'Son' en la Biblia
No así los impíos, que son como paja que se lleva el viento.
Honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis {en} el camino, pues puede inflamarse de repente su ira. ¿Cuán bienaventurados son todos los que en El se refugian!
Porque no hay sinceridad en lo que dicen; destrucción son sus entrañas, sepulcro abierto es su garganta; con su lengua hablan lisonjas.
Pon temor en ellas, oh SEÑOR; aprendan las naciones que no son sino hombres. (Selah)
Si los fundamentos son destruidos; ¿qué puede hacer el justo?
Las palabras del SEÑOR son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada.
En cuanto a los santos que están en la tierra, ellos son los nobles en quienes está toda mi delicia.
Los preceptos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.
El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los juicios del SEÑOR son verdaderos, todos ellos justos;
¿Quién puede discernir {sus propios} errores? Absuélveme de los {que me son} ocultos.
Acuérdate, oh SEÑOR, de tu compasión y de tus misericordias, que son eternas.
Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad para aquellos que guardan su pacto y sus testimonios.
Los secretos del SEÑOR son para los que le temen, y El les dará a conocer su pacto.
Mira mis enemigos, que son muchos, y con odio violento me detestan.
Muchos son los dolores del impío, pero al que confía en el SEÑOR, la misericordia lo rodeará.
Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el SEÑOR.
No permitas que se regocijen a costa mía los que injustamente son mis enemigos, ni que guiñen el ojo con malicia los que sin causa me aborrecen.
Las palabras de su boca son iniquidad y engaño; ha dejado de ser sabio {y} de hacer el bien.
Tu justicia es como los montes de Dios; tus juicios son {como} profundo abismo. Tú preservas, oh SEÑOR, al hombre y al animal.
Porque los que son bendecidos por el SEÑOR poseerán la tierra, pero los maldecidos por El serán exterminados.
Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre, y el SEÑOR se deleita en su camino.
Porque el SEÑOR ama la justicia, y no abandona a sus santos; ellos son preservados para siempre, pero la descendencia de los impíos será exterminada.
Pero mis enemigos son vigorosos {y} fuertes; muchos son los que sin causa me aborrecen.
Muchas son, SEÑOR, Dios mío, las maravillas que tú has hecho, y {muchos} tus designios para con nosotros; nadie hay que se compare contigo; si {los} anunciara, y hablara de ellos, no podrían ser enumerados.
porque me rodean males sin número; mis iniquidades me han alcanzado, y no puedo ver; son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, y el corazón me falla.
Entonces llegaré al altar de Dios, a Dios, mi supremo gozo; y al son de la lira te alabaré, oh Dios, Dios mío.
Tus saetas son agudas; los pueblos caen debajo de ti; en el corazón de los enemigos del rey {están tus flechas.}
Dios ha ascendido entre aclamaciones, el SEÑOR, al son de trompeta.
Se han reunido los príncipes de los pueblos {como} el pueblo del Dios de Abraham; porque de Dios son los escudos de la tierra; El es ensalzado en gran manera.
Como ovejas son destinados para el Seol, la muerte los pastoreará, los rectos los regirán por la mañana; su forma será para que el Seol la consuma, de modo que no tienen morada.
Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.
En paz redimirá mi alma de la guerra {que hay} contra mí, pues son muchos los que están contra mí.
Mis enemigos me han pisoteado todo el día, porque muchos son los que con soberbia pelean contra mí.
Todo el día pervierten mis palabras; todos sus pensamientos contra mí son para mal.
Mi alma está entre leones; tengo que acostarme entre los que vomitan fuego; {entre} los hijos de los hombres, cuyos dientes son lanzas y saetas, y cuya lengua es espada afilada.
Tienen veneno como veneno de serpiente; son como una cobra sorda que cierra su oído,
Los hombres de baja condición sólo son vanidad, y los de alto rango son mentira; en la balanza suben, todos juntos {pesan menos} que un soplo.
Traman injusticias, {diciendo:} Estamos listos con una trama bien concebida; pues los pensamientos del hombre y {su} corazón son profundos.
Decid a Dios: ¡Cuán portentosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder, tus enemigos fingirán obedecerte.
El Señor da la palabra; las {mujeres} que anuncian las {buenas} nuevas son gran multitud:
Los carros de Dios son miríadas, millares y millares; el Señor está entre ellos en santidad, {como en el} Sinaí.
{Cantad} al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad; he aquí, El da su voz, voz poderosa.
Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; poderosos son los que quieren destruirme, sin razón son mis enemigos, me hacen devolver aquello que no robé.
