51 Versículos de la Biblia sobre el daño

Por manera que si un miembro padece, todos los miembros á una se duelen; y si un miembro es honrado, todos los miembros á una se gozan.

Porque así ha dicho Jehová: Desahuciado es tu quebrantamiento, y dificultosa tu llaga.

Y dirás: Hiriéronme, mas no me dolió; Azotáronme, mas no lo sentí; Cuando despertare, aun lo tornaré á buscar.

Sean avergonzados y confusos á una Los que buscan mi vida para cortarla: Vuelvan atrás y avergüéncense Los que mi mal desean.

Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo á Jehová: No mires á su presente: ni aun un asno he tomado de ellos, ni á ninguno de ellos he hecho mal.

Porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.

Porque aunque os contristé por la carta, no me arrepiento, bien que me arrepentí; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo os contristó,

Sean avergonzados y confusos Los que buscan mi vida; Sean vueltos atrás y avergonzados Los que mi mal desean.

Y no vayáis en pos de dioses ajenos, sirviéndoles y encorvándoos á ellos, ni me provoquéis á ira con la obra de vuestras manos; y no os haré mal.

El Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen mal: porque delante de él se halló en mí justicia: y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho lo que no debiese.

Porque él es el que hace la llaga, y él la vendará: El hiere, y sus manos curan.

Aquel á cuyos ojos es menospreciado el vil; Mas honra á los que temen á Jehová: Y habiendo jurado en daño suyo, no por eso muda.

A su alma hace bien el hombre misericordioso: Mas el cruel atormenta su carne.

Y les fué mandado que no hiciesen daño á la hierba de la tierra, ni á ninguna cosa verde, ni á ningún árbol, sino solamente á los hombres que no tienen la señal de Dios en sus frentes.

Quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Avergüéncense y confúndanse los que buscan mi alma: Vuelvan atrás, y sean avergonzados los que mi mal intentan.

Afligieron sus pies con grillos; En hierro fué puesta su persona.

He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

Poder hay en mi mano para haceros mal: mas el Dios de vuestro padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables á Jacob descomedidamente.

Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.

Si algunos riñeren, é hiriesen á mujer preñada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, será penado conforme á lo que le impusiere el marido de la mujer y juzgaren los árbitros.

Porque su poder está en su boca y en sus colas: porque sus colas eran semejantes á serpientes, y tenían cabezas, y con ellas dañan.

No toquéis, dijo, á mis ungidos, Ni hagáis mal á mis profetas.

Reunidos murmuraban contra mí todos los que me aborrecían: Contra mí pensaban mal, diciendo de mí:

Porque persiguieron al que tú heriste; Y cuentan del dolor de los que tú llagaste.

Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; guardaréla de noche y de día, porque nadie la visite.

Avergüencense, y sean confundidos á una los que de mi mal se alegran: Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.

Todo esto he visto, y puesto he mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace: hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo.

A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.

Y oí una voz en medio de los cuatro animales, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario: y no hagas daño al vino ni al aceite.

Y tenían colas semejantes á las de los escorpiones, y tenían en sus colas aguijones; y su poder era de hacer daño á los hombres cinco meses.

Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece.

Bendecid á los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.

El que mudare las piedras, trabajo tendrá en ellas: el que cortare la leña, en ella peligrará.

Mas el que peca contra mí, defrauda su alma: Todos los que me aborrecen, aman la muerte.

Y si alguno les quisiere dañar, sale fuego de la boca de ellos, y devora á sus enemigos: y si alguno les quisiere hacer daño, es necesario que él sea así muerto.

Porque no duermen ellos, si no hicieren mal; Y pierden su sueño, si no han hecho caer.

El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.

VENID y volvámonos á Jehová: que él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.

La falsa lengua atormenta al que aborrece: Y la boca lisonjera hace resbaladero.

Y curan el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo, Paz, paz; y no hay paz.

Yo buscaré la perdida, y tornaré la amontada, y ligaré la perniquebrada, y corroboraré la enferma: mas á la gruesa y á la fuerte destruiré. Yo las apacentaré en juicio.

¿Y quién es aquel que os podrá dañar, si vosotros seguís el bien?

Respondió él y dijo: He aquí que yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego, y ningún daño hay en ellos: y el parecer del cuarto es semejante á hijo de los dioses.

Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día: Por cuanto fueron avergonzados, porque fueron confusos los que mi mal procuraban.

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. El que venciere, no recibirá daño de la muerte segunda.

Entonces se alegró el rey en gran manera á causa de él, y mandó sacar á Daniel del foso: y fué Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque creyó en su Dios.

En las manos te llevarán, Porque tu pie no tropiece en piedra.

Que si tú llegas á afligirle, y él á mí clamare, ciertamente oiré yo su clamor;

Sean avergonzados, fallezcan los adversarios de mi alma; Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.