'Yo' en la Biblia
- 1.Gé 3:11-Gé 37:30
- 2.Gé 37:35-Éx 9:28
- 3.Éx 9:29-Levítico 19:25
- 4.Levítico 19:28-Números 20:24
- 5.Números 21:2-Deuteronomio 28:13
- 6.Deuteronomio 28:14-Jueces 13:8
- 7.Jueces 13:11-1 Samuel 18:18
- 8.1 Samuel 18:21-2 Samuel 14:18
- 9.2 Samuel 14:21-1 Reyes 12:24
- 10.1 Reyes 13:7-2 Reyes 19:28
- 11.2 Reyes 19:34-Nehemías 6:4
- 12.Nehemías 6:8-Job 31:23
- 13.Job 31:26-Salmos 55:23
- 14.Salmos 56:3-Proverbios 8:30
- 15.Proverbios 9:5-Isaías 43:1
- 16.Isaías 43:2-Isaías 66:22
- 17.Jeremías 1:6-Jeremías 25:29
- 18.Jeremías 26:2-Jeremías 51:52
- 19.Jeremías 51:64-Ezequiel 17:16
- 20.Ezequiel 17:19-Ezequiel 30:18
- 21.Ezequiel 30:19-Daniel 7:15
- 22.Daniel 7:21-Miqueas 6:14
- 23.Miqueas 6:16-Mateo 20:22
- 24.Mateo 20:23-Juan 5:36
- 25.Juan 5:42-Juan 14:27
- 26.Juan 14:28-Hechos 24:16
- 27.Hechos 25:18-Gálatas 1:12
- 28.Gálatas 1:16-Apocalipsis 21:5
- 29.Apocalipsis 21:6-Apocalipsis 22:18
Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré un presente.
Y fue tras el varón de Dios, y le halló sentado debajo de un alcornoque; y le dijo: ¿Eres tú el varón de Dios que vino de Judá? Y él dijo: Yo soy.
Y el otro le dijo: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por palabra de Jehová, diciendo: Vuélvele contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua. Pero le mintió.
Y sucedió que después de haberlo enterrado, habló a sus hijos, diciendo: Cuando yo muera, enterradme en el sepulcro en que está sepultado el varón de Dios; poned mis huesos junto a los suyos.
y dijo Jeroboam a su esposa: Levántate ahora, disfrázate, para que no te conozcan que eres la esposa de Jeroboam, y ve a Silo; que allá está Ahías profeta, el que me dijo que yo había de ser rey sobre este pueblo.
Y sucedió que cuando Ahías oyó el sonido de sus pies, al entrar ella por la puerta, dijo: Entra, esposa de Jeroboam; ¿por qué te finges otra? Pues yo soy enviado a ti con revelación dura.
Ve, y di a Jeroboam: Así dijo Jehová Dios de Israel: Por cuanto yo te levanté de en medio del pueblo, y te hice príncipe sobre mi pueblo Israel,
Por tanto, he aquí que yo traigo mal sobre la casa de Jeroboam, y yo talaré de Jeroboam todo meante a la pared, así el guardado como el desamparado en Israel; y barreré la posteridad de la casa de Jeroboam, como es barrido el estiércol, hasta que sea acabada.
Haya alianza entre tú y yo, y entre mi padre y el tuyo. He aquí yo te envío un presente de plata y oro: ve, y rompe tu alianza con Baasa rey de Israel, para que se aparte de mí.
Por cuanto yo te levanté del polvo, y te puse por príncipe sobre mi pueblo Israel, y tú has andado en el camino de Jeroboam, y has hecho pecar a mi pueblo Israel, provocándome a ira con sus pecados;
he aquí yo barreré la posteridad de Baasa, y la posteridad de su casa; y pondré su casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat.
Y beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.
Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y allí morarás: he aquí yo he mandado allí a una mujer viuda que te sustente.
Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer en memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?
Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa yo estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo?
Y sucedió que después de muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo daré lluvia sobre la faz de la tierra.
Y él respondió: Yo soy; ve, di a tu amo: He aquí Elías.
Y acontecerá que, luego que yo me haya ido de ti, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa; y cuando yo venga y dé las nuevas a Acab, y él no te halle, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud.
Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los Baales.
Entonces Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.