Oh Dios, tú conoces mi insensatez, y mis transgresiones no te son ocultas.
Todo el día contará mi boca de tu justicia {y} de tu salvación, porque son innumerables.
No sufren penalidades {como} los mortales, ni son azotados como los {demás} hombres.
He aquí, estos son los impíos, y, siempre desahogados, han aumentado {sus} riquezas.
¿Cómo son destruidos en un momento! Son totalmente consumidos por terrores repentinos.
Porque he aquí, los que están lejos de ti perecerán; tú has destruido a todos los que te son infieles.
No saben ni entienden; caminan en tinieblas; son sacudidos todos los cimientos de la tierra.
Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de los hijos de Coré. ¿Cuán preciosas son tus moradas, oh SEÑOR de los ejércitos!
¿Cuán bienaventurados son los que moran en tu casa! Continuamente te alaban. (Selah)
Has alejado de mí al compañero y al amigo; mis amistades son las tinieblas.
Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y todo lo que en él hay, tú lo fundaste.
La justicia y el derecho son el fundamento de tu trono; la misericordia y la verdad van delante de ti.
En tu nombre se regocijan todo el día, y por tu justicia son enaltecidos.
Porque mil años ante tus ojos son como el día de ayer que {ya} pasó, y {como} una vigilia de la noche.
Tú los has barrido como un torrente, son como un sueño; son como la hierba que por la mañana reverdece;
¿Qué grandes son tus obras, oh SEÑOR, cuán profundos tus pensamientos!
Tus testimonios son muy fidedignos; la santidad conviene a tu casa, eternamente, oh SEÑOR.
El SEÑOR conoce los pensamientos del hombre, {sabe} que son {sólo} un soplo.
en cuya mano están las profundidades de la tierra; suyas son también las cumbres de los montes.
Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos, mas el SEÑOR hizo los cielos.
Nubes y densas tinieblas le rodean, justicia y derecho son el fundamento de su trono.
Cantad alabanzas al SEÑOR con la lira, con la lira y al son de la melodía.
Mis días son como sombra que se alarga; y yo me seco como la hierba.
Dije: Dios mío, no me lleves en la mitad de mis días; tus años son por todas las generaciones.
Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos.
El hombre, como la hierba son sus días; como la flor del campo, así florece;
Los montes altos son para las cabras monteses; las peñas son refugio para los tejones.
¿Cuán numerosas son tus obras, oh SEÑOR! Con sabiduría las has hecho todas; llena está la tierra de tus posesiones.
Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra.
Cuando son disminuidos y abatidos por la opresión, la calamidad y la aflicción,
Grandes son las obras del SEÑOR, buscadas por todos los que se deleitan en ellas.
Las obras de sus manos son verdad y justicia, fieles todos sus preceptos.
Son afirmados para siempre jamás, ejecutados con verdad y rectitud.
Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombre.
Los cielos son los cielos del SEÑOR; pero la tierra la ha dado a los hijos de los hombres.
¿Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, los que andan en la ley del SEÑOR!
¿Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios, {y} con todo el corazón le buscan!
También tus testimonios son mi deleite; {ellos son} mis consejeros.
Quita de mí el oprobio que me causa temor, porque tus juicios son buenos.
Cánticos para mí son tus estatutos en la casa de mi peregrinación.
Yo sé, SEÑOR, que tus juicios son justos, y que en tu fidelidad me has afligido.
¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra mis perseguidores?
Todos tus mandamientos son fieles; con mentira me han perseguido; ¡ayúdame!
Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos, porque son míos para siempre.
Tengo más discernimiento que todos mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación.
¿Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!, {más} que la miel a mi boca.
Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, porque son el gozo de mi corazón.
Maravillosos son tus testimonios, por lo que los guarda mi alma.
Angustia y aflicción han venido sobre mí, {mas} tus mandamientos son mi deleite.
Tus testimonios son justos para siempre; dame entendimiento para que yo viva.
Tú estás cerca, SEÑOR, y todos tus mandamientos son verdad.
Muchas son, oh SEÑOR, tus misericordias; vivifícame conforme a tus ordenanzas.
Muchos son mis perseguidores y mis adversarios, {pero} yo no me aparto de tus testimonios.
Que cante mi lengua de tu palabra, porque todos tus mandamientos son justicia.
Cántico de ascenso gradual.Los que confían en el SEÑOR son como el monte Sion, que es inconmovible, que permanece para siempre.
He aquí, don del SEÑOR son los hijos; {y} recompensa es el fruto del vientre.
Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos {tenidos} en la juventud.