'Tenía' en la Biblia
Y fue que, cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella tuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió a Ester la vara de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester, y tocó la punta de la vara.
Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio de afuera de la casa del rey, para decir al rey que hiciera colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.
porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que no tenía quien le ayudara.
si he alzado contra el huérfano mi mano, porque vi que yo tenía apoyo en la puerta,
El extranjero no tenía fuera la noche; mis puertas abría al caminante.
Y respondió Eliú, hijo de Baraquel buzita, y dijo: Yo soy joven, y vosotros ancianos; por eso tenía timidez y me atemorizaba declararos lo que pienso.
Tenía que ofrecer ofrendas de paz, {y} hoy he cumplido mis votos;
Había un {hombre} solo, sin sucesor, que no tenía hijo ni hermano, sin embargo, no había fin a todo su trabajo. En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas, {y nunca se preguntó:} ¿Para quién trabajo yo y privo a mi vida del placer? También esto es vanidad y tarea penosa.
No tenía fin la multitud de todos los que lo seguían, {y ni} aun los que vendrán después estarán contentos con él; pues también esto es vanidad y correr tras el viento.
Salomón tenía una viña en Baal-hamón, confió la viña a los guardas; cada uno debía traer por su fruto mil {siclos} de plata.
Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en el cuerno de los hijos de aceite.
Y encima de él estaban serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que no se podían comer de malos.
Preguntad ahora, y mirad si da a luz el varón; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer de parto, y se han tornado pálidos todos los rostros.
Y entonces el ejército del rey de Babilonia tenía cercada a Jerusalén; y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la guarda que estaba en la casa del rey de Judá.
Sedequías {tenía} veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. El nombre de su madre {era} Hamutal, hija de Jeremías, de Libna.
Respecto a las columnas, la altura de cada columna {era} de dieciocho codos, y {tenía} doce codos de circunferencia y cuatro dedos de espesor, {y era} hueca.
Jehová ha hecho lo que tenía determinado, Ha cumplido su palabra que él había mandado desde tiempo antiguo: Destruyó, y no perdonó; Y alegró sobre ti al enemigo, Y enalteció el cuerno de tus adversarios.
Y miré, y he aquí un viento tempestuoso venía del aquilón, y una gran nube, y un fuego que venía revolviéndose, y tenía en derredor suyo un resplandor, y en medio de él, en medio del fuego una cosa que parecía como de ámbar,
Y cada uno tenía cuatro rostros, y cuatro alas.
Y debajo del firmamento sus alas {se extendían} derechas, la una hacia la otra; cada uno tenía dos que cubrían sus cuerpos por un lado y por el otro.
Y vi una cosa que parecía como de ámbar, que parecía que había fuego dentro de ella, la cual se veía desde sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que parecía como fuego, y que tenía resplandor alrededor
Entonces miré, y he aquí, una figura con aspecto de hombre; desde sus lomos para abajo {tenía} la apariencia de fuego, y desde sus lomos para arriba la apariencia de un resplandor, como el aspecto de un metal refulgente.
Y me dijo: ``Hijo de hombre, cava ahora en el muro." Cavé en el muro, y tenía una entrada.
Y la gloria del Dios de Israel se alzó de sobre el querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la Casa; y llamó al varón vestido de lienzos, que tenía a su cintura el tintero de escribano.
Y he aquí que el varón vestido de lienzos, que tenía el tintero a su cintura, respondió una palabra diciendo: He hecho conforme a todo lo que me mandaste.
Y cada uno tenía cuatro rostros. El primer rostro era de querubín; el segundo rostro, de hombre; el tercer rostro, de león; el cuarto rostro, de águila.
Cada uno tenía cuatro rostros, y cada uno cuatro alas, y figura de manos humanas debajo de sus alas.
``Tenía ramas fuertes propias para cetros de gobernantes, y su estatura se elevó hasta en medio de las nubes, y fue vista a causa de su altura {y} por sus muchos sarmientos.
Y me llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de bronce, y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; y él estaba a la puerta.
Y he aquí, un muro fuera de la Casa; y la caña de medir que aquel varón tenía en la mano, era de seis codos, de a codo y palmo; y midió la anchura del edificio de una caña, y la altura, de otra caña.
Entonces fue a la puerta que miraba al oriente, subió las gradas, y midió el umbral de la puerta, {y tenía} una caña de ancho, y el otro umbral, una caña de ancho.
