'Un' en la Biblia
- 1.Gé 1:5-Gé 30:7
- 2.Gé 30:10-Éx 13:18
- 3.Éx 14:21-Éx 34:27
- 4.Éx 34:33-Levítico 17:13
- 5.Levítico 17:15-Números 7:17
- 6.Números 7:19-Números 18:7
- 7.Números 18:16-Deuteronomio 1:23
- 8.Deuteronomio 1:25-Josué 8:29
- 9.Josué 8:30-Rut 2:1
- 10.Rut 2:7-1 Samuel 22:20
- 11.1 Samuel 23:6-2 Samuel 23:11
- 12.2 Samuel 23:15-2 Reyes 3:15
- 13.2 Reyes 4:6-1 Crónicas 21:15
- 14.1 Crónicas 21:18-Nehemías 6:8
- 15.Nehemías 6:11-Job 38:3
- 16.Job 38:25-Salmos 119:162
- 17.Salmos 124:4-Eclesiastés 9:14
- 18.Eclesiastés 9:15-Isaías 33:23
- 19.Isaías 34:4-Jeremías 18:11
- 20.Jeremías 20:15-Ezequiel 4:3
- 21.Ezequiel 4:5-Ezequiel 43:17
- 22.Ezequiel 43:19-Daniel 11:20
- 23.Daniel 11:21-Zacarías 9:7
- 24.Zacarías 9:8-Mateo 24:51
- 25.Mateo 25:6-Lucas 1:69
- 26.Lucas 2:1-Lucas 20:10
- 27.Lucas 20:12-Hechos 1:18
- 28.Hechos 2:1-Hechos 25:9
- 29.Hechos 25:11-2 Corintios 11:33
- 30.2 Corintios 12:2-Hebreos 10:33
- 31.Hebreos 11:4-Apocalipsis 18:8
- 32.Apocalipsis 18:21-Apocalipsis 22:1
Luego el ángel del SEÑOR ordenó a Gad que dijera a David que subiera y edificara un altar al SEÑOR en la era de Ornán jebuseo.
Entonces David dijo a Ornán: Dame el lugar de {esta} era, para que edifique en él un altar al SEÑOR; me lo darás por su justo precio, para que se retire la plaga del pueblo.
Pero el rey David dijo a Ornán: No, sino que ciertamente {lo} compraré por su justo precio; porque no tomaré para el SEÑOR lo que es tuyo, ni ofreceré un holocausto que no me cueste nada.
Entonces David edificó allí un altar al SEÑOR, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. E invocó al SEÑOR, y El le respondió con fuego del cielo sobre el altar del holocausto.
``He aquí, te nacerá un hijo, que será hombre de paz; yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor, pues Salomón será su nombre y en sus días daré paz y reposo a Israel.
He aquí, con grandes esfuerzos he preparado para la casa del SEÑOR cien mil talentos de oro y un millón de talentos de plata, y bronce y hierro sin medida, porque hay en abundancia; también he preparado madera y piedra, a lo cual tú podrás añadir.
Jahat fue el primero y Zina el segundo; pero Jeús y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual constituyeron una casa paterna, un grupo.
Este Benaía {era} un valiente de los treinta, y {estaba} sobre los treinta, y en su división {estaba} su hijo Amisabad.
y da a mi hijo Salomón un corazón perfecto para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, para que {los} cumpla todos y edifique el templo, para el cual he provisto.
Y el SEÑOR engrandeció en gran manera a Salomón ante los ojos de todo Israel, y le confirió un reinado glorioso como nunca había tenido ningún rey en Israel antes de él.
Ahora, oh SEÑOR Dios, tu promesa a mi padre David se ha cumplido, porque me has hecho rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra.
Y se importaba un carro de Egipto por seiscientos {siclos} de plata, y un caballo por ciento cincuenta, y de la misma manera {los} exportaban a todos los reyes de los hititas y a los reyes de Aram.
Y Salomón decidió edificar una casa al nombre del SEÑOR, y un palacio real para sí.
Entonces Salomón envió {un} mensaje a Hiram, rey de Tiro, diciendo: Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole cedros para edificarle una casa donde habitar.
