'Él' en la Biblia
Porque David no ascendió a los cielos, pero él {mismo} dice: DIJO EL SEÑOR A MI SEÑOR: ``SIENTATE A MI DIESTRA,
Entonces Pedro, junto con Juan, fijando su vista en él, {le} dijo: ¡Míranos!
Y él los miró atentamente, esperando recibir algo de ellos.
Y estando él asido de Pedro y de Juan, todo el pueblo, lleno de asombro, corrió al pórtico llamado de Salomón, donde ellos estaban.
Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró. Al entrar los jóvenes, la hallaron muerta, y {la} sacaron y {le} dieron sepultura junto a su marido.
Pero levantándose el sumo sacerdote, y todos los que estaban con él (es decir, la secta de los saduceos), se llenaron de celo,
Habiendo oído {esto,} entraron al amanecer en el templo y enseñaban. Cuando llegaron el sumo sacerdote y los que estaban con él, convocaron al concilio, es decir, a todo el senado de los hijos de Israel, y enviaron {órdenes} a la cárcel para que los trajeran.
Porque hace algún tiempo Teudas se levantó pretendiendo ser alguien; y un grupo como de cuatrocientos hombres se unió a él. Y fue muerto, y todos los que lo seguían fueron dispersos y reducidos a nada.
Después de él, se levantó Judas de Galilea en los días del censo, y llevó {mucha} gente tras sí; él también pereció, y todos los que lo seguían se dispersaron.
Y alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y cayendo sobre {él}, lo arrebataron y {lo} trajeron en presencia del concilio.
Y al fijar la mirada en él, todos los que estaban sentados en el concilio vieron su rostro como el rostro de un ángel.
Y él dijo: Escuchad{me,} hermanos y padres. El Dios de gloria apareció a nuestro padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que habitara en Harán,
Entonces él salió de la tierra de los caldeos y se radicó en Harán. Y de allí, después de la muerte de su padre, {Dios} lo trasladó a esta tierra en la cual ahora vosotros habitáis.
Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto. Pero Dios estaba con él,
Y Jacob descendió a Egipto, y {allí} murió él y {también} nuestros padres.
Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad por medio de él, pero ellos no entendieron.
Al ver esto, Moisés se maravillaba de la visión, y al acercarse para ver mejor, vino {a él} la voz del Señor:
Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él.
Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él.
Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba {al Señor} y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.
Y {algunos} hombres piadosos sepultaron a Esteban, y lloraron a gran voz por él.
Y él respondió: ¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe? E invitó a Felipe a que subiera y se sentara con él.
Y Felipe dijo: Si crees con todo tu corazón, puedes. Respondió él y dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y El {respondió:} Yo soy Jesús a quien tú persigues;
Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos, oyendo la voz, pero sin ver a nadie.
Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión: Ananías. Y él dijo: Heme aquí, Señor.
y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.
Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento escogido, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel;
Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Después de muchos días, los judíos tramaron deshacerse de él,
Y él le dio la mano y la levantó; y llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.
Como a la hora novena del día, vio claramente en una visión a un ángel de Dios que entraba a {donde} él {estaba} y le decía: Cornelio.
Mirándolo fijamente y atemorizado, {Cornelio} dijo: ¿Qué quieres, Señor? Y él le dijo: Tus oraciones y limosnas han ascendido como memorial delante de Dios.
había en él toda {clase de} cuadrúpedos y reptiles de la tierra, y aves del cielo.
De nuevo, por segunda vez, {llegó} a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no {lo} llames tú impuro.
Y conversando con él, entró y halló* mucha gente reunida.
``Envía, pues, a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro; él está hospedado en casa de Simón {el} curtidor, junto al mar."
Cuando fijé mis ojos en él y lo observaba, vi cuadrúpedos terrestres, fieras, reptiles y aves del cielo.
y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo: ``Envía a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro,
Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él.
Cuando habían pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salieron y siguieron por una calle, y enseguida el ángel se apartó de él.
{Herodes} estaba muy enojado con los de Tiro y de Sidón; pero ellos, de común acuerdo se presentaron ante él, y habiéndose ganado a Blasto, camarero del rey, pedían paz pues su territorio era abastecido por el del rey.
Entonces Saulo, {llamado} también Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en él,
Ahora, he aquí, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo. Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano.
Este escuchaba hablar a Pablo, el cual, fijando la mirada en él, y viendo que tenía fe para ser sanado,
dijo con fuerte voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él dio un salto y anduvo.
Pero mientras los discípulos lo rodeaban, él se levantó y entró en la ciudad. Y al día siguiente partió con Bernabé a Derbe.
Pablo quiso que éste fuera con él, y lo tomó y lo circuncidó por causa de los judíos que había en aquellas regiones, porque todos sabían que su padre era griego.
Entonces él pidió luz y se precipitó adentro, y temblando, se postró ante Pablo y Silas,
Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.
Y él los tomó en aquella {misma} hora de la noche, y les lavó las heridas; enseguida fue bautizado, él y todos los suyos.
Los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas; y después de recibir órdenes de que Silas y Timoteo se unieran a él lo más pronto posible, partieron.
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía dentro de él al contemplar la ciudad llena de ídolos.
También disputaban con él algunos de los filósofos epicúreos y estoicos. Y algunos decían: ¿Qué quiere decir este palabrero? Y otros: Parece ser un predicador de divinidades extrañas --porque {les} predicaba a Jesús y la resurrección.
El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él {hay}, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos {de hombres},
Pero algunos se unieron a él y creyeron, entre los cuales estaban Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y otros con ellos.
y como él era del mismo oficio, se quedó con ellos y trabajaban {juntos,} pues el oficio de ellos era hacer tiendas.
