'Oído' en la Biblia
Y Lamec dijo a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec, prestad oído a mis palabras, pues he dado muerte a un hombre por haberme herido, y a un muchacho por haberme pegado.
El ángel del SEÑOR le dijo además: He aquí, has concebido y darás a luz un hijo; y le llamarás Ismael, porque el SEÑOR ha oído tu aflicción.
Y en cuanto a Ismael, te he oído; he aquí, yo lo bendeciré y lo haré fecundo y lo multiplicaré en gran manera. Engendrará a doce príncipes y haré de él una gran nación.
Y oyó Dios la voz del muchacho {que lloraba}; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.
Y Abimelec dijo: No sé quién haya hecho esto, ni tú me lo habías hecho saber, ni yo lo había oído hasta hoy.
Concibió de nuevo y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto el SEÑOR ha oído que soy aborrecida, me ha dado también este {hijo.} Así que le puso por nombre Simeón.
Y Raquel dijo: Dios me ha vindicado; ciertamente ha oído mi voz y me ha dado un hijo. Por tanto le puso por nombre Dan.
Y Faraón dijo a José: He tenido un sueño y no hay quien lo interprete; y he oído decir de ti, que oyes un sueño y lo puedes interpretar.
Y dijo: He aquí, he oído que hay alimento en Egipto; descended allá, y comprad de allí {un poco} para nosotros, para que vivamos y no muramos.
Entonces prepararon el presente para la venida de José al mediodía; pues habían oído que iban a comer allí.
Y además, he oído el gemido de los hijos de Israel, porque los egipcios los tienen esclavizados, y me he acordado de mi pacto.
{Lo} han oído los pueblos {y} tiemblan; el pavor se ha apoderado de los habitantes de Filistea.
y por la mañana veréis la gloria del SEÑOR, pues El ha oído vuestras murmuraciones contra el SEÑOR; ¿y qué somos nosotros para que murmuréis contra nosotros?
Y Moisés dijo: {Esto sucederá} cuando el SEÑOR os dé carne para comer por la tarde, y pan hasta saciar{os} por la mañana; porque el SEÑOR ha oído vuestras murmuraciones contra El. Pues ¿qué somos nosotros? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR.
Y Moisés dijo a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: ``Acercaos a la presencia del SEÑOR, porque El ha oído vuestras murmuraciones."
He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales, diciendo: ``Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan; y sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios."
y se lo dirán a los habitantes de esta tierra. Estos han oído que tú, oh SEÑOR, estás en medio de tu pueblo, porque tú, oh SEÑOR, eres visto cara a cara cuando tu nube está sobre ellos; y tú vas delante de ellos de día en una columna de nube, y de noche en una columna de fuego.
Pero si tú destruyes a este pueblo como a un solo hombre, entonces las naciones que han oído de tu fama, dirán:
ciertamente todos los que han visto mi gloria y las señales que hice en Egipto y en el desierto, y {que} me han puesto a prueba estas diez veces y no han oído mi voz,
¿Hasta cuándo {tendré que sobrellevar a} esta congregación malvada que murmura contra mí? He oído las quejas de los hijos de Israel, que murmuran contra mí.
Pero si en verdad él los anula después de haberlos oído, entonces él llevará la culpa de ella.
Entonces volvisteis y llorasteis delante del SEÑOR, pero el SEÑOR no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído.
Ciertamente, pregunta ahora acerca de los tiempos pasados que fueron antes de ti, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra; {inquiere} desde un extremo de los cielos hasta el otro. ¿Se ha hecho cosa tan grande como ésta, o se ha oído {algo} como esto?
¿Ha oído pueblo {alguno} la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú {la} has oído, y ha sobrevivido?
y dijisteis: ``He aquí, el SEÑOR nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Dios habla con el hombre, y {éste aún} vive.
``Porque, ¿qué hombre hay que haya oído la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, como nosotros, y haya sobrevivido?
Y el SEÑOR oyó la voz de vuestras palabras cuando me hablasteis y el SEÑOR me dijo: ``He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado. Han hecho bien en todo lo que han dicho.
un pueblo grande y alto, los hijos de los anaceos, a quienes conoces y de quienes has oído {decir:} `` ¿Quién puede resistir ante los hijos de Anac?"
no darás oído a las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el SEÑOR tu Dios te está probando para ver si amas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
y si te lo dicen y has oído {hablar} de ello, harás una investigación minuciosa. Y he aquí, si es verdad y es cierto el hecho que esta abominación ha sido cometida en Israel,
Porque hemos oído cómo el SEÑOR secó el agua del mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y de lo que hicisteis a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a quienes destruisteis por completo.