Y cada cámara tenía una caña de largo, y una caña de ancho; y entre las cámaras dejó cinco codos en ancho; y cada poste de la puerta junto a la entrada de la puerta por dentro, una caña.
Entonces midió el vestíbulo de la puerta, hacia el interior, {y tenía} una caña.
Midió el vestíbulo de la puerta, {y tenía} ocho codos, y sus pilares, dos codos. Y el vestíbulo de la puerta {estaba} hacia el interior.
Y la puerta hacia el oriente tenía tres cámaras de cada lado, todas tres de una medida; también de una medida los portales de cada lado.
Midió la anchura del vestíbulo, {y tenía} diez codos, y la longitud de la puerta, trece codos.
Y el espacio de delante de las cámaras, de un codo de una parte, y de otro codo la otra; y cada cámara tenía seis codos de una parte, y seis codos de otra.
Midió también los pilares, {y tenía} sesenta codos {de altura.} El atrio alrededor de la puerta {se extendía} hasta el pilar lateral.
Midió el ancho desde el frente de la puerta inferior hasta el frente del atrio interior por fuera, {y tenía} cien codos al oriente y al norte.
El atrio interior tenía una puerta frente a la puerta del norte así como también {a la puerta} del oriente; y midió cien codos de puerta a puerta.
Y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor, como las ventanas ya dichas; la longitud era de cincuenta codos, y la anchura de veinticinco codos.
Y sus gradas eran de siete peldaños, con sus arcos delante de ellas; y tenía palmas, una de una parte, y otra de la otra, en sus postes.
El atrio interior tenía una puerta hacia el sur; y midió de puerta a puerta hacia el sur, {y eran} cien codos.
Y sus cámaras, y sus postes y sus arcos, eran conforme a estas medidas dichas; y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y de veinticinco codos la anchura.
Y tenía arcos alrededor de veinticinco codos de largo, y cinco codos de ancho.
Y eran sus cámaras, y sus postes, y sus arcos, conforme a estas medidas dichas; y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y la anchura de veinticinco codos.
{con} sus cámaras, sus pilares y sus pórticos. La puerta tenía ventanas todo alrededor; {era} de cincuenta codos de largo y veinticinco codos de ancho.
Y la anchura de la entrada {era} de diez codos, y los lados de la entrada {eran} de cinco codos por un lado y cinco codos por el otro. Midió la longitud {de la nave y tenía} cuarenta codos, y la anchura, veinte codos.
Luego entró al interior y midió {cada} pilar de la entrada, {y tenían} dos codos, la entrada tenía seis codos de {altura}, y la anchura de la entrada, siete codos.
Midió su longitud {y tenía} veinte codos, y la anchura, veinte codos delante de la nave. Entonces él me dijo: Este es el {lugar} santísimo.
Después midió {la anchura} del muro del templo {y tenía} seis codos, y la anchura de las cámaras laterales, cuatro codos por todos los lados alrededor del templo.
Y había mayor anchura y vuelta en las cámaras a lo más alto; el caracol de la Casa subía muy alto alrededor por dentro de la Casa; por tanto, la Casa tenía más anchura arriba; y de la cámara baja se subía a la más alta por la del medio.
También vi que el templo tenía todo alrededor una plataforma elevada; los cimientos de las cámaras laterales tenían {de alto} una caña entera de seis codos largos.
El edificio que {estaba} enfrente de la zona separada, hacia el lado occidental, {tenía} setenta codos de ancho; y el muro del edificio {tenía} cinco codos de ancho, todo alrededor, y su longitud {era} de noventa codos.
Midió el templo {y tenía} cien codos de largo; la zona separada con el edificio y sus muros {tenían} también cien codos de largo.
Y la pared estaba labrada con querubines y palmas; entre querubín y querubín una palma; y cada querubín tenía dos rostros:
Y el muro que estaba afuera enfrente de las cámaras, hacia el atrio exterior delante de las cámaras, tenía cincuenta codos de largo.
Y conforme á las puertas de las cámaras que estaban hacia el mediodía, tenía una puerta al principio del camino, del camino delante del muro hacia el oriente á los que entran.
Midió el lado oriental con la caña de medir, {y tenía} alrededor quinientas cañas de la caña de medir.
Midió el lado norte con la caña de medir, {y tenía} alrededor quinientas cañas.
