'Cosas' en la Biblia

Quien su dinero no dió á usura, Ni contra el inocente tomó cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará para siempre.

Enmudezcan los labios mentirosos, Que hablan contra el justo cosas duras, Con soberbia y menosprecio.

Acordaréme de estas cosas, y derramaré sobre mí mi alma: Cuando pasaré en el número, iré con ellos hasta la casa de Dios, Con voz de alegría y de alabanza, haciendo fiesta la multitud.

Y en tu gloria sé prosperado: Cabalga sobre palabra de verdad, y de humildad, y de justicia; Y tu diestra te enseñará cosas terribles.

Estas cosas hiciste, y yo he callado: Pensabas que de cierto sería yo como tú: Yo te argüiré, y pondré las delante de tus ojos.

Has hecho ver á tu pueblo duras cosas: Hicístenos beber el vino de agitación.

Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, Oh Dios de nuestra salud, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines de la mar.

Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso; Porque has hecho grandes cosas: Oh Dios, ¿quién como tú?

Abriré mi boca en parábola; Hablaré cosas reservadas de antiguo:

Cosas ilustres son dichas de ti, Ciudad de Dios. (Selah.)

¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, Y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad?

Maravillas en la tierra de Châm, Cosas formidables sobre el mar Bermejo.

¿Quién es sabio y guardará estas cosas, Y entenderá las misericordias de Jehová?

El hombre de bien tiene misericordia y presta; Gobierna sus cosas con juicio.

Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas; Porque todas ellas te sirven.

Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: Aborrecí todo camino de mentira.

Entonces nuestra boca se henchirá de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las gentes: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.

Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.

Cántico gradual: de David. JEHOVA, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas para mí demasiado sublimes.

Encorvaréme al templo de tu santuario, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu verdad: Porque has hecho magnífico tu nombre, y tu dicho sobre todas las cosas.

Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.