Ahora pues, envíame un hombre diestro para trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, y en {material de} púrpura, carmesí y violeta, y que sepa hacer grabados, para {trabajar} con los expertos que tengo en Judá y en Jerusalén, los cuales mi padre David proveyó.
Y añadió Hiram: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que ha hecho los cielos y la tierra, que ha dado al rey David un hijo sabio, dotado de prudencia y entendimiento, que edificará una casa para el SEÑOR y un palacio real para sí.
Entonces hizo un altar de bronce de veinte codos de largo, de veinte codos de ancho y de diez codos de alto.
Su grueso era de un palmo, y su borde estaba hecho como el borde de un cáliz, {como} una flor de lirio; cabían en él tres mil batos.
Yo, pues, te he edificado una casa majestuosa, un lugar donde mores para siempre.
Porque Salomón había hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto, y lo había puesto en medio del atrio; se puso sobre él, se hincó de rodillas en presencia de toda la asamblea de Israel y extendiendo las manos al cielo,
Y el rey Salomón ofreció un sacrificio de veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron la casa de Dios, el rey y todo el pueblo.
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
El peso del oro que llegaba a Salomón en un solo año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
El rey hizo además un gran trono de marfil y lo revistió de oro puro.
Y {había} seis gradas hasta el trono y un estrado de oro unido al trono, con brazos a cada lado del asiento, y dos leones de pie junto a los brazos.
``Por cuanto mi padre os cargó con un pesado yugo, yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con látigos, pero yo {os castigaré} con escorpiones."
Se fortaleció, pues, el rey Roboam en Jerusalén, y reinó. Y Roboam {tenía} cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el SEÑOR había escogido de entre todas las tribus de Israel para poner allí su nombre. Y el nombre de su madre {era} Naama, amonita.
Y Abías comenzó la batalla con un ejército de valientes guerreros, cuatrocientos mil hombres escogidos, mientras que Jeroboam se puso en orden de batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos, valientes {y} fuertes.
¿No habéis echado fuera a los sacerdotes del SEÑOR, los hijos de Aarón y los levitas, y os habéis hecho sacerdotes como los pueblos de {otras} tierras? Cualquiera que venga a consagrarse con un novillo y siete carneros, aun éste puede llegar a ser sacerdote de {los que} no {son} dioses.
Asa tenía un ejército de trescientos mil {hombres} de Judá que llevaban escudos grandes y lanzas, y doscientos ochenta mil de Benjamín que llevaban escudos y usaban arcos; todos ellos valientes guerreros.
Y salió contra ellos Zera el etíope con un ejército de un millón {de hombres} y trescientos carros, y vino hasta Maresa.
¿No eran los etíopes y los libios un ejército numeroso con muchísimos carros y hombres de a caballo? Sin embargo, porque te apoyaste en el SEÑOR, El los entregó en tu mano.
y de Benjamín, Eliada, un valiente guerrero, y con él doscientos mil armados de arco y escudo;
Y el rey de Israel dijo a Josafat: Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque nunca profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino siempre lo malo. Es Micaías, hijo de Imla. Pero Josafat dijo: No hable el rey así.
Entonces el rey de Israel llamó a un oficial, y {le} dijo: Trae pronto a Micaías, hijo de Imla.
Entonces se adelantó un espíritu y se puso delante del SEÑOR, y dijo: ``Yo lo induciré." Y el SEÑOR le dijo: `` ¿Cómo?"
Y él respondió: ``Saldré y seré un espíritu de mentira en boca de todos sus profetas." Entonces El dijo: ``{Lo} inducirás y también prevalecerás. Ve y hazlo así."
Y ahora, he aquí, el SEÑOR ha puesto un espíritu de mentira en boca de estos tus profetas, pues el SEÑOR ha decretado el mal contra ti.
Respondió Micaías: He aquí, tú {lo} verás aquél día en que entres en un aposento interior para esconderte.
Y un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo al cochero: Da la vuelta y sácame de la batalla pues estoy gravemente herido.
Y han habitado en ella, y allí te han edificado un santuario a tu nombre, diciendo:
Ocozías {tenía} veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre {era} Atalía, nieta de Omri.
