'Tierra' en la Biblia

Porque los rectos habitarán la tierra, Y los perfectos permanecerán en ella;

Mas los impíos serán cortados de la tierra, Y los prevaricadores serán de ella desarraigados.

Jehová con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con inteligencia.

Por mí dominan los príncipes, Y todos los gobernadores juzgan la tierra.

Eternalmente tuve el principado, desde el principio, Antes de la tierra.

No había aún hecho la tierra, ni las campiñas, Ni el principio del polvo del mundo.

Cuando ponía á la mar su estatuto, Y á las aguas, que no pasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra;

Huélgome en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres.

El justo eternalmente no será removido: Mas los impíos no habitarán la tierra.

Ciertamente el justo será pagado en la tierra: ­Cuánto más el impío y el pecador!

El que labra su tierra, se hartará de pan: Mas el que sigue los vagabundos es falto de entendimiento.

En el rostro del entendido aparece la sabiduría: Mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra.

Mejor es morar en tierra del desierto, Que con la mujer rencillosa é iracunda.

Para la altura de los cielos, y para la profundidad de la tierra, Y para el corazón de los reyes, no hay investigación.

Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos: Mas por el hombre entendido y sabio permanecerá sin mutación.

El que labra su tierra, se hartará de pan: Mas el que sigue los ociosos, se hartará de pobreza.

El rey con el juicio afirma la tierra: Mas el hombre de presentes la destruirá.

¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?

Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, Para devorar á los pobres de la tierra, y de entre los hombres á los menesterosos.

El sepulcro, y la matriz estéril, La tierra no harta de aguas, Y el fuego que jamás dice, Basta.

Por tres cosas se alborota la tierra, Y la cuarta no puede sufrir:

Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, Y las mismas son más sabias que los sabios:

Conocido es su marido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.