'Se' en la Biblia
- 1.Gé 1:2-Gé 22:24
- 2.Gé 23:3-Gé 38:6
- 3.Gé 38:11-Éx 5:18
- 4.Éx 5:19-Éx 24:13
- 5.Éx 25:15-Levítico 11:13
- 6.Levítico 11:29-Levítico 25:23
- 7.Levítico 25:34-Números 16:45
- 8.Números 16:48-Deuteronomio 11:17
- 9.Deuteronomio 11:25-Josué 4:7
- 10.Josué 4:10-Jueces 6:19
- 11.Jueces 6:28-Jueces 20:33
- 12.Jueces 20:34-1 Samuel 13:22
- 13.1 Samuel 14:3-1 Samuel 25:28
- 14.1 Samuel 25:29-2 Samuel 13:37
- 15.2 Samuel 13:38-1 Reyes 1:48
- 16.1 Reyes 1:49-1 Reyes 18:28
- 17.1 Reyes 18:30-2 Reyes 8:6
- 18.2 Reyes 8:7-1 Crónicas 10:3
- 19.1 Crónicas 10:4-2 Crónicas 19:1
- 20.2 Crónicas 19:3-Esdras 1:5
- 21.Esdras 1:6-Ester 4:17
- 22.Ester 5:1-Job 19:13
- 23.Job 19:14-Job 38:30
- 24.Job 38:38-Salmos 36:7
- 25.Salmos 36:8-Salmos 75:3
- 26.Salmos 77:8-Salmos 113:6
- 27.Salmos 114:3-Proverbios 17:13
- 28.Proverbios 17:14-Eclesiastés 4:11
- 29.Eclesiastés 4:12-Isaías 10:15
- 30.Isaías 10:20-Isaías 30:3
- 31.Isaías 30:5-Isaías 56:6
- 32.Isaías 59:5-Jeremías 9:3
- 33.Jeremías 9:5-Jeremías 31:20
- 34.Jeremías 31:37-Jeremías 51:30
- 35.Jeremías 51:31-Ezequiel 14:1
- 36.Ezequiel 14:5-Ezequiel 31:15
- 37.Ezequiel 32:4-Daniel 6:8
- 38.Daniel 6:10-Oseas 10:14
- 39.Oseas 11:2-Miqueas 6:16
- 40.Miqueas 7:6-Mateo 2:12
- 41.Mateo 2:14-Mateo 17:23
- 42.Mateo 18:1-Mateo 28:16
- 43.Marcos 1:22-Marcos 14:11
- 44.Marcos 14:18-Lucas 8:42
- 45.Lucas 8:44-Lucas 22:25
- 46.Lucas 22:27-Juan 12:5
- 47.Juan 12:6-Hechos 7:58
- 48.Hechos 8:1-Hechos 20:29
- 49.Hechos 20:30-1 Corintios 7:20
- 50.1 Corintios 7:24-Colosenses 3:4
- 51.Colosenses 3:21-Santiago 2:13
- 52.Santiago 3:5-Apocalipsis 21:1
Y los sacerdotes que llevaban el arca se pararon en medio del Jordán, hasta tanto que se acabó todo lo que el SEÑOR había mandado a Josué que hablase al pueblo, conforme a todas las cosas que Moisés había mandado a Josué; y el pueblo se dio prisa y pasó.
Y aconteció que cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, subieron del medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en seco, las aguas del Jordán se volvieron a su lugar, corriendo como antes sobre todos sus bordes.
Y cuando todos los reyes de los amorreos, que estaban al otro lado del Jordán al occidente, y todos los reyes de los cananeos, que estaban cerca del mar, oyeron como el SEÑOR había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado, su corazón se les derritió, y no hubo más espíritu en ellos delante de los hijos de Israel.
Y Josué se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el monte de Aralot (monte de los prepucios ).
Y cuando hubieron acabado de circuncidar toda la gente, se quedaron en el mismo lugar en el campamento, hasta que sanaron.
Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no daréis grita, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces daréis grita.
Y Josué se levantó de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca del SEÑOR.
Y al séptimo día se levantaron cuando subía el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera siete veces; solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces.
Y en aquel tiempo Josué juró diciendo: Maldito sea delante del SEÑOR el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de Jericó. En su primogénito eche sus cimientos, y en su menor asiente sus puertas.
Fue, pues, el SEÑOR con Josué, y su nombre se divulgó por toda la tierra.
