'Ve' en la Biblia
Y los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí el asiento de esta ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra enferma.
Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque ha juntado el SEÑOR estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas.
Y él le dijo: Ve, y pide para ti vasos prestados de todos tus vecinos, vasos vacíos, no pocos.
Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve, y vende este aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quedare.
Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi bordón en tu mano, y ve; y si alguno te encontrare, no lo saludes; y si alguno te saludare, no le respondas; y pondrás mi bordón sobre el rostro del niño.
Y el rey de Siria le dijo: Anda, ve, y yo enviaré letras al rey de Israel. Partió, pues él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos.
Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve, y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.
Y el rey dijo a Hazael: Toma en tu mano un presente, y ve a recibir al varón de Dios, y consulta por él al SEÑOR, diciendo: ¿He de sanar de esta enfermedad?
Y Eliseo le dijo: Ve, dile: Podrás ciertamente sanarse. Pero el SEÑOR me ha mostrado que él ha de morir ciertamente.
Entonces el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: Ciñe tus lomos, y toma esta botija de aceite en tu mano, y ve a Ramot de Galaad.
Ve a Hilcías, el sumo sacerdote, que completa el dinero que se ha traído la Casa del SEÑOR, que han recogido del pueblo los guardianes de la puerta,
Ve y di a David mi siervo: Así dijo el SEÑOR: Tú no me edificarás casa en que habite;
Vé, y habla a David, y dile: Así dijo el SEÑOR: Tres cosas te propongo; escoge de ellas una que yo haga contigo.
que has guardado a tu siervo David mi padre lo que le dijiste; tú lo dijiste de tu boca, mas con tu mano lo has cumplido, como se ve en este día.
{Haya} alianza entre tú y yo, {como hubo} entre mi padre y tu padre. He aquí, te he enviado plata y oro; ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí.
Y él respondió: ``Saldré y seré un espíritu de mentira en boca de todos sus profetas." Entonces El dijo: ``{Lo} inducirás y también prevalecerás. Ve y hazlo así."
Pero si quieres ir, ve, esfuérzate para la batalla, pero Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el poder, o para ayudar, o para derribar.
y le dijo: Toma estos vasos, ve y ponlos en el templo que está en Jerusalén; y la Casa de Dios sea edificada en su lugar.
Ve, y junta a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y así entraré al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.
Su mujer Zeres y todos sus amigos le dijeron: Haz que se prepare una horca de cincuenta codos de alto, y por la mañana pide al rey que ahorquen a Mardoqueo en ella; entonces ve gozoso con el rey al banquete. Y el consejo agradó a Amán, e hizo preparar la horca.
El ojo del que me ve no me verá más; tus ojos {estarán} sobre mí, pero yo no existiré.
¿Tienes tú ojos de carne? ¿Ves tú como ve el hombre?
Porque él conoce a los hombres vanos; y ve la iniquidad, ¿y no entenderá?
El ojo que lo veía, ya no lo ve, y su lugar no lo contempla más.
Las nubes son su escondedero, y no ve; y por el cerco del cielo se pasea.
Abre canales en las rocas, y su ojo ve todo lo preciado.
Porque él mira hasta los fines de la tierra, y ve debajo de todo el cielo.
¿Por ventura no ve él mis caminos, y cuenta todos mis pasos?
Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios al que no ve.
Porque sus ojos están puestos sobre los caminos del hombre, y ve todos sus pasos.
Mira a los cielos, y ve, y considera que los cielos son más altos que tú.
La cual vieron todos los hombres; y el hombre la ve de lejos.
También alguna vez no se ve la luz clara en los cielos, y pasa un viento y los limpia.
El SEÑOR mira desde los cielos; El ve a todos los hijos de los hombres.
El Señor se reirá de él; porque ve que viene su día.
Pues se ve que mueren todos los sabios; el loco y el ignorante perecen, y dejan a otros sus riquezas.
Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora; mira desde el cielo, y ve, y visita esta vid,
Y dicen: El SEÑOR no {lo} ve, ni hace caso el Dios de Jacob.
