46 Versículos de la Biblia sobre los falsos amigos
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Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece.
Guárdese cada uno de su compañero, ni en ningún hermano tenga confianza: porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda con falsedades.
Que ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira; Sois todos vosotros médicos nulos.
En caminos muchas veces, peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los Gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en la mar, peligros entre falsos hermanos;
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y en verdad.
No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe: de la que duerme á tu lado, guarda, no abras tu boca.
AMADOS, no creáis á todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.
El testigo falso que habla mentiras, Y el que enciende rencillas entre los hermanos.
Venid, dicen, tomaré vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, ó mucho más excelente.
Y os ruego hermanos, que miréis los que causan disensiones y escándalos contra la doctrina que vosotros habéis aprendido; y apartaos de ellos.
En todo tiempo ama el amigo; Y el hermano para la angustia es nacido.
¿Qué pues? Que no obstante, en todas maneras, ó por pretexto ó por verdad, es anunciado Cristo; y en esto me huelgo, y aun me holgaré.
Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos á otros, y unos á otros se aborrecerán.
Y algunos, á la verdad, predican á Cristo por envidia y porfía; mas algunos también por buena voluntad.
Ay de vosotros, cuando todos los hombres dijeren bien de vosotros! porque así hacían sus padres á los falsos profetas.
Diente quebrado y pie resbalador, Es la confianza en el prevaricador en tiempo de angustia.
El que anda con los sabios, sabio será; Mas el que se allega á los necios, será quebrantado.
El testigo falso no quedará sin castigo; Y el que habla mentiras no escapará.
Y el profeta, y el sacerdote, ó el pueblo, que dijere: Carga de Jehová; yo enviaré castigo sobre tal hombre y sobre su casa.
De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.
Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; Y no descubrieron tu pecado para estorbar tu cautiverio, Sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.
Y será que cuando alguno más profetizare, diránle su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová: y su padre y su madre que lo engendraron, le alancearán cuando profetizare.
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas de vanas cosas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia:
Y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas, sobre los cuales la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme.
Entonces el rey de Israel juntó los profetas, como cuatrocientos hombres, á los cuales dijo: ¿Iré á la guerra contra Ramoth de Galaad, ó la dejaré? Y ellos dijeron: Sube; porque el Señor la entregará en mano del rey.
El viejo y venerable de rostro es la cabeza: el profeta que enseña mentira, este es cola.
El amor sea sin fingimiento: aborreciendo lo malo, llegándoos á lo bueno;
Y guardaos de los falsos profetas, que vienen á vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos rapaces.
Y el rey de Israel respondió á Josaphat: Aun hay un varón por el cual podríamos consultar á Jehová, Michêas, hijo de Imla: mas yo le aborrezco porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josaphat dijo: No hable el rey así.
Porque si el que viene, predicare otro Jesús que el que hemos predicado, ó recibiereis otro espíritu del que habéis recibido, ú otro evangelio del que habéis aceptado, lo sufrierais bien.
He aquí nuestro Dios á quien honramos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más á presente, para aceptarlo con gusto de vuestra mano.
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano, y juzga á su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga á la ley; pero si tú juzgas á la ley, no eres guardador de la ley, sino juez.
No andarás chismeando en tus pueblos. No te pondrás contra la sangre de tu prójimo: Yo Jehová.
Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, ramo y caña en un mismo día.
Y acaeciere la señal ó prodigio que él te dijo, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles;
Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago.
Profésanse conocer á Dios; mas con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados para toda buena obra.
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