Pero los hijos de Israel cometieron prevaricación en el anatema; porque Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira del SEÑOR se encendió contra los hijos de Israel.
Y los de Hai hirieron de ellos como treinta y seis hombres, y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los mataron en una bajada; por lo que se disolvió el corazón del pueblo, y vino a ser como agua.
Entonces Josué rompió sus vestidos, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca del SEÑOR hasta la tarde, él y los ancianos de Israel; echando polvo sobre sus cabezas.
Os acercaréis, pues, mañana por vuestras tribus; y la tribu que el SEÑOR tomare, se acercará por sus familias; y la familia que el SEÑOR tomare, se acercará por sus casas; y la casa que el SEÑOR tomare, se acercará por los varones;
y levantaron sobre ellos un gran montón de piedras, hasta hoy. Y el SEÑOR se tornó de la ira de su furor. Y por esto fue llamado aquel lugar el Valle de Acor, hasta hoy.
Y se levantó Josué, y toda la gente de guerra, para subir contra Hai; y escogió Josué treinta mil hombres fuertes, los cuales envió de noche.
Entonces Josué los envió; y ellos se fueron a la emboscada, y se pusieron entre Bet-el y Hai, al occidente de Hai; y Josué se quedó aquella noche en medio del pueblo.
Y toda la gente de guerra que con él estaba, subió, y se acercó, y llegaron delante de la ciudad, y asentaron el campamento a la parte del norte de Hai; y el valle estaba entre él y Hai.
Y el pueblo, todo el campamento que estaba al lado del norte, se acercó a la ciudad; y su emboscada al occidente de la ciudad. Y Josué fue aquella noche al medio del valle.
Lo cual cuando vio el rey de Hai, se levantó prestamente de mañana, y salió con la gente de la ciudad contra Israel para pelear, él y todo su pueblo al tiempo señalado, por el llano, no sabiendo que le estaba puesta emboscada a las espaldas de la ciudad.
Y todo el pueblo que estaba en Hai se juntó para seguirlos; y siguieron a Josué, siendo así arrancados de la ciudad.
Y levantándose prestamente de su lugar los que estaban en la emboscada corrieron, cuando él alzó su mano, y vinieron a la ciudad, y la tomaron, y se apresuraron a prenderle fuego.
Y cuando los de la ciudad miraron atrás, observaron, y he aquí el humo de la ciudad que subía al cielo, y no tuvieron poder para huir ni a una parte ni a otra; y el pueblo que iba huyendo hacia el desierto, se volvió contra los que le seguían.
Y cuando los israelitas acabaron de matar a todos los moradores de Hai en el campo, en el desierto, donde ellos los habían perseguido, y que todos habían caído a filo de espada hasta ser consumidos, todos los israelitas se tornaron a Hai, y también la pusieron a cuchillo.
Mas al rey de Hai lo colgó de un madero hasta la tarde; y cuando el sol se puso, mandó Josué que quitasen del madero su cuerpo, y lo echasen a la puerta de la ciudad; y levantaron sobre él un gran montón de piedras, hasta hoy.
ellos usaron también de astucia; pues fueron y se fingieron embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados,
Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis, el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y asentaron campamento sobre Gabaón, y pelearon contra ella.
Y los moradores de Gabaón enviaron a Josué al campamento en Gilgal diciendo: No encojas tus manos de tus siervos; sube prestamente a nosotros para guardarnos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas, se han juntado contra nosotros.
Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta tanto que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de la rectitud? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.
Pero los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda.
Y aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel hubieron acabado de herirlos con mortandad muy grande, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes.
Y todo el pueblo se volvió en paz al campamento a Josué en Maceda; que no hubo quien moviese su lengua contra los hijos de Israel.
Y cuando hubieron sacado estos reyes a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Llegad y poned vuestros pies sobre los pescuezos de estos reyes. Y ellos se llegaron, y pusieron sus pies sobre los pescuezos de ellos.
Y cuando el sol se iba a poner, mandó Josué que los quitasen de los maderos, y los echasen en la cueva donde se habían escondido; y pusieron grandes piedras a la boca de la cueva, hasta hoy.
Todos estos reyes se juntaron, y viniendo reunieron los campamentos junto a las aguas de Merom, para pelear contra Israel.