Y le dijeron: Tus siervos han venido de un país muy lejano a causa de la fama del SEÑOR tu Dios; porque hemos oído hablar de El, de todo lo que hizo en Egipto,
Y dijo Josué a todo el pueblo: He aquí, esta piedra servirá de testigo contra nosotros, porque ella ha oído todas las palabras que el SEÑOR ha hablado con nosotros; será, pues, testigo contra vosotros para que no neguéis a vuestro Dios.
¿Oíd, reyes; prestad oído, príncipes! Yo al SEÑOR, yo cantaré, cantaré alabanzas al SEÑOR, Dios de Israel.
Entonces se levantó con sus nueras para regresar de la tierra de Moab, porque ella había oído en la tierra de Moab que el SEÑOR había visitado a su pueblo dándole alimento.
Pero Jonatán no había oído cuando su padre puso al pueblo bajo juramento; por lo cual extendió la punta de la vara que {llevaba} en su mano, la metió en un panal de miel y se llevó la mano a la boca, y brillaron sus ojos.
Entonces David dijo: Oh SEÑOR, Dios de Israel, tu siervo ciertamente ha oído que Saúl procura venir a Keila para destruir la ciudad por causa mía.
¿Me entregarán en su mano los hombres de Keila? ¿Descenderá Saúl tal como tu siervo ha oído? Oh SEÑOR, Dios de Israel, te ruego que {lo} hagas saber a tu siervo. Y el SEÑOR dijo: Descenderá.
``He oído que tienes esquiladores; ahora bien, tus pastores han estado con nosotros, y no los hemos maltratado, ni les ha faltado nada todos los días que estuvieron en Carmel.
Oh Señor DIOS, por eso tú eres grande; pues no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
Entonces Natán habló a Betsabé, madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que Adonías, hijo de Haguit, se ha hecho rey y que David nuestro señor no {lo} sabe?
Y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido rey en Gihón, y de allí han subido gozosos y se ha alborotado la ciudad. Este es el ruido que habéis oído.
Entonces el rey envió a llamar a Simei y le dijo: ¿No te hice jurar por el SEÑOR y te advertí seriamente, diciendo: ``El día que salgas y vayas a cualquier parte, ten por seguro que ciertamente morirás"? Y tú me dijiste: ``La palabra que he oído es buena."
Y venían de todos los pueblos para oír la sabiduría de Salomón, de parte de todos los reyes de la tierra que habían oído de su sabiduría.
Y envió Hiram {respuesta} a Salomón, diciendo: He oído {el mensaje} que me enviaste; haré lo que tú quieras en cuanto a las maderas de cedro y de ciprés.
Y el SEÑOR le dijo: He oído tu oración y tu súplica que has hecho delante de mí; he consagrado esta casa que has edificado, poniendo allí mi nombre para siempre; en ella estarán mis ojos y mi corazón perpetuamente.
Entonces dijo al rey: Era verdad lo que había oído en mi tierra acerca de tus palabras y de tu sabiduría.
Pero yo no creía lo que me decían, hasta que he venido y mis ojos lo han visto. Y he aquí, no se me había contado ni la mitad. Tú superas {en} sabiduría y prosperidad la fama que había oído.
Y sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes misericordiosos; te rogamos que nos dejes poner cilicio en nuestros lomos y cuerdas sobre nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel; quizás él salve tu vida.
``Tal vez el SEÑOR tu Dios oirá todas las palabras del Rabsaces, a quien su señor, el rey de Asiria, ha enviado para injuriar al Dios vivo, y {lo} reprenderá por las palabras que el SEÑOR tu Dios ha oído. Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda."
éste les dijo: Así diréis a vuestro señor: ``Así dice el SEÑOR: `No temas por las palabras que has oído, con las que los criados del rey de Asiria me han blasfemado.
Entonces el Rabsaces volvió y halló al rey de Asiria peleando contra Libna, pues había oído que {el rey} había partido de Laquis.
``He aquí, tú has oído lo que los reyes de Asiria han hecho a todas las naciones, destruyéndolas por completo, ¿y serás tú librado?
Inclina, oh SEÑOR, tu oído y escucha; abre, oh SEÑOR, tus ojos y mira; escucha las palabras que Senaquerib ha enviado para injuriar al Dios vivo.
`` ¿No has oído? Hace mucho tiempo que lo hice, desde la antigüedad lo había planeado. Ahora lo he realizado, para que conviertas las ciudades fortificadas en montones de ruinas.
Pero al rey de Judá que os envió a consultar al SEÑOR, así le diréis: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `{En cuanto} a las palabras que has oído,
porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante del SEÑOR cuando oíste lo que hablé contra este lugar y contra sus habitantes, que vendrían a ser desolación y maldición, y has rasgado tus vestidos y has llorado delante de mí, ciertamente te he oído' --declara el SEÑOR.
