28 Versículos de la Biblia sobre Heridas

Quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho:

Rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente: según la lesión que habrá hecho á otro, tal se hará á él.

Si alguno hubiere dado á su prójimo asno, ó buey, ú oveja, ó cualquier otro animal á guardar, y se muriere ó se perniquebrare, ó fuere llevado sin verlo nadie;

Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa ilesa, sino herida, hinchazón y podrida llaga: no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.

Mas Dios los herirá con saeta; De repente serán sus plagas.

Mas persiguiólo Abimelech, delante del cual él huyó; y cayeron heridos muchos hasta la entrada de la puerta.

Y le preguntarán: ¿Qué heridas son éstas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fuí herido en casa de mis amigos.

Pudriéronse, corrompiéronse mis llagas, A causa de mi locura.

Porque así ha dicho Jehová: Desahuciado es tu quebrantamiento, y dificultosa tu llaga.

No hay cura para tu quebradura; tu herida se encrudeció: todos los que oyeron tu fama, batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu malicia?

Ay de mí, por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Yo empero dije: Ciertamente enfermedad mía es esta, y debo sufrirla.

Así ha dicho el Señor Jehová á Tiro: ¿No se estremecerán las islas al estruendo de tu caída, cuando gritarán los heridos, cuando se hará la matanza en medio de ti?

VENID y volvámonos á Jehová: que él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.

Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo: Yo hago morir, y yo hago vivir: Yo hiero, y yo curo: Y no hay quien pueda librar de mi mano.

Porque él es el que hace la llaga, y él la vendará: El hiere, y sus manos curan.

Todos tus enamorados te olvidaron; no te buscan; porque de herida de enemigo te herí, con azote de cruel, á causa de la muchedumbre de tu maldad, y de la multitud de tus pecados.

Porque me ha quebrado con tempestad, Y ha aumentado mis heridas sin causa.

Mas extiende ahora tu mano, y toca á todo lo que tiene, y verás si no te blasfema en tu rostro.

Mas extiende ahora tu mano, y toca á su hueso y á su carne, y verás si no te blasfema en tu rostro.

Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo y el vino? Desfallecían como heridos en las calles de la ciudad, Derramando sus almas en el regazo de sus madres.

Plaga y vergüenza hallará; Y su afrenta nunca será raída.

¿Para quién será el ay? ¿para quién el ay? ¿para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, Para los que van buscando la mistura.

El que mudare las piedras, trabajo tendrá en ellas: el que cortare la leña, en ella peligrará.

El grande cría todas las cosas; y da la paga al insensato, Y la da á los transgresores.

Las señales de las heridas son medicina para lo malo: Y las llagas llegan á lo más secreto del vientre.

Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece.