'Morada' en la Biblia
Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has aparejado, oh Jehová; En el santuario del Señor, que han afirmado tus manos.
Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro: habitará solo; fuera del real será su morada.
Y el varón que vendiere casa de morada en ciudad cercada, tendrá facultad de redimirla hasta acabarse el año de su venta: un año será el término de poderse redimir.
Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará:
Y la asarás y comerás en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido; y por la mañana te volverás y restituirás á tu morada.
Mira desde la morada de tu santidad, desde el cielo, y bendice á tu pueblo Israel, y á la tierra que nos has dado, como juraste á nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
Yo he edificado casa por morada para ti, asiento en que tú habites para siempre.
Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y perdonarás, y obrarás, y darás á cada uno conforme á sus caminos, cuyo corazón tú conoces; (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres;)
Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y harás conforme á todo aquello por lo cual el extranjero hubiere á ti clamado: para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre
Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, su oración y su súplica, y les harás derecho;
Por mano de tus mensajeros has proferido injuria contra el Señor, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido á las cumbres de los montes, á las cuestas del Líbano; y cortaré sus altos cedros, sus hayas escogidas; y entraré á la morada de su térm
Poderío y hermosura delante de él; Fortaleza y alegría en su morada.
Yo pues he edificado una casa de morada para ti, y una habitación en que mores para siempre.
Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada: que oigas y perdones.
Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme á todas las cosas por las cuales hubiere clamado á ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman como tu pueblo Israel, y sepan que tu nomb
Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y ampararás su causa, y perdonarás á tu pueblo que pecó contra ti.
Y á llevar la plata y el oro que el rey y sus consultores voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalem;
Y sabrás que hay paz en tu tienda; Y visitarás tu morada, y no pecarás.
Si fueres limpio y derecho, Cierto luego se despertará sobre ti, Y hará próspera la morada de tu justicia.
En su tienda morará como si no fuese suya: Piedra azufre será esparcida sobre su morada.
Desde la morada de su asiento miró Sobre todos los moradores de la tierra.
Como rebaños serán puestos en la sepultura; La muerte se cebará en ellos; Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana: Y se consumirá su bien parecer en el sepulcro de su morada.
Por tanto Dios te derribará para siempre: Te asolará y te arrancará de tu morada, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Selah.)
Padre de huérfanos y defensor de viudas, Es Dios en la morada de su santuario:
Porque han consumido á Jacob, Y su morada han asolado.
No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.
No entraré en la morada de mi casa, Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;
La maldición de Jehová está en la casa del impío; Mas él bendecirá la morada de los justos.
Y criará Jehová sobre toda la morada del monte de Sión, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas: porque sobre toda gloria habrá cobertura.
Porque Jehová me dijo así: Reposaréme, y miraré desde mi morada, como sol claro después de la lluvia, como nube de rocío en el calor de la tierra.
¿Qué tienes tú aquí, ó á quien tienes tú aquí, que labraste aquí sepulcro para ti, como el que en lugar alto labra su sepultura, ó el que esculpe para sí morada en una peña?
Porque la ciudad fortalecida será asolada, la morada será desamparada y dejada como un desierto: allí se apacentará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas.
Y mi pueblo habitará en morada de paz, y en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.
Mira á Sión, ciudad de nuestras solemnidades: tus ojos verán á Jerusalem, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota.
En sus alcázares crecerán espinas, y ortigas y cardos en sus fortalezas; y serán morada de chacales, patio para los pollos de los avestruces.
Entonces Sennachêrib rey de Asiria partiéndose se fué, y volvióse, é hizo su morada en Nínive.
Mi morada ha sido movida y traspasada de mí, como tienda de pastor. Como el tejedor corté mi vida; cortaráme con la enfermedad; Me consumirás entre el día y la noche.
Mira desde el cielo, y contempla desde la morada de tu santidad y de tu gloria: ¿dónde está tu celo, y tu fortaleza, la conmoción de tus entrañas y de tus miseraciones para conmigo? ¿hanse estrechado?
Tu morada es en medio de engaño; de muy engañadores no quisieron conocerme, dice Jehová.
He aquí que voz de fama viene, y alboroto grande de la tierra del aquilón, para tornar en soledad todas las ciudades de Judá, en morada de culebras.
Derrama tu enojo sobre las gentes que no te conocen, y sobre las naciones que no invocan tu nombre: porque se comieron á Jacob, y lo devoraron, y le han consumido, y asolado su morada.
Tú pues, profetizarás á ellos todas estas palabras, y les dirás: Jehová bramará desde lo alto, y desde la morada de su santidad dará su voz: enfurecido bramará sobre su morada; canción de lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra.
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aun dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo convertiré su cautiverio: Jehová te bendiga, oh morada de justicia, oh monte santo.
Y de no edificar casas para nuestra morada, y de no tener viña, ni heredad, ni sementera.
Y Hasor será morada de chacales, soledad para siempre: ninguno morará allí, ni la habitará hijo de hombre.
Todos los que los hallaban, los comían; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron á Jehová morada de justicia, á Jehová, esperanza de sus padres.
Y volveré á traer á Israel á su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Ephraim y de Galaad se hartará su alma.
He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán á la morada fuerte: porque muy pronto le haré correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré: porque ¿quién es semejante á mí? ¿y quién me emplazará? ¿ó quién será aquel pastor que me pod
Y será Babilonia para montones, morada de chacales, espanto y silbo, sin morador.
Finalmente, el negocio que el rey demanda, es singular, ni hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne.
Su copa era hermosa, y su fruto en abundancia, y para todos había en él mantenimiento. Debajo de él se ponían á la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y manteníase de él toda carne.
Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como á los bueyes, y con rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que entiendas que el Altísimo se enseñore
Y de entre los hombres te echan, y con las bestias del campo será tu morada, y como á los bueyes te apacentarán: y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo se enseñorea en el reino de los hombres, y á quien él quisiere lo da.
Y fué echado de entre los hijos de los hombres; y su corazón fué puesto con las bestias, y con los asnos monteses fué su morada. Hierba le hicieron comer, como á buey, y su cuerpo fué bañado con el rocío del cielo, hasta que conoció que el altísimo Dios s
¿Bramará el león en el monte sin hacer presa? ¿dará el leoncillo su bramido desde su morada, si no prendiere?
La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará á tierra?
¿Qué es de la morada de los leones, y de la majada de los cachorros de los leones, donde se recogía el león, y la leona, y los cachorros del león, y no había quien les pusiese miedo?
Calle toda carne delante de Jehová, porque él se ha despertado de su santa morada.
Respondió Jesús, y díjole: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos á él, y haremos con él morada.
En el cual vosotros también sois juntamente edificados, para morada de Dios en Espíritu.
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