'La' en la Biblia
estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
Es justo que yo sienta esto acerca de todos vosotros, porque os llevo en el corazón, pues tanto en mis prisiones como en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia.
llenos del fruto de justicia que {es} por medio de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.
de tal manera que mis prisiones por {la causa de} Cristo se han hecho notorias en toda la guardia pretoriana y a todos los demás;
y que la mayoría de los hermanos, confiando en el Señor por causa de mis prisiones, tienen mucho más valor para hablar la palabra de Dios sin temor.
Algunos, a la verdad, predican a Cristo aun por envidia y rivalidad, pero también otros {lo hacen} de buena voluntad;
éstos {lo hacen} por amor, sabiendo que he sido designado para la defensa del evangelio;
Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones y la suministración del Espíritu de Jesucristo,
Pero si el vivir en la carne, esto {significa} para mí {una} labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger,
y sin embargo, continuar en la carne es más necesario por causa de vosotros.
Y convencido de esto, sé que permaneceré y continuaré con todos vosotros para vuestro progreso y gozo en la fe,
Solamente comportaos de una manera digna del evangelio de Cristo, de modo que ya sea que vaya a veros, o que permanezca ausente, pueda oír que vosotros estáis firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio;
Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra,
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo,
sosteniendo firmemente la palabra de vida, a fin de que yo tenga motivo para gloriarme en el día de Cristo, ya que no habré corrido en vano ni habré trabajado en vano.
Y también vosotros, {os ruego,} regocijaos de la misma manera, y compartid vuestro gozo conmigo.
Pero vosotros conocéis sus probados méritos, que sirvió conmigo en la propagación del evangelio como un hijo {sirve} a su padre.
porque estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, arriesgando su vida para completar lo que faltaba en vuestro servicio hacia mí.
Cuidaos de los perros, cuidaos de los malos obreros, cuidaos de la falsa circuncisión;
porque nosotros somos la {verdadera} circuncisión, que adoramos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no poniendo la confianza en la carne,
aunque yo mismo podría confiar también en la carne. Si algún otro cree {tener motivo para} confiar en la carne, yo mucho más:
circuncidado el octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;
en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de la ley, hallado irreprensible.
y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de {la} ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que {procede} de Dios sobre la base de la fe,
{y} conocerle a El, el poder de su resurrección y la participación en sus padecimientos, llegando a ser como El en su muerte,
a fin de llegar a la resurrección de entre los muertos.
prosigo hacia la meta para {obtener} el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
sin embargo, continuemos viviendo según la misma {norma} que hemos alcanzado.
Porque muchos andan como os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando, {que son} enemigos de la cruz de Cristo,
En verdad, fiel compañero, también te ruego que ayudes a estas {mujeres} que han compartido mis luchas en {la causa} del evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
Me alegré grandemente en el Señor de que ya al fin habéis reavivado vuestro cuidado para conmigo; en verdad, {antes} os preocupabais, pero os faltaba la oportunidad.
Y vosotros mismos también sabéis, filipenses, que al comienzo {de la predicación} del evangelio, después que partí de Macedonia, ninguna iglesia compartió conmigo en cuestión de dar y recibir, sino vosotros solos;
No es que busque la dádiva en sí, sino que busco fruto que aumente en vuestra cuenta.
A nuestro Dios y Padre {sea} la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Todos los santos os saludan, especialmente los de la casa del César.
La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.