'Le' en la Biblia
Y paróse una hermana suya á lo lejos, para ver lo que le acontecería.
La cual le parió un hijo, y él le puso por nombre Gersom: porque dijo: Peregrino soy en tierra ajena.
Y él le respondió: Ve, porque yo seré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: luego que hubieres sacado este pueblo de Egipto, serviréis á Dios sobre este monte.
Y oirán tu voz; é irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová, el Dios de los Hebreos, nos ha encontrado; por tanto nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que sacrifiquemos á Jehová nuestro Dios.
Y él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y tornóse una culebra: y Moisés huía de ella.
Y Jehová le respondió: ¿Quién dió la boca al hombre? ¿ó quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿no soy yo Jehová?
Y aconteció en el camino, que en una posada le salió al encuentro Jehová, y quiso matarlo.
Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, á causa de la circuncisión.
Entonces contó Moisés á Aarón todas las palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales que le había dado.
DESPUÉS entraron Moisés y Aarón á Faraón, y le dijeron: Jehová, el Dios de Israel, dice así: Deja ir á mi pueblo á celebrarme fiesta en el desierto.
Y mandó Faraón aquel mismo día á los cuadrilleros del pueblo que le tenían á su cargo, y á sus gobernadores, diciendo:
Y Amram tomó por mujer á Jochêbed su tía, la cual le parió á Aarón y á Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años.
Y tomóse Aarón por mujer á Elisabeth, hija de Aminadab, hermana de Naasón; la cual le parió á Nadab, y á Abiú, y á Eleazar, y á Ithamar.
Y Eleazar, hijo de Aarón, tomó para sí mujer de las hijas de Phutiel, la cual le parió á Phinees: Y estas son las cabezas de los padres de los Levitas por sus familias.
Y viendo Faraón que le habían dado reposo, agravó su corazón, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho.
Entonces vinieron Moisés y Aarón á Faraón, y le dijeron: Jehová, el Dios de los Hebreos ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir á mi pueblo para que me sirvan.
Entonces los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo nos ha de ser éste por lazo? Deja ir á estos hombres, para que sirvan á Jehová su Dios; ¿aun no sabes que Egipto está destruido?
Toda la congregación de Israel le sacrificará.
Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, le degollarás: asimismo redimirás todo humano primogénito de tus hijos.
Y llegaron á Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.
Y Moisés clamó á Jehová; y Jehová le mostró un árbol, el cual metídolo que hubo dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dió estatutos y ordenanzas, y allí los probó;
Y Jehová dijo á Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y cogerá para cada un día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, ó no.
E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando con Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron á la cumbre del collado.
Entonces el suegro de Moisés le dijo: No haces bien:
Entonces vino Moisés, y llamó á los ancianos del pueblo, y propuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado.
No le tocará mano, mas será apedreado ó asaeteado; sea animal ó sea hombre, no vivirá. En habiendo sonado largamente la bocina, subirán al monte.
Y el sonido de la bocina iba esforzándose en extremo: Moisés hablaba, y Dios le respondía en voz.
Y Jehová le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo: mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el término por subir á Jehová, porque no haga en ellos estrago.
Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le hubiere parido hijos ó hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo.
Entonces su amo lo hará llegar á los jueces, y harále llegar á la puerta ó al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.
Si le tomare otra, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el débito conyugal.
Si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será el que le hirió absuelto: solamente le satisfará lo que estuvo parado, y hará que le curen.
Si algunos riñeren, é hiriesen á mujer preñada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, será penado conforme á lo que le impusiere el marido de la mujer y juzgaren los árbitros.
Y si sacare el diente de su siervo, ó el diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre.
Pero si el buey era acorneador desde ayer y antes de ayer, y á su dueño le fué hecho requerimiento, y no lo hubiere guardado, y matare hombre ó mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño.
Si le fuere impuesto rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto.
CUANDO alguno hurtare buey ú oveja, y le degollare ó vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas.
Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que le hirió no será culpado de su muerte.
Y si le hubiere sido arrebatado por fiera, traerle ha testimonio, y no pagará lo arrebatado.
Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme al dote de las vírgenes.
Si dieres á mi pueblo dinero emprestado, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.
Porque sólo aquello es su cubierta, es aquel el vestido para cubrir sus carnes, en el que ha de dormir: y será que cuando él á mí clamare, yo entonces le oiré, porque soy misericordioso.
Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces desamparado? Sin falta ayudarás con él á levantarlo.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión: porque mi nombre está en él.
Y la cubrirás de oro puro, y le has de hacer una cornisa de oro alrededor.
Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás á las cuatro esquinas que corresponden á sus cuatro pies.
Y le harás un enrejado de metal de obra de malla; y sobre el enrejado harás cuatro anillos de metal á sus cuatro esquinas.
Harás asimismo el racional del juicio de primorosa obra, le has de hacer conforme á la obra del ephod, de oro, y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.
Y tomarás las vestiduras, y vestirás á Aarón la túnica y el manto del ephod, y el ephod, y el racional, y le ceñirás con el cinto del ephod;
Y tomarás el aceite de la unción, y derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.
Y cubrirlo has de oro puro, su techado, y sus paredes en derredor, y sus cuernos: y le harás en derredor una corona de oro.
Le harás también dos anillos de oro debajo de su corona á sus dos esquinas en ambos lados suyos, para meter los varales con que será llevado.
MAS viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, allegóse entonces á Aarón, y dijéronle: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque á este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya a
Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, que á este Moisés, el varón que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido.
Y aconteció que el día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado: mas yo subiré ahora á Jehová; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado.
Y Moisés alisó dos tablas de piedra como las primeras; y levantóse por la mañana, y subió al monte de Sinaí, como le mandó Jehová, y llevó en su mano las dos tablas de piedra.
Empero redimirás con cordero el primerizo del asno; y si no lo redimieres, le has de cortar la cabeza. Redimirás todo primogénito de tus hijos, y no serán vistos vacíos delante de mí.
Y después se llegaron todos los hijos de Israel, á los cuales mandó todas las cosas que Jehová le había dicho en el monte de Sinaí.
Y cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con él, quitábase el velo hasta que salía; y saliendo, hablaba con los hijos de Israel lo que le era mandado;
Y vino todo varón á quien su corazón estimuló, y todo aquel á quien su espíritu le dió voluntad, y trajeron ofrenda á Jehová para la obra del tabernáculo del testimonio, y para toda su fábrica, y para las sagradas vestiduras.
Y Moisés llamó á Bezaleel y á Aholiab, y á todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había dado Jehová sabiduría, y á todo hombre á quien su corazón le movió á llegarse á la obra, para trabajar en ella;
Y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, á fin de hacerla. Y ellos le traían aún ofrenda voluntaria cada mañana.
Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y le santificarás con todos sus vasos, y será santo.
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