Dénsenos, pues, dos bueyes, y escójanse ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo aprestaré el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo.
Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová: y el Dios que respondiere por fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.
Y sucedió que cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías, y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.
Y sucedió que a la séptima vez, él dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te detenga.
Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías, diciendo: Así me hagan los dioses, y así me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos.
Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Baste ya, oh Jehová, quítame la vida; pues no soy yo mejor que mis padres.
Y él respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas: y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
Y él respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
Pero yo he hecho que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.
Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo?
Y el rey de Israel respondió, y dijo: Como tú dices, rey señor mío, yo soy tuyo, y todo lo que tengo.
Y volviendo los mensajeros otra vez, dijeron: Así dijo Benadad: Yo te envié a decir: Tu plata y tu oro, y tus esposas y tus hijos me darás.
Además mañana a estas horas enviaré yo a ti mis siervos, los cuales inspeccionarán tu casa, y las casas de tus siervos; y sucederá que todo lo precioso que tienes ellos lo tomarán con sus manos y se lo llevarán.
Entonces el rey de Israel llamó a todos los ancianos de la tierra, y les dijo: Entended, y ved ahora cómo éste no busca sino mal; pues ha enviado a mí por mis esposas y mis hijos, y por mi plata y por mi oro; y yo no se lo he negado.
Y he aquí un profeta se llegó a Acab rey de Israel; y le dijo: Así dice Jehová: ¿Has visto esta grande multitud? he aquí yo te la entregaré hoy en tu mano, para que conozcas que yo soy Jehová.
Acercándose entonces el varón de Dios al rey de Israel, le habló diciendo: Así dice Jehová: Por cuanto los sirios han dicho, Jehová es Dios de las montañas, y no Dios de los valles, yo entregaré toda esta gran multitud en tu mano, y sabrás que yo soy Jehová.
Y le dijo Benadad: Las ciudades que mi padre tomó al tuyo, yo las restituiré; y haz plazas en Damasco para ti, como mi padre las hizo en Samaria. Y yo, dijo Acab, te dejaré partir con este pacto. Hizo, pues, pacto con él, y le dejó ir.
Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña para un huerto de legumbres, porque está cercana a mi casa, y yo te daré por ella otra viña mejor que ésta; o si mejor te pareciere, te pagaré su valor en dinero.
Y Nabot respondió a Acab: Guárdeme Jehová de que yo te dé a ti la heredad de mis padres.
Y él respondió: Porque hablé con Nabot de Jezreel, y le dije que me diera su viña por dinero, o que, si más quería, le daría otra viña por ella; y él respondió: Yo no te daré mi viña.
Y su esposa Jezabel le dijo: ¿Reinas tú ahora sobre Israel? Levántate, y come pan, y alégrate; yo te daré la viña de Nabot de Jezreel.
He aquí yo traigo mal sobre ti, y barreré tu posteridad, y talaré de Acab todo meante a la pared, al guardado y al desamparado en Israel:
Y yo pondré tu casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías; por la provocación con que me provocaste a ira, y con que has hecho pecar a Israel.
Y dijo a Josafat: ¿Quieres venir conmigo a pelear contra Ramot de Galaad? Y Josafat respondió al rey de Israel: Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como tus caballos.
Y dijo luego Josafat al rey de Israel: Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová.
Y el rey de Israel respondió a Josafat: Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías, hijo de Imla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josafat dijo: No hable el rey así.
Entonces él dijo: Yo vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor; y Jehová dijo: Éstos no tienen señor; vuélvase cada uno a su casa en paz.
Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te lo había yo dicho? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí, sino solamente mal.
Entonces él dijo: Oye pues palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército del cielo estaba junto a Él, a su derecha y a su izquierda.
Y salió un espíritu, y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré.
Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? Y él dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y Él dijo: Tú le inducirás, y prevalecerás; ve, pues, y hazlo así.
y dirás: Así ha dicho el rey: Echad a éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz.
Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla; y tú vístete tus vestiduras. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla.
Y Elías respondió, y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y te consuma con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.
Y les respondió Elías, y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y te consuma con tus cincuenta. Y el fuego de Dios descendió del cielo y lo consumió a él y a sus cincuenta.
Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Betel, le dijeron: ¿Sabes que Jehová quitará hoy a tu señor de sobre tu cabeza? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad.