Entonces Joiada hizo un pacto entre todo el pueblo y el rey, de que ellos serían el pueblo del SEÑOR.
Entonces el rey, mandó que hicieran un cofre y lo colocaran afuera, junto a la puerta de la casa del SEÑOR.
Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y él se puso en pie, {en un lugar} más alto que el pueblo, y les dijo: Así ha dicho Dios: `` ¿Por qué quebrantáis los mandamientos del SEÑOR y no prosperáis? Por haber abandonado al SEÑOR, El también os ha abandonado."
Ciertamente, el ejército de los arameos vino con pocos hombres; sin embargo, el SEÑOR entregó a un ejército muy grande en sus manos, porque habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres. Así ejecutaron juicio contra Joás.
Además, Amasías reunió a Judá, y conforme a {sus} casas paternas los puso bajo comandantes de miles y comandantes de cientos por todo Judá y Benjamín; e hizo un censo de los de veinte años arriba, y halló trescientos mil {hombres} escogidos, {hábiles} para ir a la guerra {y} para manejar lanza y escudo.
Pero un hombre de Dios vino a él, diciendo: Oh rey, no dejes que el ejército de Israel vaya contigo, porque el SEÑOR no está con Israel {ni con} ninguno de los hijos de Efraín.
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Amasías, y le envió un profeta que le dijo: ¿Por qué has buscado a los dioses de {otro} pueblo, que no han podido librar a su propio pueblo de tu mano?
Tenía también Uzías un ejército listo para la batalla, que salía al combate por divisiones conforme al número de su alistamiento, preparado por el escriba Jeiel y el oficial Maasías, bajo la dirección de Hananías, uno de los oficiales del rey.
Y bajo su mando estaba un ejército poderoso de trescientos siete mil quinientos, que hacían la guerra con gran poder, para ayudar al rey contra el enemigo.
Pero Uzías, con un incensario en su mano para quemar incienso, se llenó de ira; y mientras estaba airado contra los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente, delante de los sacerdotes en la casa del SEÑOR, junto al altar del incienso.
Porque Peka, hijo de Remalías, mató en Judá a ciento veinte mil en un día, todos hombres valientes, porque habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres.
Pero había allí un profeta del SEÑOR llamado Oded, y {éste} salió al encuentro del ejército que venía a Samaria, y les dijo: He aquí, porque el SEÑOR, Dios de vuestros padres, estaba airado con Judá, los ha entregado en vuestras manos, y los habéis matado con una furia {que} ha llegado hasta el cielo.
Ahora {he decidido} en mi corazón hacer un pacto con el SEÑOR, Dios de Israel, para que el ardor de su ira se aparte de nosotros.
Así que proclamaron un decreto para hacer correr la voz por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que vinieran a celebrar la Pascua al SEÑOR, Dios de Israel, en Jerusalén. Porque muchos no {la} habían celebrado como estaba escrito.
También sobre Judá estuvo la mano de Dios para darles un {solo} corazón a fin de hacer lo que el rey y los príncipes ordenaron conforme a la palabra del SEÑOR.
Con él está {sólo} un brazo de carne, pero con nosotros está el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo confió en las palabras de Ezequías, rey de Judá.
`` ¿Acaso no es el mismo Ezequías el que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: `Delante de un solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso'?
Y el SEÑOR envió un ángel que destruyó a todo guerrero valiente, comandante y jefe en el campamento del rey de Asiria. Así regresó avergonzado a su propia tierra. Y cuando había entrado al templo de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allí a espada.
Josías {tenía} ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén.
Y en el año dieciocho de su reinado, cuando había purificado la tierra y la casa, envió a Safán, hijo de Azalía, y a Maasías, un oficial de la ciudad, y a Joa, hijo de Joacaz, escriba, para que repararan la casa del SEÑOR su Dios.
El escriba Safán informó también al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me ha dado un libro. Y Safán leyó de él en la presencia del rey.
Entonces el rey de Egipto lo destituyó en Jerusalén, e impuso a la tierra una multa de cien talentos de plata y un talento de oro.
