'Yo' en la Biblia

El lo estableció por testimonio en José, cuando salió sobre la tierra de Egipto. Un lenguaje que yo no conocía, oí:

Yo libré su hombro de la carga, sus manos se libraron de las canastas.

En la calamidad clamaste, y yo te libré; te respondí en el secreto del trueno; te probé sobre las aguas de Meriba. (Selah.)

Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo la llenaré.

En una nada derribara yo sus enemigos, y volviera mi mano sobre sus adversarios.

Pero yo te alimentaría con lo mejor del trigo, y con miel de la peña te saciaría.

Yo dije: Vosotros sois dioses. Y todos vosotros hijos del Altísimo.

Enséñame, oh SEÑOR, tu camino; caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre.

Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; he aquí Filistea, y Tiro, con Etiopía; éste nació allá.

Mas yo a ti he clamado, oh SEÑOR; y de mañana te previno mi oración.

Yo soy pobre y menesteroso; desde la juventud he llevado tus temores, he estado medroso.

Yo he hecho un pacto con mi escogido, he jurado a David mi siervo:

Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre uno que es valiente; he ensalzado un escogido de mi pueblo.

Mas yo quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a sus aborrecedores.

Yo también le pondré por primogénito, alto sobre los reyes de la tierra.

Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos; oprobio que llevo yo en mi seno de muchos pueblos.

Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré.

Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi Nombre.

Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré.

Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh SEÑOR, me sustentaba.

Por tanto yo juré en mi furor: No entrarán en mi reposo.

Salmo de David. MISERICORDIA y juicio cantaré: A ti cantaré yo, oh Jehová.

Al que solapadamente infama á su prójimo, yo le cortaré; No sufriré al de ojos altaneros, y de corazón vanidoso.

Mis días son como sombra que se alarga; y yo me seco como la hierba.

Al SEÑOR cantaré mientras yo viva; cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.

Me será suave hablar de él; yo me alegraré en el SEÑOR.

para que yo vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu nación, y me gloríe con tu heredad.

En pago de mi amor me han sido adversarios; mas yo oraba.

Porque yo soy pobre y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí.

Yo he sido para ellos objeto de oprobio; me miraban, y meneaban su cabeza.

Yo alabaré al SEÑOR en gran manera con mi boca, y le loaré en medio de muchos.

Porque a mí ha inclinado su oído; por tanto {le} invocaré mientras yo viva.

Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado.

Jehová guarda á los sinceros: Estaba yo postrado, y salvóme.

Yo creía, {aun} cuando decía: Estoy muy afligido.

Así es oh SEÑOR, porque yo soy tu siervo, yo soy tu siervo, hijo de tu sierva; tú rompiste mis prisiones.

El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

Todas las naciones me cercaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Me cercaron y me asediaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Me cercaron como abejas, fueron apagados como fuegos de espinos; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Tú eres mi Dios, y gracias te doy; {tú eres} mi Dios, yo te exalto.

Entonces no sería yo avergonzado, cuando mirara en todos tus mandamientos.

Advenedizo soy yo en la tierra, no encubras de mí tus mandamientos.

Quita de mí el oprobio y el desprecio, porque yo guardo tus testimonios.

He aquí yo he codiciado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia.

No quites jamás de mi boca la palabra de verdad, porque yo espero {en} tus ordenanzas.

Compañero soy yo a todos los que te temieren, y guardaren tus mandamientos.

Antes que fuera humillado, yo erraba; mas ahora tu dicho guardo.

Sobre mí fabricaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.

Se engrosó el corazón de ellos como sebo; mas yo en tu ley me he deleitado.

Yo sé, SEÑOR, que tus juicios son justos, y que en tu fidelidad me has afligido.

Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo, meditaré en tus mandamientos.

Sea mi corazón perfecto en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado.

Casi me han consumido por tierra; mas yo no he dejado tus mandamientos.

Tuyo soy yo, guárdame; porque he buscado tus mandamientos.

Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo entenderé en tus testimonios.

MEM. ­Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.

Me pusieron lazo los impíos; pero yo no me desvié de tus mandamientos.

Apartaos de mí, malignos; Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

Como escorias hiciste deshacer a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios.

Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.

Rescátame de la opresión del hombre, para que yo guarde tus preceptos.

Pequeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus mandamientos.

Tus testimonios son justos para siempre; dame entendimiento para que yo viva.

Muchos son mis perseguidores y mis adversarios, {pero} yo no me aparto de tus testimonios.

Gózome yo en tu palabra, Como el que halla muchos despojos.

Yo me perdí como oveja extraviada; busca a tu siervo; porque no me he olvidado de tus mandamientos.

Yo soy pacífico; y cuando hablo, ellos guerrean.

Yo me alegré con los que me decían: A la Casa del SEÑOR iremos.

Esperé yo al SEÑOR, esperó mi alma; a su palabra he esperado.

Sino que me puse en silencio, e hice callar mi alma, sea yo como el destetado de su madre; como el destetado de mi propia vida.

Si tus hijos guardaren mi alianza, y mi testimonio que yo les enseñare; sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

Allí haré reverdecer el cuerno de David; yo he aparejado lámpara a mi ungido.

Porque yo sé que el SEÑOR es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.

Si anduviere yo por medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y tu diestra me salvará.

No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque yo fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra.

Yo sé que hará el SEÑOR el juicio del pobre, el juicio de los menesterosos.

No inclines mi corazón a cosa mala, a hacer obras con impiedad con los varones que obran iniquidad; y no coma yo de sus deleites.

Caigan los impíos a una en sus redes, mientras yo pasaré adelante para siempre.

Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

Saca mi alma de la prisión, para que yo dé gracias a tu nombre; los justos me rodearán, porque tú me colmarás de bendiciones.

Respóndeme pronto, oh SEÑOR que desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, y venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

Y por tu misericordia disiparás mis enemigos, y destruirás todos los adversarios de mi alma; porque yo soy tu siervo.

Vau Y la terribilidad de tus valentías dirán los hombres; y yo recontaré tu grandeza.

Alabaré al SEÑOR mientras yo viva; cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.

Volveos a mi reprensión; he aquí yo os derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras.

también yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;

Porque yo fui hijo de mi padre, delicado y único delante de mi madre.

Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía,

Yo, la sabiduría, moré con la prudencia; y yo invento la ciencia de los consejos.

El temor del SEÑOR es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco.

Conmigo está el consejo y el ser; yo soy la inteligencia; mía es la fortaleza.

Yo amo a los que me aman; y los que me buscan me hallan.

Yo ando por el camino de la justicia, por en medio de las sendas del derecho,

para hacer heredar a mis amigos el ser, y que yo llene sus tesoros.

Antes que los montes fueran fundados, antes de los collados, era yo engendrada;

Cuando componía los cielos, allí estaba yo; cuando señalaba por compás la sobrefaz del abismo;

con él estaba yo ordenándolo todo; y fui su delicia todos los días, teniendo solaz delante de él en todo tiempo.

Venid, comed mi pan, y bebed del vino que yo he templado.

¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón; limpio estoy de mi pecado?