Y los hijos de los profetas que estaban en Jericó vinieron a Eliseo, y le dijeron: ¿Sabes que Jehová quitará hoy a tu señor de sobre tu cabeza? Y él respondió: Sí, yo lo sé; callad.
Y cuando volvieron a él (pues él se había quedado en Jericó), él les dijo: ¿No os dije yo que no fueseis?
Y saliendo él a los manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así dice Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni esterilidad.
Y fue y envió a decir a Josafat rey de Judá: El rey de Moab se ha rebelado contra mí: ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab? Y él respondió: Iré, porque yo soy como tú eres; mi pueblo como tu pueblo; y mis caballos, como tus caballos.
Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque ha juntado Jehová estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas.
Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo percibo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios.
Yo te ruego que hagamos una pequeña cámara de paredes, y pongamos en ella cama, y mesa, y silla, y candelero, para que cuando viniere a nosotros, se recoja en ella.
Y él dijo a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo.
Llamando luego a su marido, le dijo: Te ruego que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y vuelva.
Después hizo enalbardar una asna, y dijo al criado: Guía y anda; no detengas por mí tu cabalgar, a menos que yo te lo diga.
Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo: No me Engañes?
Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré una carta al rey de Israel. Partió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestiduras.
Tomó también la carta para el rey de Israel, que decía así: Ahora, cuando esta carta llegue a ti, sabe por ella que yo te envío a mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra.
Y sucedió que cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.
Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano, y tocará el lugar, y sanará la lepra.
En esto perdone Jehová a tu siervo; que cuando mi señor entrare en el templo de Rimón, y para adorar en él se apoyare sobre mi mano, si yo también me inclinare en el templo de Rimón, si en el templo de Rimón me inclino, Jehová perdone en esto a tu siervo.
Entonces Giezi, criado de Eliseo el varón de Dios, dijo entre sí: He aquí mi señor estorbó a este sirio Naamán, no tomando de su mano las cosas que había traído. Vive Jehová, que correré yo tras él, y tomaré de él alguna cosa.
Y dijo uno: Te rogamos que quieras venir con tus siervos. Y él respondió: Yo iré.
Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a tomarlo. Y le fue dicho: He aquí él está en Dotán.
Después les dijo Eliseo: Éste no es el camino, ni es ésta la ciudad; seguidme, que yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los guió a Samaria.
Y él dijo: Si no te salva Jehová, ¿de dónde te he de salvar yo? ¿Del alfolí, o del lagar?
Así que cocimos a mi hijo, y lo comimos; y al día siguiente yo le dije a ella: Da acá tu hijo, y comámoslo; pero ella ha escondido a su hijo.
Y se levantó el rey de noche, y dijo a sus siervos: Yo os declararé lo que nos han hecho los sirios. Ellos saben que tenemos hambre, y han salido de las tiendas y se han escondido en el campo, diciendo: Cuando salgan de la ciudad, los tomaremos vivos, y entraremos en la ciudad.
Toma luego el frasco de aceite, y derrámalo sobre su cabeza, y di: Así dijo Jehová: Yo te he ungido por rey sobre Israel. Y abriendo la puerta, echa a huir, y no esperes.
Y él se levantó, y entró en casa; y el otro derramó el aceite sobre su cabeza, y le dijo: Así dijo Jehová Dios de Israel: Yo te he ungido por rey sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel.
Y herirás la casa de Acab tu señor, para que yo vengue la sangre de mis siervos los profetas, y la sangre de todos los siervos de Jehová, de la mano de Jezabel.
Y yo pondré la casa de Acab como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías.
Y ellos dijeron: Mentira; decláranoslo ahora. Y él dijo: Así y así me habló, diciendo: Así dice Jehová: Yo te he ungido por rey sobre Israel.
Y el atalaya que estaba en la torre de Jezreel, vio la cuadrilla de Jehú, que venía, y dijo: Yo veo una cuadrilla. Y Joram dijo: Toma uno de a caballo, y envía a reconocerlos, y que les diga: ¿Hay paz?