El que hizo el oído, ¿no oye? El que dio forma al ojo, ¿no ve?
y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.
Mira a la derecha, y ve, porque no hay quien me tome en cuenta; no hay refugio para mí; no hay quien cuide de mi alma.
No digas a tu prójimo: Ve, y vuelve, y mañana te daré; cuando tienes contigo qué darle.
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y esfuerza tu prójimo.
Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;
El oído que oye, y el ojo que ve; el SEÑOR hizo ambas cosas.
El avisado ve el mal, y se esconde; mas los simples pasan, y reciben el daño.
El avisado ve el mal, y se esconde, mas los simples pasan, y llevan el daño.
{Cuando} la hierba desaparece se ve el retoño, y se recogen las hierbas de los montes;
Ve que su ganancia es buena: Su lámpara no se apaga de noche.
Por lo cual yo di mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la ocupación que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos).
Y El dijo: Ve, y di a este pueblo: ``Escuchad bien, pero no entendáis; mirad bien, pero no comprendáis."
En aquel tiempo habló el SEÑOR por Isaías hijo de Amoz, diciendo: Ve, y quita el saco de tus lomos, y descalza los zapatos de tus pies. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo.
Porque el Señor me dijo así: Ve, pon centinela, que haga saber lo que viere.
El SEÑOR de los ejércitos dice así: Ve, entra a este tesorero, a Sebna el mayordomo, y dile:
{Aunque} se le muestre piedad al impío, no aprende justicia; obra injustamente en tierra de rectitud, y no ve la majestad del SEÑOR.
Y la flor marchita de su gloriosa hermosura, que está sobre la cabeza del valle fértil, será como el primer higo maduro antes del verano, el cual uno ve, {y} tan pronto está en su mano se lo traga.
¡Ay de los que se esconden del SEÑOR, encubriendo el consejo; y sus obras son en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, o quién nos conoce?
Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos; y asiéntala en un libro, para que quede hasta el día postrero, para siempre, por todos los siglos.
Ve, y di a Ezequías: El SEÑOR Dios de David tu padre dice así: Tu oración he oído, y tus lágrimas he visto; he aquí que yo añado a tus días quince años.
que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye?
Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría, y tu misma ciencia te engañó, ya que dijiste en tu corazón: Yo soy, y nadie más.
Mira desde el cielo, y ve desde tu santa y gloriosa morada; ¿dónde está tu celo y tu poder? La conmoción de tus entrañas y tu compasión para conmigo se han restringido.
Ve y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: ``Así dice el SEÑOR: `De ti recuerdo el cariño de tu juventud, el amor de tu desposorio, de cuando me seguías en el desierto, por tierra no sembrada.
Tu maldad te castigará, y tu separación te acusará; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es tú dejar al SEÑOR tu Dios, y faltar mi temor en ti, dijo el Señor DIOS de los ejércitos.
Alza tus ojos a los altos, y ve en qué lugar no te hayas publicado; para ellos te sentabas en los caminos, como árabe en el desierto; y con tus fornicaciones y con tu malicia has contaminado la tierra.
Ve, y clama estas palabras hacia el aquilón, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dijo el SEÑOR; no haré caer mi ira sobre vosotros, porque Misericordioso soy, dijo el SEÑOR, ni guardaré para siempre el enojo.
Oíd ahora esto, pueblo necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye.
Huid, hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalén, y tocad bocina en Tecoa, y alzad por señal humo sobre Bet-haquerem; porque del norte se ve venir el mal, y destrucción grande.
Así me dijo el SEÑOR: Ve, y cómprate un cinto de lino, y cíñelo sobre tus lomos, y no lo meterás en agua.
Toma el cinto que compraste, que está sobre tus lomos, y levántate, y ve al Eufrates, y escóndelo allá en una caverna de una peña.
Y sucedió que al cabo de muchos días me dijo el SEÑOR: Levántate, y ve al Eufrates, y toma de allí el cinto que te mandé escondieras allá.