Porque la otra media recibió su heredad con los rubenitas y gaditas, la cual les dio Moisés del otro lado del Jordán al oriente, según que se la dio Moisés siervo del SEÑOR;
Se dio además la mitad de Galaad, y Astarot, y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán, a los hijos de Maquir, hijo de Manasés, a la mitad de los hijos de Maquir conforme a sus familias.
Por suerte se les dio su heredad, como el SEÑOR lo había mandado por Moisés, que diese a las nueve tribus y a la media tribu.
Y aconteció que cuando la llevaba, él la persuadió que pidiese a su padre tierras para labrar. Ella entonces se apeó del asno. Y Caleb le dijo: ¿Qué tienes?
Hubo también ciudades que se apartaron para los hijos de Efraín en medio de la herencia de los hijos de Manasés, todas ciudades con sus aldeas.
Efraín al mediodía, y Manasés al norte, y el mar es su término; y se encuentran con Aser a la parte del norte, y con Isacar al oriente.
Y toda la congregación de los hijos de Israel se juntó en Silo, y asentaron allí el Tabernáculo del Testimonio, después que la tierra les fue sujeta.
Señalad tres varones de cada tribu, para que yo los envíe, y que ellos se levanten, y anden la tierra, y la dibujen conforme a sus heredades, y se tornen a mí.
para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por yerro y no a sabiendas; que os sean por acogimiento del vengador de la sangre del muerto .
Y el que se acogiere a alguna de aquellas ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y dirá sus causas, oyéndolo los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar que habite con ellos.
Estas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morase entre ellos, para que se acogiese a ellas cualquiera que hiriese hombre por yerro; para que no muriese por mano del vengador de la sangre, hasta que compareciese delante del ayuntamiento.
Y a los otros hijos de Coat se dieron por suerte diez villas de las familias de la tribu de Efraín, y de la tribu de Dan, y de la media tribu de Manasés;
A los hijos de Merari por sus familias se dieron doce villas por la tribu de Rubén, y por la tribu de Gad, y por la tribu de Zabulón.
Y a las familias de los hijos de Merari, levitas que quedaban, se les dio de la tribu de Zabulón, a Jocneam con sus ejidos, Carta con sus ejidos,
No faltó palabra de todas las buenas que habló el SEÑOR a la casa de Israel; todo se cumplió.
Ahora pues que el SEÑOR vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como se lo había prometido, volved, y tornad a vuestras tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés siervo del SEÑOR os dio al otro lado del Jordán.
Y bendiciéndolos Josué, los envió; y se fueron a sus tiendas.
Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, se tornaron, y partiéronse de los hijos de Israel, de Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de sus posesiones, de la cual eran poseedores, según palabra del SEÑOR por mano de Moisés.
Lo cual cuando los hijos de Israel oyeron, se juntó toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra ellos.
Y vosotros os volvéis hoy de seguir al SEÑOR; mas será que vosotros os rebelaréis hoy contra el SEÑOR, y mañana se airará él contra toda la congregación de Israel.
Y Finees hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes, se volvieron de los hijos de Rubén, y de los hijos de Gad, de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel; a los cuales dieron la respuesta.
He aquí os he repartido por herencia, a vuestras tribus todos estos gentiles, así los destruidos como los que quedan, desde el Jordán hasta el gran mar hacia donde el sol se pone.
Y he aquí que yo entro hoy por el camino de toda la tierra; sabed, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no se ha perdido una palabra de todas las buenas palabras que el SEÑOR vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han venido, no se ha perdido de ellas ni una.
cuando traspasaréis el pacto del SEÑOR vuestro Dios que él os ha mandado, yendo y honrando a dioses ajenos, e inclinándoos a ellos. Y el furor del SEÑOR se inflamará contra vosotros, y luego pereceréis de ésta buena tierra que él os ha dado.
Y juntando Josué todas las tribus de Israel en Siquem, llamó a los ancianos de Israel, y a sus príncipes, a sus jueces, y a sus oficiales; y se presentaron delante de Dios.
Y se levantó después Balac hijo de Zipor, rey de los moabitas, y peleó contra Israel; y envió a llamar a Balaam hijo de Beor, para que os maldijese.
Si dejaréis al SEÑOR y sirviereis a dioses ajenos, se volverá, y os maltratará, y os consumirá, después que os ha hecho bien.
Y partió Judá contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron a Sesai, a Ahiman, y a Talmai.
Y de allí fue a los que habitaban en Debir, que antes se llamaba Quiriat-sefer.