Por los cuatro lados lo midió; tenía un muro todo alrededor de quinientas {cañas} de largo y quinientas de ancho, para dividir entre lo sagrado y lo profano.
Y tenía el aspecto de la visión que vi, como la visión que había visto cuando El vino a destruir la ciudad; y las visiones {eran} como la visión que yo había visto junto al río Quebar. Entonces me postré sobre mi rostro.
Y el altar tenía doce codos de largo, y doce de ancho, cuadrado a sus cuatro lados.
Y el patio era de catorce codos de longitud y catorce de anchura en sus cuatro lados, y de medio codo el borde alrededor; y el medio que tenía aro de un codo por todos lados; y sus gradas estaban al oriente.
Y saliendo el varón hacia el oriente, tenía un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos.
Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que ataran a Sadrac, Mesac, y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo.
Entonces Belsasar ordenó que vistieran a Daniel de púrpura y {le pusieran} un collar de oro al cuello, y que proclamaran acerca de él, que él tenía {ahora} autoridad como tercero en el reino.
Y Darío el medo recibió el reino cuando tenía sesenta y dos años.
Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como lo solía hacer antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios.
La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta tanto que sus alas fueron arrancadas, y fue quitada de la tierra; y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre.
Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se puso al lado, y tenía tres costillas entre sus dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne.
Después de esto yo miraba, y he aquí otra, semejante a un tigre, y tenía cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dada potestad.
Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible, y en gran manera fuerte; la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies; y era muy diferente de todas las bestias que habían sido antes de ella, y tenía diez cuernos.
Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí, otro cuerno, uno pequeño, surgió entre ellos, y tres de los primeros cuernos fueron arrancados delante de él; y he aquí, este cuerno tenía ojos como los ojos de un hombre, y una boca que hablaba con mucha arrogancia.
Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas eran de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies;
asimismo acerca de los diez cuernos que estaban en su cabeza, y del otro que había subido, de delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandezas, y su parecer era mayor que el de sus compañeros.
y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, el cual tenía dos cuernos: y aunque eran altos, el uno era más alto que el otro; y el más alto subía a la postre.
Y estando yo considerando, he aquí un macho cabrío venía de la parte del poniente sobre la faz de toda la tierra, el cual no tocaba la tierra; y tenía aquel macho cabrío un cuerno notable entre sus ojos.
Y vino hasta el carnero que tenía los dos cuernos, al cual había yo visto que estaba delante del río, y corrió contra él con la ira de su fortaleza.
Lo vi venir junto al carnero, y enfurecido contra él, hirió al carnero y le rompió los dos cuernos, y el carnero no tenía fuerza para mantenerse en pie delante de él; lo arrojó en tierra y lo pisoteó, y no hubo nadie que librara al carnero de su poder.
Aquel carnero que viste, que tenía cuernos, son los reyes de Media y de Persia.
Y el macho cabrío es el rey de Grecia; y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.
Su cuerpo {era} como de berilo, su rostro tenía la apariencia de un relámpago, sus ojos {eran} como antorchas de fuego, sus brazos y pies como el brillo del bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.
Entonces el que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez y me fortaleció,
Me enseñó también así: He aquí, el Señor estaba sobre un muro edificado a plomada de albañil, y tenía en su mano una plomada de albañil.
Etiopía era {su} fortaleza, también Egipto, y no tenía límite. Fut y Libia estaban entre los que la ayudaban.
Alcé después mis ojos, y miré y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir.
Pues qué ¿no hizo él uno solo aunque tenía la abundancia del espíritu? ¿Y por qué uno? Para que procurara una simiente de Dios. Guardaos pues en vuestros espíritus, y contra la mujer de vuestra mocedad no seáis desleales.
Y tenía Juan su vestido de pelos de camellos, y una cinta de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
Y he aquí había allí un hombre que tenía una mano seca; y le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito curar en sábado?, por acusarle.
Y parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y nació luego, porque no tenía profundidad de tierra;
mas saliendo el sol, se quemó; y se secó, porque no tenía raíz.
que hallando una preciosa perla, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
Y aunque Herodes quería matarlo, tenía miedo al pueblo, porque consideraban a Juan como un profeta.
Mas a éste, no pudiendo pagar, mandó su señor venderle, y a su mujer e hijos, con todo lo que tenía, y pagar.
Y oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegando al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.
Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero a la cintura, y comía langostas y miel silvestre.
Y otra vez entró en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca.
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