'Misma' en la Biblia
Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste te sea hecho. Y su siervo fue sano en aquella misma hora.
Mas cuando os entregaren, no os preocupéis de cómo o qué habéis de hablar; porque en aquella misma hora, os será dado lo que habéis de hablar.
Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
Y vino al segundo, y le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo señor, voy, y no fue.
Otra vez, envió otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera.
Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer.
Y la tomó el segundo, y murió, y tampoco él dejó descendencia; y el tercero, de la misma manera.
Y había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
(Y una espada traspasará también tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.
Y ésta, viniendo en la misma hora, también daba gracias al Señor, y hablaba de Él a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que midiereis, se os volverá a medir.
Y en la misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de malos espíritus; y a muchos ciegos dio la vista.
Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os dieren; porque el obrero digno es de su salario. No os paséis de casa en casa.
En aquella misma hora Jesús se regocijó en su espíritu, y dijo: Te doy gracias, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí Padre, porque así te agradó.
Mas Él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.
porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debéis decir.
Y respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿No temes tú a Dios, aun estando en la misma condenación?
Y levantándose en la misma hora, se regresaron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos,
Pilato respondió: ¿Soy yo judío? Tu nación misma, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
Y cuando Herodes había de sacarle, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta guardaban la cárcel.
Y cuando pasaron la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salieron y pasaron una calle, y en seguida el ángel se apartó de él.
Y esto lo hizo por muchos días; pero desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en la misma hora.
Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y enseguida fue bautizado él, y todos los suyos.
y de la misma manera también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo cosas nefandas hombres con hombres, recibiendo en sí mismos la recompensa que convino a su extravío.
Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, mas no todos los miembros tienen la misma función;
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, y la Roca era Cristo.
La naturaleza misma ¿no os enseña que es deshonroso al varón traer el cabello largo?
No toda carne es la misma carne; pues una carne es la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves.
Por tanto, nosotros todos, mirando con cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor.
Mas gracias sean dadas a Dios, que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros.
Finalmente, hermanos, gozaos, sed perfectos, tened consolación, sed de una misma mente, tened paz; y el Dios de amor y paz será con vosotros.
Un cuerpo, y un Espíritu, como sois también llamados en una misma esperanza de vuestro llamamiento.
completad mi gozo, que sintáis lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.
Pero en aquello a que hemos llegado, andemos por una misma regla, sintamos una misma cosa.
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo hecho la expiación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Y deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma diligencia hasta el fin, para la plena certeza de la esperanza:
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
Por fe habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa:
Por fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir simiente; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó ser fiel el que lo había prometido.
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
De una misma boca proceden maldición y bendición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga?
Pero los cielos que son ahora, y la tierra, son reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
Pero la unción que vosotros habéis recibido de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que alguien os enseñe; sino que como la unción misma os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, y así como os ha enseñado, vosotros permaneceréis en Él.
Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la misma verdad; y también nosotros damos testimonio; y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero.
Como Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que ellos, habiéndose dado a la fornicación e ido en pos de carne extraña, fueron puestas por ejemplo; sufriendo el castigo del fuego eterno.
De la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y maldicen a las potestades superiores.
Y si alguno quisiere dañarles, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quisiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera.