'Nuestra' en la Biblia
Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por Cristo nuestra consolación.
Y nuestra esperanza de vosotros es firme; sabiendo que como sois partícipes de las aflicciones, así también lo seréis de la consolación.
Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos aconteció en Asia; que en sobremanera fuimos cargados sobre nuestras fuerzas, de tal manera que perdimos la esperanza aun de seguir con vida.
Porque ésta es nuestra gloria; el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y más abundantemente con vosotros.
como también en parte nos habéis reconocido, que somos vuestra gloria, así como también vosotros seréis la nuestra en el día del Señor Jesús.
Pero como Dios es fiel, nuestra palabra para con vosotros no fue Sí y No.
Nuestra carta sois vosotros, escrita en nuestros corazones, sabida y leída de todos los hombres;
no que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia viene de Dios;
Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal.
Porque nuestra leve aflicción, la cual es momentánea, produce en nosotros un inmensurable y eterno peso de gloria;
Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en el cielo.
Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;
Nuestra boca está abierta a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado.
Porque cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra carne; antes en todo fuimos atribulados; de fuera, contiendas; de dentro, temores.
Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que hizo la injuria, ni por causa del que padeció la injuria, sino para que os fuese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.
Que si de algo me he gloriado con él acerca de vosotros, no me avergüenzo; pues como os hemos hablado todo con verdad, así también nuestra gloria delante de Tito fue hallada verdadera.
Mas he enviado a los hermanos, para que nuestra gloria de vosotros no sea vana en esta parte; para que, como lo he dicho, estéis preparados;
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;
Porque aunque me gloríe algo más de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré;
Porque no nos extendemos más de nuestra medida, como si no alcanzásemos hasta vosotros; porque también hasta vosotros hemos llegado con el evangelio de Cristo.
No gloriándonos desmedidamente en trabajos ajenos; mas teniendo esperanza de que cuando vuestra fe crezca, seremos mucho más engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Cristo nuestra justicia
- Crucificando a nuestra carne
- Dios saciando nuestra sed
- Dios siendo nuestra defensa
- Dios, fortaleza nuestra
- Los discípulos de Cristo sufrirán
- Siendo Dios nuestra fortaleza
- La comunicación en el matrimonio
- La jactancia
- La jactancia de Pablo
- La sanación de nuestras tierras por Dios
- Las aflicciones
- Nuestra crucifixión
- Nuestra obediencia
- Nuestra resurrección