Así me dijo el SEÑOR: Ve, y ponte a la puerta de los hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá, y a todas las puertas de Jerusalén,
Así dijo el SEÑOR: Ve, y compra una vasija de barro del alfarero, y lleva contigo alguno de los ancianos del pueblo, y de los ancianos de los sacerdotes;
Ve, y habla a Hananías, diciendo: Así dijo el SEÑOR: Yugos de madera quebraste, mas en vez de ellos harás yugos de hierro.
``Tú realizaste señales y portentos en la tierra de Egipto hasta este día, y en Israel y entre los hombres, y te has hecho un nombre, como {se ve} hoy.
Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Ve, y habla a Sedequías rey de Judá, y dile: Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo entrego esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y la abrasaré con fuego;
Ve a casa de los recabitas, y habla con ellos, e introdúcelos en la Casa del SEÑOR, en una de las cámaras, y dales a beber vino.
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Ve, y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿Nunca recibiréis castigo escuchando mis palabras? Dijo el SEÑOR.
Ve, pues, y lee en el rollo que has escrito al dictado mío, las palabras del SEÑOR a oídos del pueblo, en la casa del SEÑOR un día de ayuno. Y también las leerás a oídos de todos {los de} Judá que vienen de sus ciudades.
Entonces dijeron los príncipes a Baruc: Ve, y escóndete, tú y Jeremías, y nadie sepa dónde estáis.
Ve, y habla a Ebed-melec etíope, diciendo: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mis palabras sobre esta ciudad para mal, y no para bien; y vendrán a ser en aquel día en presencia tuya.
Y ahora yo te he soltado hoy de las esposas que tenías en tus manos. Si te está bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo miraré por ti; mas si no te está bien venir conmigo a Babilonia, déjalo. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve a donde mejor y más cómodo te pareciere ir.
Y aun él no había respondido que se volvería, cuando el capitán le dijo: Vuélvete a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, al cual el rey de Babilonia ha puesto sobre todas las ciudades de Judá, y vive con él en medio del pueblo; o ve a donde te pareciere más cómodo ir. Y le dio el capitán de la guardia presentes y dones, y le envió.
Caf: Todo su pueblo buscó su pan suspirando; dieron por la comida todas sus cosas preciosas, para entretener la vida. Mira, oh SEÑOR, y ve que soy tornada vil.
Alef: Yo soy un hombre que ve aflicción en la vara de su enojo.
Acuérdate, oh SEÑOR, de lo que nos ha sucedido. Ve y mira nuestro oprobio.
Y me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallares; come este rollo, y ve y habla a la Casa de Israel.
Me dijo luego: Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis palabras.
Y ve, y entra a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y les hablarás y les dirás: Así dijo el Señor DIOS; no oirán, ni cesarán.
Allí vino sobre mí la mano del SEÑOR, y El me dijo: Levántate y ve a la llanura, y allí te hablaré.
Y el Espíritu entró en mí, me hizo ponerme en pie y habló conmigo, y me dijo: Ve, enciérrate en tu casa.
Y me dijo: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí.
Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la Casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas? Porque dicen ellos: No nos ve el SEÑOR; el SEÑOR ha dejado la tierra.
Y me dijo: La iniquidad de la Casa de Israel y de Judá es grande sobremanera, porque la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversidad, porque han dicho: El SEÑOR ha dejado la tierra, y el SEÑOR no ve.
Hijo de hombre, he aquí que los de la Casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para muchos días, y para lejanos tiempos profetiza éste.
Muéstrate afilada, ve a la derecha; prepárate, ve a la izquierda, adondequiera que tu filo sea dirigido.
y {éste} ve venir la espada sobre el país, y toca la trompeta y advierte al pueblo,
``Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no es advertido, y una espada viene y se lleva a uno de entre ellos, él será llevado por su iniquidad; pero yo demandaré su sangre de mano del centinela."
Y ahora, Señor Dios nuestro, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te has hecho un nombre, como hoy {se ve}, hemos pecado, hemos sido malos.
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