'No' en la Biblia
Todos los ríos van hacia el mar, y el mar no se llena; al lugar donde los ríos fluyen, allí vuelven a fluir.
Todas las cosas son fatigosas, el hombre no puede expresar{las.} No se sacia el ojo de ver, ni se cansa el oído de oír.
Lo que fue, eso será, y lo que se hizo, eso se hará; no hay nada nuevo bajo el sol.
No hay memoria de las cosas primeras ni tampoco de las postreras que sucederán; no habrá memoria de ellas entre los que vendrán después.
Lo torcido no puede enderezarse, y lo que falta no se puede contar.
Porque no hay memoria duradera {ni} del sabio {ni} del necio, ya que todos serán olvidados {en} los días venideros. ¡Cómo mueren tanto el sabio como el necio!
Cuando hay un hombre que ha trabajado con sabiduría, con conocimiento y con destreza, y da su hacienda al que no ha trabajado en ella, esto también es vanidad y un gran mal.
El ha hecho todo apropiado a su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones; sin embargo, el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin.
Sé que no hay nada mejor para ellos que regocijarse y hacer el bien en su vida;
Sé que todo lo que Dios hace será perpetuo; no hay nada que añadirle y no hay nada que quitarle; Dios ha obrado {así} para que delante de El teman {los hombres}.
Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la misma: como muere el uno así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento {de vida;} el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad.
Y he visto que no hay nada mejor para el hombre que gozarse en sus obras, porque esa es su suerte. Porque ¿quién le hará ver lo que ha de suceder después de él?
Había un {hombre} solo, sin sucesor, que no tenía hijo ni hermano, sin embargo, no había fin a todo su trabajo. En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas, {y nunca se preguntó:} ¿Para quién trabajo yo y privo a mi vida del placer? También esto es vanidad y tarea penosa.
Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante!
Y si alguien puede prevalecer contra el que está solo, dos lo resistirán. Un cordel de tres {hilos} no se rompe fácilmente.
Mejor es un joven pobre y sabio, que un rey viejo y necio, que ya no sabe recibir consejos.
No tenía fin la multitud de todos los que lo seguían, {y ni} aun los que vendrán después estarán contentos con él; pues también esto es vanidad y correr tras el viento.
Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal.
No te des prisa en hablar, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; por tanto sean pocas tus palabras.
Cuando haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque El no se deleita en los necios. El voto que haces, cúmplelo.
Es mejor que no hagas votos, a que hagas votos y no los cumplas.
No permitas que tu boca te haga pecar, y no digas delante del mensajero {de Dios} que fue un error. ¿Por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos?
Si ves la opresión del pobre y la negación del derecho y de la justicia en la provincia, no te sorprendas del hecho, porque un oficial vigila sobre {otro} oficial, y {hay oficiales} superiores sobre ellos.
El que ama el dinero no se saciará de dinero, y el que ama la abundancia no {se saciará de} ganancias. También esto es vanidad.
Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o {coma} poco; pero la hartura del rico no le permite dormir.
cuando esas riquezas se pierden por un mal negocio, y él engendra un hijo, no queda nada para mantenerlo.
Pues él no se acordará mucho de los días de su vida, porque Dios lo mantiene ocupado con alegría {en} su corazón.
un hombre a quien Dios ha dado riquezas, bienes y honores, y nada le falta a su alma de todo lo que desea, pero que Dios no le ha capacitado para disfrutar de ellos, porque un extraño los disfruta. Esto es vanidad y penosa aflicción.
Si un hombre engendra cien {hijos} y vive muchos años, por muchos que sean sus años, si su alma no se ha saciado de cosas buenas, y tampoco halla sepultura, {entonces} digo: Mejor es el abortivo que él,
Además, no ha visto el sol y nada sabe; más reposo tiene éste que aquél.
Aunque el hombre viva dos veces mil años, pero no disfruta de cosas buenas, ¿no van todos al mismo lugar?
Todo el trabajo del hombre es para su boca, sin embargo su apetito no se sacia.
A lo que existe, ya se le ha dado nombre, y se sabe lo que es un hombre: no puede contender con el que es más fuerte que él.
No te apresures en tu espíritu a enojarte, porque el enojo se anida en el seno de los necios.
No digas: ¿Por qué fueron los días pasados mejores que éstos? Pues no es sabio que preguntes sobre esto.