Y cuando la llevaban, la persuadió que pidiese a su padre tierras para labrar. Y ella se bajó del asno, y Caleb le dijo: ¿Qué tienes?
Y los de la casa de José pusieron espías en Bet-el. (La ciudad antes se llamaba Luz.)
Y el hombre se fue a la tierra de los heteos, y edificó una ciudad, a la cual llamó Luz; y éste es su nombre hasta hoy.
Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su herencia para poseerla.
Y toda aquella generación fue también recogida con sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación, que no conocía al SEÑOR, ni la obra que él había hecho a Israel.
Y dejaron al SEÑOR el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, tras los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira al SEÑOR.
Y el furor del SEÑOR se encendió contra Israel, el cual los entregó en manos de robadores que les robaron, y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor; y no pudieron parar más delante de sus enemigos.
Por dondequiera que salían, la mano del SEÑOR era contra ellos para mal, como el SEÑOR había dicho, y como el SEÑOR se lo había jurado; así los afligió en gran manera.
Y tampoco oyeron a sus jueces, sino que fornicaron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; y se apartaron presto del camino en que anduvieron sus padres escuchando los mandamientos del SEÑOR; mas ellos no hicieron así.
Y cuando el SEÑOR les despertaba jueces, el SEÑOR era con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque el SEÑOR se arrepentía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Mas al morir el juez, ellos se tornaban, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y nada disminuían de sus obras, ni de su obstinado camino.
Y la ira del SEÑOR se encendió contra Israel, y dijo: Pues que esta gente traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no escuchen mi voz,
Y la saña del SEÑOR se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años.
Y Aod se había hecho un cuchillo de dos filos, de un codo de largo; y se lo ciñó debajo de sus vestidos a su lado derecho.
Mas él se volvió desde los ídolos que están en Gilgal, y dijo: Rey, una palabra secreta tengo que decirte. El entonces dijo: Calla. Y salieron de delante de él todos los que estaban con él.
Y se llegó Aod a él, el cual estaba sentado solo en una sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. El entonces se levantó de la silla.
Mas Aod metió su mano izquierda, y tomó el cuchillo de su lado derecho, y se lo metió por el vientre;
Mas entre tanto que ellos se detuvieron, Aod se escapó, y pasando los ídolos, se salvó en Seirat.
Y el SEÑOR los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Hazor; y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, y él habitaba en Haroset de los Gentiles.
Y Heber cineo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había apartado de los ceneos, y puesto su tienda hasta el valle de Zaanaim, que está junto a Cedes.
Y Sísara se acogió a pie a la tienda de Jael mujer de Heber cineo; porque había paz entre Jabín rey de Hazor y la casa de Heber cineo.
Porque ha vengado las injurias de Israel, porque el pueblo se ha ofrecido de su voluntad, load al SEÑOR.
Los montes se derritieron delante del SEÑOR, aquel Sinaí, delante del SEÑOR Dios de Israel.
En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de Jael, cesaron los caminos, y los que andaban por las sendas se apartaban por sendas torcidas.
Al escoger nuevos dioses, la guerra estaba a las puertas. ¿Se veía escudo o lanza entre cuarenta mil en Israel?
Príncipes también de Isacar fueron con Débora; y también Isacar, como Barac se puso a pie en el valle. De las divisiones de Rubén son grandes los pensamientos del corazón.
Galaad se quedó al otro lado del Jordán; y Dan ¿por qué se estuvo junto a los navíos? Aser se asentó a la ribera del mar, y en sus quebraduras se quedó.
Los cascos de los caballos se embotaron entonces, por las pisadas, por las pisadas de sus valientes.
Cayó encorvado entre sus pies, quedó tendido; entre sus pies cayó encorvado; donde se encorvó, allí cayó muerto.
La madre de Sísara asomándose a la ventana aulla, mirando por entre las rejas, diciendo : ¿Por qué se detiene su carro, que no viene? ¿Por qué las ruedas de sus carros se tardan?
Las sabias mujeres de sus príncipes le respondían; y aun ella se respondía a sí misma.
Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fuertes.
Y vino el ángel del SEÑOR, y se sentó debajo del alcornoque que está en Ofra, el cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para hacerlo esconder de los madianitas.
Y el ángel del SEÑOR se le apareció, y le dijo: el SEÑOR es contigo, varón esforzado y valiente.
Y entrándose Gedeón aderezó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquel alcornoque.
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- 16.1 Reyes 1:49-1 Reyes 18:28
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