estaba en Carmel trasquilando sus ovejas.
Y David había dicho: Ciertamente, en vano he guardado todo lo que este {hombre} tiene en el desierto, de modo que nada se perdió de todo lo suyo; y él me ha devuelto mal por bien.
Recibió David de su mano lo que ella había traído y le dijo: Sube en paz a tu casa. Mira, te he escuchado y te he concedido tu petición.
Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea el SEÑOR, que ha defendido la causa de mi afrenta de manos de Nabal, y ha preservado a su siervo del mal. El SEÑOR también ha devuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Entonces David envió a hablar con Abigail, para tomarla para sí por mujer.
David había tomado también a Ahinoam de Jezreel, y ambas fueron mujeres suyas.
Pues Saúl había dado a su hija Mical, mujer de David, a Palti, hijo de Lais, que {era} de Galim.
Se levantó David y vino al lugar donde Saúl había acampado. Y vio David el lugar donde estaban acostados Saúl y Abner, hijo de Ner, el comandante de su ejército; Saúl dormía en medio del campamento y el pueblo estaba acampado alrededor de él.
Tomó, pues, David la lanza y la vasija de agua de {junto a} la cabecera de Saúl, y se fueron; pero nadie {lo} vio ni {lo} supo, tampoco nadie se despertó, pues todos estaban dormidos, ya que un sueño profundo de parte del SEÑOR había caído sobre ellos.
Y le dieron la noticia a Saúl que David había huido a Gat, y no lo buscó más.
Samuel había muerto, y todo Israel lo había llorado, y lo habían sepultado en Ramá su ciudad. Y Saúl había echado de la tierra a los médium y espiritistas.
Al instante Saúl cayó por tierra cuan largo era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; además estaba sin fuerzas, porque no había comido nada en todo el día y toda la noche.
Cuando llegaron David y sus hombres a la ciudad, he aquí que había sido quemada, y que sus mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido llevados cautivos.
{También} le dieron un pedazo de torta de higos y dos racimos de uvas pasas y comió, y su espíritu se reanimó; porque no había comido pan ni bebido agua en tres días y tres noches.
Al ver su escudero que Saúl había muerto, él también se echó sobre su espada y murió con él.
Dijo David al joven que se lo había contado: ¿Cómo sabes que Saúl y su hijo Jonatán han muerto?
El joven que se lo había contado, dijo: Yo estaba por casualidad en el monte Gilboa, y he aquí, Saúl estaba apoyado sobre su lanza. Y he aquí que los carros y los jinetes lo perseguían de cerca.
Dijo David al joven que se lo había contado: ¿De dónde eres? Y él respondió: Soy hijo de un extranjero, un amalecita.
Pero Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Saúl, había tomado a Is-boset, hijo de Saúl, y lo llevó a Mahanaim.
Pero él rehusó apartarse; por tanto, Abner lo hirió en el estómago con el regatón de la lanza, y la lanza le salió por la espalda; allí cayó, y allí mismo murió. Y sucedió que todos los que venían al lugar donde Asael había caído y muerto, se detenían.
Sucedió que durante la guerra que había entre la casa de Saúl y la casa de David, Abner se fortaleció en la casa de Saúl.
Y Saúl había tenido una concubina cuyo nombre era Rizpa, hija de Aja; y dijo Is-boset a Abner: ¿Por qué te has llegado a la concubina de mi padre?
He aquí, los siervos de David y Joab vinieron de hacer una incursión trayendo consigo mucho botín; pero Abner no estaba con David en Hebrón, porque él lo había despedido y se había ido en paz.
Así pues, Joab y su hermano Abisai mataron a Abner porque él había dado muerte a Asael, hermano de ellos, en la batalla de Gabaón.
Y entonó el rey una {elegía} por Abner, y dijo: ¿Había de morir Abner como muere un insensato?
Así todo el pueblo y todo Israel comprendió aquel día que no había sido el deseo del rey de que se diera muerte a Abner, hijo de Ner.
Cuando oyó Is-boset, hijo de Saúl, que Abner había sido muerto en Hebrón, se amedrentó, y todo Israel se turbó.
Y comprendió David que el SEÑOR lo había confirmado por rey sobre Israel, y que había exaltado su reino por amor a su pueblo Israel.
Al oír los filisteos que David había sido ungido rey sobre Israel, todos los filisteos subieron a buscar a David; y cuando David se enteró, bajó a la fortaleza;
David lo hizo así, tal como el SEÑOR le había ordenado, e hirió a los filisteos desde Geba hasta Gezer.
Entonces David se enojó porque el SEÑOR había estallado en ira contra Uza, y llamó aquel lugar Pérez-uza hasta el día de hoy.
Metieron el arca del SEÑOR y la colocaron en su lugar dentro de la tienda que David había levantado para ella, y David ofreció holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR.
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- 2.Gé 40:16-Éx 39:29
- 3.Éx 39:31-Deuteronomio 22:27
- 4.Deuteronomio 28:68-Jueces 17:6
- 5.Jueces 17:7-2 Samuel 6:17
- 6.2 Samuel 7:1-1 Reyes 11:10
- 7.1 Reyes 11:21-2 Reyes 14:3
- 8.2 Reyes 14:25-1 Crónicas 27:5
- 9.1 Crónicas 27:7-2 Crónicas 31:1
- 10.2 Crónicas 31:19-Ester 9:26
- 11.Job 2:11-Jeremías 52:2
- 12.Jeremías 52:6-Daniel 2:35
- 13.Daniel 3:2-Marcos 6:14
- 14.Marcos 6:17-Juan 2:25
- 15.Juan 3:1-Hechos 13:12
- 16.Hechos 14:8-Apocalipsis 21:13