Pero cuando ellos se le opusieron y blasfemaron, él sacudió sus ropas y les dijo: Vuestra sangre {sea} sobre vuestras cabezas; yo soy limpio; desde ahora me iré a los gentiles.
Y Pablo, después de quedarse muchos días más, se despidió de los hermanos y se embarcó hacia Siria, y con él iban Priscila y Aquila. Y en Cencrea se hizo cortar el cabello, porque tenía hecho un voto.
Llegaron a Efeso y los dejó allí. Y entrando él a la sinagoga, discutía con los judíos.
Cuando él quiso pasar a Acaya, los hermanos lo animaron, y escribieron a los discípulos que lo recibieran; y cuando llegó, ayudó mucho a los que por la gracia habían creído,
Entonces él dijo: ¿En qué {bautismo,} pues, fuisteis bautizados? Ellos contestaron: En el bautismo de Juan.
Y Pablo dijo: Juan bautizó con el bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyeran en aquel que vendría después de él, es decir, en Jesús.
Y habiendo enviado a Macedonia a dos de sus ayudantes, Timoteo y Erasto, él se quedó en Asia por algún tiempo.
También algunos de los asiarcas, que eran amigos de Pablo, enviaron a él y repetidamente le rogaron que no se aventurara {a presentarse} en el teatro.
Así pues, si Demetrio y los artífices que están con él tienen queja contra alguno, los tribunales están abiertos y los procónsules {dispuestos;} presenten sus acusaciones unos contra otros.
Pero Pablo bajó y se tendió sobre él, y después de abrazarlo, dijo: No os alarméis, porque está vivo.
Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros bien sabéis cómo he sido con vosotros todo el tiempo, desde el primer día que estuve en Asia,
Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea, y entrando en la casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete, nos quedamos con él.
Pues anteriormente habían visto a Trófimo el efesio con él en la ciudad, y pensaban que Pablo lo había traído al templo.
Pero entre la muchedumbre unos gritaban una cosa {y} otros otra, y como él no pudo averiguar con certeza {los hechos,} debido al tumulto, ordenó que lo llevaran al cuartel.
Cuando estaban para meter a Pablo en el cuartel, dijo al comandante: ¿Puedo decirte algo? Y él dijo*: ¿Sabes griego?
Cuando oyeron que se dirigía a ellos en el idioma hebreo, observaron aún más silencio; y él dijo*:
Y él dijo: ``El Dios de nuestros padres te ha designado para que conozcas su voluntad, y para que veas al Justo y oigas palabra de su boca.
el comandante ordenó que lo llevaran al cuartel, diciendo que debía ser sometido a azotes para saber la razón por qué gritaban contra él de aquella manera.
Vino el comandante a {Pablo} y le dijo: Dime, ¿eres romano? Y él dijo: Sí.
Y el sumo sacerdote Ananías ordenó a los que estaban junto a él, que lo golpearan en la boca.
Y Pablo dijo: No sabía, hermanos, que él era el sumo sacerdote; porque escrito está: NO HABLARAS MAL DE UNA DE LAS AUTORIDADES DE TU PUEBLO.
Y él respondió: Los judíos se han puesto de acuerdo en pedirte que mañana lleves a Pablo al concilio con el pretexto de hacer una indagación más a fondo sobre él.
Cuando se me informó de que había una conjura en contra del hombre, te lo envié enseguida, instruyendo también a sus acusadores que presenten los cargos contra él delante de ti.
Y al día siguiente regresaron al cuartel dejando que los de a caballo siguieran con él,
Al mismo tiempo, tenía esperanza de que Pablo le diera dinero; por eso acostumbraba llamarlo con frecuencia y conversar con él.
Pero Festo respondió que Pablo estaba bajo custodia en Cesarea, y que en breve él mismo partiría {para allá.}
Cuando éste llegó, lo rodearon los judíos que habían descendido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones que no podían probar,
acerca del cual, estando yo en Jerusalén, los principales sacerdotes y los ancianos de los judíos presentaron acusaciones contra él, pidiendo sentencia condenatoria contra él.
Y levantándose los acusadores, presentaban acusaciones contra él, {pero} no de la clase de crímenes que yo suponía,
sino que {simplemente} tenían contra él ciertas cuestiones sobre su propia religión, y sobre cierto Jesús, {ya} muerto, de quien Pablo afirmaba que estaba vivo.
Pero yo encontré que no había hecho nada digno de muerte; y como él mismo apeló al emperador, he decidido enviarlo.
Pero no tengo nada definido sobre él para escribirle a mi señor. Por eso lo he traído ante vosotros, y especialmente ante ti, rey Agripa, para que después de que se le interrogue, yo tenga algo que escribir.
Porque el rey entiende estas cosas, y también le hablo con confianza, porque estoy persuadido de que él no ignora nada de esto; pues esto no se ha hecho en secreto.
y siendo azotada la nave, y no pudiendo hacer frente al viento nos abandonamos {a él} y nos dejamos llevar a la deriva.
Y ellos esperaban que comenzara a hincharse, o que súbitamente cayera muerto. Pero después de esperar por largo rato, y de no observar nada anormal en él, cambiaron de parecer y decían que era un dios.
Y sucedió que el padre de Publio yacía {en cama,} enfermo con fiebre y disentería; y Pablo entró a {ver}lo, y después de orar puso las manos sobre él, y lo sanó.
Cuando esto sucedió, los demás habitantes de la isla que tenían enfermedades venían {a él} y eran curados.
Y habiéndole fijado un día, vinieron en gran número adonde él posaba, y desde la mañana hasta la tarde les explicaba testificando fielmente sobre el reino de Dios, y procurando persuadirlos acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.