1675 casos en 6 traducciones

'Hombre' en la Biblia

Y dijeron los príncipes y todo el pueblo a los sacerdotes y profetas: No ha incurrido este hombre en pena de muerte, porque en nombre del SEÑOR nuestro Dios nos ha hablado.

Hubo también un hombre que profetizaba en nombre del SEÑOR, Urías, hijo de Semaías de Quiriat-jearim, el cual profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra, conforme a todas las palabras de Jeremías;

Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra, con mi gran potencia y con mi brazo extendido, y la di a quien fue recto a mis ojos.

El SEÑOR te puso por sacerdote en lugar de Joiada sacerdote, para que presidáis en la Casa del SEÑOR sobre todo hombre furioso y profetizante, poniéndolo en el calabozo y en el cepo.

Preguntad ahora, y mirad si da a luz el varón; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer de parto, y se han tornado pálidos todos los rostros.

``Todos tus amantes te han olvidado, ya no te buscan; porque con herida de enemigo te han herido, con castigo de {hombre} cruel, por lo grande de tu iniquidad {y} lo numeroso de tus pecados.

He aquí vienen días, dijo el SEÑOR, y sembraré la Casa de Israel y la Casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal.

Sino que cada cual morirá por su iniquidad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera.

que pusiste señales y portentos en tierra de Egipto hasta este día, y en Israel, y en el hombre; y te has hecho nombre cual es este día;

Así dijo el SEÑOR: En este lugar, del cual decís que está desierto sin hombres y sin animales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están asoladas sin hombre y sin morador y sin animal, ha de oírse aún,

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: En este lugar desierto, sin hombre y sin animal, y en todas sus ciudades, aún habrá cabañas de pastores que hagan tener majada a ganados.

y los llevé a la casa del SEÑOR, a la cámara de los hijos de Hanán, hijo de Igdalías, hombre de Dios, la cual {estaba} cerca de la cámara de los oficiales, que {estaba} encima de la cámara de Maasías, hijo de Salum, guarda del umbral.

por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: `A Jonadab, hijo de Recab, no le faltará hombre que esté delante de mí todos los días.'"

Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los varones de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal.

Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco que estaba en la casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la mazmorra, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín,

Entonces Johanán hijo de Carea habló a Gedalías en secreto, en Mizpa, diciendo: Yo iré ahora, y heriré a Ismael hijo de Netanías, y hombre no lo sabrá, ¿por qué te ha de matar, y todos los judíos que se han recogido a ti se dispersarán, y perecerá el resto de Judá?

``Ahora pues, así dice el SEÑOR Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ` ¿Por qué os hacéis un daño tan grande a vosotros mismos cortando de entre vosotros a hombre y mujer, niño y lactante de en medio de Judá, sin que os quede remanente,

Por tanto, oid palabra de Jehová, todo Judá que habitáis en tierra de Egipto: He aquí he jurado por mi grande nombre, dice Jehová, que mi nombre no será más invocado en toda la tierra de Egipto por boca de ningún hombre Judío, diciendo: Vive el Señor Jeho

Como en el trastornamiento de Sodoma y de Gomorra, y de sus ciudades vecinas, será, dijo el SEÑOR, no morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre.

Y Hazor será morada de dragones, soledad para siempre; ninguno morará allí, ni la habitará hijo de hombre.

Porque subió contra ella gente del aquilón, la cual pondrá su tierra en asolamiento, y no habrá quien en ella more, ni hombre ni animal: se movieron, se fueron.

Por la ira del SEÑOR no será habitada, sino que asolada será toda ella; todo hombre que pasare por Babilonia se asombrará, y silbará sobre todas sus plagas.

Como en el trastornamiento de Dios a Sodoma, a Gomorra y a sus ciudades vecinas, dijo el SEÑOR, no morará allí hombre, ni hijo de hombre la habitará.

Arco y lanza manejarán; serán crueles, y no tendrán piedad; su tropel sonará como el mar, y montarán sobre caballos; se apercibirán como hombre a la pelea, contra ti, oh hija de Babilonia.