Y el gobernador les dijo que no comieran de las cosas santísimas hasta que un sacerdote se levantara con Urim y Tumim.
Según sus medios dieron al tesoro para la obra sesenta y un mil dracmas de oro, cinco mil minas de plata y cien túnicas sacerdotales.
Cuando llegó el mes séptimo, y los hijos de Israel {estaban ya} en las ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén.
Cuando se enteraron los enemigos de Judá y de Benjamín de que el pueblo del destierro estaba edificando un templo al SEÑOR, Dios de Israel,
Y por mí fue proclamado un decreto; se investigaron los hechos, y se ha descubierto que esa ciudad en tiempos pasados se ha levantado contra los reyes, y que en ella se ha fomentado rebelión e insurrección;
Ahora pues, proclamad un decreto para que estos hombres paren {la obra} y que esa ciudad no sea reedificada hasta que salga un decreto de mí.
Pero el ojo de su Dios velaba sobre los ancianos de los judíos, y no les detuvieron {la obra} hasta que un informe llegara a Darío, y volviera una respuesta escrita tocante al asunto.
Le enviaron un informe que estaba escrito así: Al rey Darío, toda paz.
Y así nos respondieron, diciendo: ``Somos los siervos del Dios del cielo y de la tierra, y estamos reedificando el templo que fue construido hace muchos años, el cual un gran rey de Israel edificó y terminó.
Sin embargo, en el año primero de Ciro, rey de Babilonia, el rey Ciro proclamó un decreto de que se reedificara esta casa de Dios.
Y ahora, si al rey {le parece} bien, que se busque en la casa del tesoro del rey que está allí en Babilonia, {a ver} si es que fue proclamado un decreto de parte del rey Ciro para reedificar esta casa de Dios en Jerusalén; y que se nos envíe la decisión del rey en cuanto a este {asunto.}
Entonces el rey Darío proclamó un decreto, y buscaron en los archivos donde se guardaban los tesoros allí en Babilonia.
Y en Acmeta, en la fortaleza que está en la provincia de Media, hallaron un rollo en el que estaba escrito lo siguiente: Memorándum:
En el año primero del rey Ciro, el rey Ciro proclamó un decreto: ``{En cuanto} a la casa de Dios en Jerusalén, que sea reedificado el templo, el lugar donde se ofrecen los sacrificios, y que se conserven sus cimientos, con su altura de sesenta codos y su anchura de sesenta codos;
Y he proclamado un decreto de que cualquiera que quebrante este edicto, de su casa se arranque un madero, y levantándolo, sea colgado en él, y que su casa sea reducida a escombros a causa de esto.
yo he proclamado un decreto de que cualquiera del pueblo de Israel, de sus sacerdotes y de los levitas en mi reino que esté dispuesto a ir a Jerusalén, puede ir contigo.
Yo, el rey Artajerjes, proclamo un decreto a todos los tesoreros que están {en las provincias} más allá del río, que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, sea hecho puntualmente,
Y conforme a la mano bondadosa de nuestro Dios sobre nosotros, nos trajeron a un hombre de entendimiento de los hijos de Mahli, hijo de Leví, hijo de Israel, es decir, a Serebías, con sus hijos y hermanos, dieciocho {hombres;}
Entonces proclamé allí, junto al río Ahava, un ayuno para que nos humilláramos delante de nuestro Dios a fin de implorar de El un viaje feliz para nosotros, para nuestros pequeños y para todas nuestras posesiones.
Pero ahora, por un breve momento, ha habido misericordia de parte del SEÑOR nuestro Dios, para dejarnos un remanente {que ha} escapado y darnos un refugio en su lugar santo, para que nuestro Dios ilumine nuestros ojos y nos conceda un poco de vida en nuestra servidumbre.
que por medio de tus siervos los profetas ordenaste, diciendo: ``La tierra a la cual entráis para poseerla es una tierra inmunda con la inmundicia de los pueblos de estas tierras, con sus abominaciones que la han llenado de un extremo a otro, {y} con su impureza.