Oh SEÑOR, no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
Y el SEÑOR se apareció a Salomón de noche y le dijo: He oído tu oración, y he escogido para mí este lugar como casa de sacrificio.
Entonces dijo al rey: Era verdad lo que había oído en mi tierra acerca de tus palabras y de tu sabiduría.
Pero yo no creía lo que me decían, hasta que he venido y mis ojos lo han visto. Y he aquí, no se me había contado ni la mitad de la grandeza de tu sabiduría. Tú superas todo lo que había oído.
También su oración y {cómo} fue oído, todo su pecado y su infidelidad, y los sitios donde edificó lugares altos y levantó las Aseras y las imágenes talladas antes de humillarse, he aquí, están escritos en los registros de los Hozai.
Pero al rey de Judá que os envió a consultar al SEÑOR, así le diréis: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `En cuanto a las palabras que has oído,
porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante de Dios cuando oíste sus palabras contra este lugar y contra sus habitantes, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste delante de mí, ciertamente te he oído --declara el SEÑOR.
Te ruego, oh Señor, que tu oído esté atento ahora a la oración de tu siervo y a la oración de tus siervos que se deleitan en reverenciar tu nombre; haz prosperar hoy a tu siervo, y concédele favor delante de este hombre. Era yo entonces copero del rey.
En ella estaba escrito: Se ha oído entre las naciones, y Gasmu dice, que tú y los judíos estáis tramando rebelaros; por eso reedificas la muralla. Y según estos informes tú vas a ser su rey.
Sin embargo, tú los soportaste por muchos años, y los amonestaste con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no prestaron oído. Entonces los entregaste en mano de los pueblos de estas tierras.
Y {desde} hoy las señoras de Persia y Media que han oído de la conducta de la reina hablarán de {la misma manera} a todos los príncipes del rey, y {habrá} mucho desdén y enojo.
Y cuando el decreto que haga el rey sea oído por todo su reino, inmenso como es, entonces todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor.
Una palabra me fue traída furtivamente, y mi oído percibió un susurro de ella.
¿No distingue el oído las palabras como el paladar prueba la comida?
He aquí todo {esto} han visto mis ojos, lo ha escuchado y entendido mi oído.
He oído muchas cosas como éstas; consoladores gravosos sois todos vosotros.
El Abadón y la muerte dicen: ``Con nuestros oídos hemos oído su fama."
Porque el oído que oía me llamaba bienaventurado, y el ojo que veía daba testimonio de mí;
Ciertamente has hablado a oídos míos, y el sonido de {tus} palabras he oído:
entonces El abre el oído de los hombres, y sella su instrucción,
Porque el oído distingue las palabras, como el paladar prueba la comida.
El libra al afligido en medio de su aflicción, y abre su oído en {tiempos de} opresión.
Apartaos de mí, todos los que hacéis iniquidad, porque el SEÑOR ha oído la voz de mi llanto.
Oh SEÑOR, tú has oído el deseo de los humildes; tú fortalecerás su corazón {e} inclinarás tu oído
Oración de David.Oye, oh SEÑOR, una causa justa; atiende a mi clamor; presta oído a mi oración, que no es de labios engañosos.
Yo te he invocado, oh Dios, porque tú me responderás; inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
Bendito sea el SEÑOR, porque ha oído la voz de mis súplicas.
Inclina a mí tu oído, rescátame pronto; sé para mí roca fuerte, fortaleza para salvarme.
Porque he oído la calumnia de muchos, el terror está por todas partes; mientras traman juntos contra mí, planean quitarme la vida.
Escucha mi oración, oh SEÑOR, y presta oído a mi clamor; no guardes silencio ante mis lágrimas; porque extranjero soy junto a ti, peregrino, como todos mis padres.
Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré.Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
Escucha, hija, presta atención e inclina tu oído; olvídate de tu pueblo y de la casa de tu padre.
Como lo hemos oído, así {lo} hemos visto en la ciudad del SEÑOR de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; Dios la afirmará para siempre. (Selah)
Inclinaré al proverbio mi oído, con el arpa declararé mi enigma.
Escucha mi oración, oh Dios, presta oído a las palabras de mi boca.
Tienen veneno como veneno de serpiente; son como una cobra sorda que cierra su oído,
Una vez ha hablado Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder;
Pero ciertamente Dios {me} ha oído; El atendió a la voz de mi oración.
Líbrame en tu justicia, y rescátame; inclina a mí tu oído, y sálvame.
Masquil de Asaf.Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.
que hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado.
Para el director del coro; {según la tonada} a los Lirios; Testimonio. Salmo de Asaf.Presta oído, oh Pastor de Israel; tú que guías a José como un rebaño; tú que estás sentado {más alto que} los querubines; ¡resplandece!
Oración de David.Inclina, oh SEÑOR, tu oído {y} respóndeme, porque estoy afligido y necesitado.