Todo hombre se ha vuelto carnal, y es sin ciencia; avergüéncese todo artífice de la escultura, porque mentira es su vaciadizo, que no tiene aliento.

contigo destrozaré al hombre y a la mujer, contigo destrozaré al viejo y al joven, contigo destrozaré al mancebo y a la virgen,

Sus ciudades fueron asoladas, la tierra seca y desierta, tierra que no morará en ella nadie, ni pasará por ella hijo de hombre.

dirás: Oh SEÑOR, tú has dicho contra este lugar que lo habías de talar, hasta no quedar en él morador, ni hombre, ni animal, sino que para siempre ha de ser asolado.

Alef: Yo soy un hombre que ve aflicción en la vara de su enojo.

Lámed: Para hacer apartar el derecho del hombre ante la presencia del Altísimo,

Lámed: Para trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo sabe.

y en medio de ella, la figura de cuatro animales. Y éste era su parecer: había en ellos semejanza de hombre.

Y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus rostros y sus alas por los cuatro lados.

Y la figura de sus rostros era rostros de hombre; y rostros de león a la parte derecha en los cuatro; y a la izquierda rostros de buey en los cuatro; asimismo había en los cuatro rostros de águila.

Y sobre el cielo que estaba sobre sus cabezas, había una figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.

Y me dijo: Hijo de hombre, está sobre tus pies, y hablaré contigo.

Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentiles rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se rebelaron contra mí, hasta este mismo día.

Y tú, hijo de hombre, no temas de ellos, ni tengas miedo de sus palabras, porque son rebeldes; aunque te hallas entre espinas, y tú moras con abrojos, no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde.

Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo: No seas tú rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.

Y me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallares; come este rollo, y ve y habla a la Casa de Israel.

Y me dijo: Hijo de hombre, haz a tu vientre que coma, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel.

Me dijo luego: Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis palabras.

Y me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos.

Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la Casa de Israel. Oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y les amonestarás de mi parte.

Y tú, oh hijo de hombre, he aquí que pondrán sobre ti cuerdas, y con ellas te ligarán, y no saldrás entre ellos.

Y haré que tu lengua se te pegue al paladar y enmudecerás, y no serás para ellos el hombre que reprenda, porque son una casa rebelde.

Y tú, hijo de hombre, tómate un adobe, y ponlo delante de ti, y pinta sobre él la ciudad de Jerusalén;

Y comerás pan de cebada cocido debajo de la ceniza; y lo cocerás con los estiércoles que salen del hombre, delante de los ojos de ellos.

Y me respondió: He aquí te doy estiércoles de bueyes en lugar de los estiércoles de hombre, y dispondrás tu pan con ellos.

Y me dijo: Hijo de hombre, he aquí que yo quebranto el sostén del pan en Jerusalén, y comerán el pan por peso, y con angustia; y beberán el agua por medida, y con espanto.

Y tú, hijo de hombre, tómate un cuchillo agudo, una navaja de barbero toma, y hazla pasar sobre tu cabeza y tu barba; tómate después un peso de balanza, y reparte los pelos.

Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel, y profetiza contra ellos.

Y tú, hijo de hombre, así dijo el Señor DIOS a la tierra de Israel: El fin, el fin viene sobre los cuatro cantones de la tierra.

Entonces miré, y he aquí, una figura con aspecto de hombre; desde sus lomos para abajo {tenía} la apariencia de fuego, y desde sus lomos para arriba la apariencia de un resplandor, como el aspecto de un metal refulgente.

Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos camino del aquilón. Y alcé mis ojos camino del aquilón, y he aquí al aquilón, junto a la puerta del altar, la imagen del celo en la entrada.

Y me dijo: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la Casa de Israel hace aquí, para alejarme de mi Santuario? Mas vuélvete aún, y verás abominaciones mayores.

Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta.

Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la Casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas? Porque dicen ellos: No nos ve el SEÑOR; el SEÑOR ha dejado la tierra.

Y me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que éstas.

Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la Casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado la tierra de maldad, y se tornaron a irritarme, he aquí que ponen hedor a mis narices.

Y he aquí, seis hombres venían por el camino de la puerta superior que mira al norte, cada uno con su arma destructora en la mano; y entre ellos había un hombre vestido de lino con una cartera de escribano a la cintura. Y entraron y se pusieron junto al altar de bronce.

Entonces la gloria del Dios de Israel subió del querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del templo. Y llamó al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escribano a la cintura;

Y he aquí, el hombre vestido de lino que tenía la cartera a la cintura, trajo un informe, diciendo: He hecho tal como me ordenaste.

