1675 casos en 6 traducciones

'Hombre' en la Biblia

Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; se saciará del producto de sus labios.

El {hombre} de gran ira llevará el castigo, porque si tú {lo} rescatas, tendrás que hacerlo de nuevo.

Lo que es deseable en un hombre es su bondad, y {es} mejor {ser} pobre que mentiroso.

si dijeres: Ciertamente no lo supimos; ¿no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, y dará al hombre según sus obras.

El carbón para brasas, y la leña para el fuego; y el hombre rencilloso para encender contienda.

El hombre saciado aborrece la miel, pero para el hombre hambriento todo lo amargo es dulce.

El hombre prudente ve el mal {y} se esconde, los simples siguen adelante {y} pagan las consecuencias.

Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; mas cuando los impíos son levantados, el hombre cuerdo se esconderá.

Cuando los impíos son levantados, el hombre cuerdo se esconderá; mas cuando perecen, los justos se multiplican.

Si el hombre sabio contendiere con el loco, que se enoje o que se ría, no tendrá reposo.

Abominación es a los justos el hombre inicuo; y abominación es al impío el de rectos caminos.

Palabras de Agur, hijo de Jaqué: el oráculo. Declaración del hombre a Itiel, a Itiel y a Ucal.

Ciertamente más rudo soy yo que ninguno, ni tengo entendimiento de hombre.

¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?

Todas las cosas andan en trabajo más de lo que el hombre pueda decir; los ojos nunca se sacian de ver, ni los oídos de oír.

Después volví yo a mirar para ver la sabiduría, y los desvaríos; y la locura (porque ¿qué hombre hay que pueda seguir al rey en lo que ya hicieron?)

Asimismo aborrecí todo {el fruto de} mi trabajo con que me había afanado bajo el sol, el cual tendré que dejar al hombre que vendrá después de mí.

¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.

Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría y ciencia y alegría, mas al pecador le dio la ocupación de que recoja y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.

Así que he visto que no hay cosa mejor que alegrarse el hombre con lo que hiciere; porque ésta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que será después de él?

He visto asimismo que todo trabajo y toda rectitud de obras mueve la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Es el hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se sacian de sus riquezas, ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.

El del hombre a quien Dios dio riquezas, y hacienda, y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; mas Dios no le dio facultad de comer de ello, sino que los extraños se lo comen. Esto vanidad es, y enfermedad maligna.

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