Dijo luego Jehú a Bidcar su capitán: Tómalo y échalo a un cabo de la heredad de Nabot de Jezreel. Acuérdate que cuando tú y yo íbamos juntos con la gente de Acab su padre, Jehová pronunció esta sentencia sobre él, diciendo:
Ciertamente yo vi ayer la sangre de Nabot, y la sangre de sus hijos, dijo Jehová; y tengo que darte la paga en esta heredad, dijo Jehová. Tómale, pues, ahora, y échalo en la heredad, conforme a la palabra de Jehová.
Y sucedió que venida la mañana, salió él, y estando en pie dijo a todo el pueblo: Vosotros sois justos; he aquí yo he conspirado contra mi señor, y lo maté, pero, ¿quién mató a todos éstos?
Y cuando ellos entraron para hacer sacrificios y holocaustos, Jehú puso fuera ochenta hombres, y les dijo: Cualquiera que dejare vivo alguno de aquellos hombres que yo he puesto en vuestras manos, su vida será por la del otro.
Entonces Acaz envió embajadores a Tiglat-pileser rey de Asiria, diciendo: Yo soy tu siervo y tu hijo: sube, y defiéndeme de mano del rey de Siria, y de mano del rey de Israel, que se han levantado contra mí.
Y Jehová amonestaba a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres, y que os envié por medio de mis siervos los profetas.
Entonces Ezequías rey de Judá envió a decir al rey de Asiria en Laquis: Yo he pecado: apártate de mí, y llevaré todo lo que me impusieres. Y el rey de Asiria impuso a Ezequías rey de Judá trescientos talentos de plata, y treinta talentos de oro.
Por tanto, ahora yo te ruego que des rehenes a mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si tú pudieres dar jinetes para ellos.
¿Acaso he venido yo ahora sin Jehová a este lugar, para destruirlo? Jehová me ha dicho: Sube a esta tierra, y destrúyela.
Hasta que yo venga, y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas, tierra de olivas, de aceite, y de miel; y viviréis, y no moriréis. No oigáis a Ezequías, porque os engaña cuando dice: Jehová nos librará.
He aquí pondré yo en él un espíritu, y oirá rumor, y se volverá a su tierra: y yo haré que en su tierra caiga a espada.
Yo cavé y bebí las aguas extrañas, y con las plantas de mis pies sequé todos los ríos de los lugares sitiados
¿Nunca has oído que hace mucho tiempo yo lo hice, y que desde los días de la antigüedad lo dispuse? Y ahora lo he hecho venir, y tú serás para hacer desolaciones, para reducir las ciudades fortificadas en montones de ruinas.
Yo conozco tu sentarte, tu salir y tu entrar, y tu furor contra mí.
Por cuanto te has airado contra mí, y tu estruendo ha subido a mis oídos, yo por tanto pondré mi gancho en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 3:11-Gé 37:30
- 2.Gé 37:35-Éx 9:28
- 3.Éx 9:29-Levítico 19:25
- 4.Levítico 19:28-Números 20:24
- 5.Números 21:2-Deuteronomio 28:13
- 6.Deuteronomio 28:14-Jueces 13:8
- 7.Jueces 13:11-1 Samuel 18:18
- 8.1 Samuel 18:21-2 Samuel 14:18
- 9.2 Samuel 14:21-1 Reyes 12:24
- 10.1 Reyes 13:7-2 Reyes 19:28
- 11.2 Reyes 19:34-Nehemías 6:4
- 12.Nehemías 6:8-Job 31:23
- 13.Job 31:26-Salmos 55:23
- 14.Salmos 56:3-Proverbios 8:30
- 15.Proverbios 9:5-Isaías 43:1
- 16.Isaías 43:2-Isaías 66:22
- 17.Jeremías 1:6-Jeremías 25:29
- 18.Jeremías 26:2-Jeremías 51:52
- 19.Jeremías 51:64-Ezequiel 17:16
- 20.Ezequiel 17:19-Ezequiel 30:18
- 21.Ezequiel 30:19-Daniel 7:15
- 22.Daniel 7:21-Miqueas 6:14
- 23.Miqueas 6:16-Mateo 20:22
- 24.Mateo 20:23-Juan 5:36
- 25.Juan 5:42-Juan 14:27
- 26.Juan 14:28-Hechos 24:16
- 27.Hechos 25:18-Gálatas 1:12
- 28.Gálatas 1:16-Apocalipsis 21:5
- 29.Apocalipsis 21:6-Apocalipsis 22:18