Y El habló al hombre vestido de lino y dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárce{los} sobre la ciudad. Y ante mis ojos entró.

Los querubines estaban de pie a la derecha del templo cuando el hombre entró, y la nube llenaba el atrio interior.

Y sucedió que cuando ordenó al hombre vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró y se paró junto a una rueda.

Y los querubines parecían tener la forma de la mano de un hombre debajo de sus alas.

Y cada uno tenía cuatro rostros. El primer rostro era de querubín; el segundo rostro, de hombre; el tercer rostro, de león; el cuarto rostro, de águila.

Cada uno tenía cuatro caras y cada uno cuatro alas, y {había} una semejanza de manos de hombre debajo de sus alas.

Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan en esta ciudad mal consejo;

Por tanto profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre.

Hijo de hombre, tus hermanos, tus hermanos, los hombres de tu parentesco y toda la Casa de Israel, toda ella son aquellos a quienes dijeron los moradores de Jerusalén: Alejaos del SEÑOR; a nosotros es dada la tierra en posesión.

Por tanto tú, hijo de hombre, hazte aparejos de marcha, y parte de día delante de sus ojos; y te pasarás de tu lugar a otro lugar a vista de ellos; no verán porque son casa rebelde.

Hijo de hombre, ¿nunca te preguntaron los de la Casa de Israel, aquella casa rebelde. ¿Qué haces?

Hijo de hombre, ¿qué refrán es éste que tenéis vosotros en la tierra de Israel, diciendo: Se prolongarán los días, y perecerá toda visión?

Hijo de hombre, he aquí que los de la Casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para muchos días, y para lejanos tiempos profetiza éste.

Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que profetizan de su propio corazón: Oíd palabra del SEÑOR.

Y tú, hijo de hombre, pon tu rostro a las hijas de tu pueblo que profetizan de su propio corazón, y profetiza contra ellas,

Hijo de hombre, estos hombres han hecho subir sus inmundicias sobre su corazón, y han establecido el tropezadero de su iniquidad delante de su rostro; ¿cuando me preguntaren, les tengo que responder?

Háblales por tanto, y diles: Así ha dicho el Señor Jehová: Cualquier hombre de la casa de Israel que hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y viniere al profeta, yo Jehová responderé al que vi

Porque cualquier hombre de la Casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de mí, y hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido delante de su rostro el tropezadero de su iniquidad, y viniere al profeta para preguntarle por mí, yo, el SEÑOR, le responderé por mí mismo;

Y pondré mi rostro contra aquel hombre, y le pondré por señal y por fábula, y yo lo cortaré de entre mi pueblo; y sabréis que yo soy Jehová.

Hijo de hombre, cuando la tierra pecare contra mí rebelándose pérfidamente, y extendiere yo mi mano sobre ella, y le quebrantare el arrimo del pan, y enviare en ella hambre, y talare de ella hombres y bestias;

Hijo de hombre, ¿qué es el palo de la vid más que todo palo? ¿El sarmiento qué es entre los maderos del bosque?

Tomaste asimismo los vasos de tu hermosura de mi oro y de mi plata, que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombre, y fornicaste con ellas.

Hijo de hombre, propón un enigma, y compón una parábola a la Casa de Israel.

Y el hombre que fuere justo, e hiciere juicio y justicia;

el hombre que no oprime a nadie, sino que devuelve al deudor su prenda; que no comete robo, {sino que} da su pan al hambriento y cubre al desnudo con ropa,

no prestare a interés, ni recibiere más de lo que hubiere dado; de la maldad retrajere su mano, e hiciere juicio de verdad entre hombre y hombre,

"También anda en Mis estatutos y Mis ordenanzas obrando fielmente, ése hombre es justo; ciertamente vivirá," declara el Señor DIOS.

Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel, y diles: Así dijo el Señor DIOS: ¿A consultarme venís vosotros? Vivo yo, que yo no os responderé, dijo el Señor DIOS.

¿Quieres tú juzgarlos? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Notifícales las abominaciones de sus padres;

Mas se rebeló contra mí la Casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis ordenanzas, y desecharon mis derechos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por ellos; y mis sábados profanaron en gran manera; dije, por tanto, que había de derramar sobre ellos mi ira en el desierto para consumirlos.

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