Alégrate en el día de la prosperidad, y en el día de la adversidad considera: Dios ha hecho tanto el uno como el otro para que el hombre no descubra nada {que suceda} después de él.
No seas demasiado justo, ni seas sabio en exceso. ¿Por qué has de destruirte?
No seas demasiado impío, ni seas necio. ¿Por qué has de morir antes de tu tiempo?
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.
Tampoco tomes en serio todas las palabras que se hablan, no sea que oigas a tu siervo maldecirte.
que mi alma está todavía buscando mas no ha hallado: He hallado a un hombre entre mil, pero mujer entre todas éstas no he hallado.
No te apresures a irte de su presencia. No te unas a una causa impía, porque él hará todo lo que le plazca.
El que guarda el mandato {real} no experimenta ningún mal; y el corazón del sabio conoce el tiempo y el modo.
No hay hombre que tenga potestad para refrenar el viento con el viento, ni potestad sobre el día de la muerte; y no se da licencia en tiempo de guerra, ni la impiedad salvará a los que la practican.
Como la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, por eso el corazón de los hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal.
Pero no le irá bien al impío, ni alargará sus días como una sombra, porque no teme ante la presencia de Dios.
Por tanto yo alabé el placer, porque no hay nada bueno para el hombre bajo el sol sino comer, beber y divertirse, y esto le acompañará en sus afanes en los días de su vida que Dios le haya dado bajo el sol.
Cuando apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la tarea que ha sido hecha sobre la tierra (aunque uno no durmiera ni de día ni de noche),
y vi toda la obra de Dios, decidí que el hombre no puede descubrir la obra que se ha hecho bajo el sol. Aunque el hombre busque con afán, no {la} descubrirá; y aunque el sabio diga que {la} conoce, no puede descubrir{la}.
Pues bien, he tomado todas estas cosas en mi corazón y declaro todo esto: que los justos y los sabios y sus hechos están en la mano de Dios. Los hombres no saben ni de amor ni de odio, aunque todo está delante de ellos.
A todos les sucede lo mismo: Hay una misma suerte para el justo y para el impío; para el bueno, para el limpio y para el inmundo; para el que ofrece sacrificio y para el que no sacrifica. Como el bueno, así es el pecador; como el que jura, así es el que teme jurar.
Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, ni tienen ya ninguna recompensa, porque su memoria está olvidada.
En todo tiempo sean blancas tus ropas, y que no falte ungüento sobre tu cabeza.
Todo lo que tu mano halle para hacer, haz{lo} según tus fuerzas; porque no hay actividad ni propósito ni conocimiento ni sabiduría en el Seol adonde vas.
Vi además que bajo el sol no es de los ligeros la carrera, ni de los valientes la batalla; y que tampoco de los sabios es el pan, ni de los entendidos las riquezas, ni de los hábiles el favor, sino que el tiempo y la suerte les llegan a todos.
Y yo {me} dije: Mejor es la sabiduría que la fuerza; pero la sabiduría del pobre se desprecia y no se presta atención a sus palabras.
Si la ira del gobernante se levanta contra ti, no abandones tu puesto, porque la serenidad suaviza grandes ofensas.
Si el hierro está embotado y él no ha amolado {su} filo, entonces tiene que ejercer más fuerza; la sabiduría tiene la ventaja de impartir éxito.
Si la serpiente muerde antes de ser encantada, no hay ganancia para el encantador.
El trabajo del necio lo cansa {tanto} que no sabe ir a la ciudad.
Bienaventurada tú, tierra, cuyo rey es de noble cuna y cuyos príncipes comen a su debida hora, para fortalecerse y no para embriagarse.
Reparte {tu} porción con siete, o aun con ocho, porque no sabes qué mal puede venir sobre la tierra.
El que observa el viento no siembra, y el que mira las nubes no siega.
Como no sabes cuál es el camino del viento, {o} cómo {se forman} los huesos en el vientre de la mujer encinta, tampoco conoces la obra de Dios que hace todas las cosas.
De mañana siembra tu semilla y a la tarde no des reposo a tu mano, porque no sabes si esto o aquello prosperará, o si ambas cosas serán igualmente buenas.
Acuérdate, pues, de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y se acerquen los años en que digas: No tengo en ellos placer;
Pero además de esto, hijo mío, estate prevenido: el hacer muchos libros no tiene fin, y demasiada dedicación {a ellos} es fatiga del cuerpo.