Y después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras y nuestra gran culpa, puesto que tú, nuestro Dios, {nos} has pagado menos de {lo que} nuestras iniquidades {merecen,} y nos has dado un {remanente} que ha escapado como éste,
Oh SEÑOR, Dios de Israel, tú eres justo, porque hemos quedado un {remanente} que ha escapado, como {en} este día; he aquí, estamos delante de ti en nuestra culpa, porque nadie puede estar delante de ti a causa de esto.
Hagamos ahora un pacto con nuestro Dios de despedir a todas las mujeres y a sus hijos, conforme al consejo de mi señor y de los que tiemblan ante el mandamiento de nuestro Dios; y que sea hecho conforme a la ley.
Sólo que el pueblo es numeroso, y es la temporada de lluvia, y no podemos permanecer fuera. Tampoco se puede hacer todo en un solo día ni en dos, porque hemos pecado en gran manera en este asunto.
(Ellos juraron despedir a sus mujeres, y siendo culpables, {ofrecieron} un carnero del rebaño por su delito.)
Entonces el rey me dijo, estando la reina sentada junto a él: ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y le agradó al rey enviarme, y yo le di un plazo fijo.
Entonces les dije: Vosotros veis la mala situación en que estamos, que Jerusalén está desolada y sus puertas quemadas a fuego. Venid, reedifiquemos la muralla de Jerusalén para que ya no seamos un oprobio.
Después de él hizo reparaciones Nehemías, hijo de Azbuc, oficial de la mitad del distrito de Bet-sur, hasta {un punto} frente a los sepulcros de David, hasta el estanque artificial y hasta la casa de los valientes.
habló en presencia de sus hermanos y de los ricos de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿{La} restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, aun las quemadas?
Tobías el amonita {estaba} cerca de él, y dijo: Aun lo que están edificando, si un zorro saltara sobre {ello}, derribaría su muralla de piedra.
Los que reedificaban la muralla y los que llevaban cargas llevaban la carga en una mano trabajando en la obra, y en la otra empuñaban un arma.
Lo que se preparaba para cada día era un buey {y} seis ovejas escogidas, también eran preparadas aves para mí; cada diez días toda clase de vino {se proveía} en abundancia. Y con todo esto, no reclamé el pan del gobernador, porque era pesada la servidumbre sobre este pueblo.
Sanbalat y Gesem me enviaron {un mensaje,} diciendo: Ven, reunámonos en Quefirim en el llano de Ono. Pero ellos tramaban hacerme daño.
También has puesto profetas para anunciar en Jerusalén {en} cuanto a ti: ``Un rey está en Judá." Y ahora llegarán a oídos del rey estos informes. Ahora pues, ven, consultemos juntos.
Entonces le envié {un mensaje,} diciendo: No han sucedido esas cosas que tú dices, sino que las estás inventando en tu corazón.
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- 5.Levítico 17:15-Números 7:17
- 6.Números 7:19-Números 18:7
- 7.Números 18:16-Deuteronomio 1:23
- 8.Deuteronomio 1:25-Josué 8:29
- 9.Josué 8:30-Rut 2:1
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- 11.1 Samuel 23:6-2 Samuel 23:11
- 12.2 Samuel 23:15-2 Reyes 3:15
- 13.2 Reyes 4:6-1 Crónicas 21:15
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- 15.Nehemías 6:11-Job 38:3
- 16.Job 38:25-Salmos 119:162
- 17.Salmos 124:4-Eclesiastés 9:14
- 18.Eclesiastés 9:15-Isaías 33:23
- 19.Isaías 34:4-Jeremías 18:11
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- 21.Ezequiel 4:5-Ezequiel 43:17
- 22.Ezequiel 43:19-Daniel 11:20
- 23.Daniel 11:21-Zacarías 9:7
- 24.Zacarías 9:8-Mateo 24:51
- 25.Mateo 25:6-Lucas 1:69
- 26.Lucas 2:1-Lucas 20:10
- 27.Lucas 20:12-Hechos 1:18
- 28.Hechos 2:1-Hechos 25:9
- 29.Hechos 25:11-2 Corintios 11:33
- 30.2 Corintios 12:2-Hebreos 10:33
- 31.Hebreos 11:4-Apocalipsis 18:8
- 32.Apocalipsis 18:21-Apocalipsis 22:1