48 Versículos de la Biblia sobre los conflictos familiares
Versículos Más Relevantes
El padre estará dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.
Jehová os prospere más y más, a vosotros y a vuestros hijos.
¿Osa alguno de vosotros, teniendo algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?
Después miré, y me levanté, y dije a los principales y a los magistrados, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos: acordaos del Señor grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras esposas y por vuestras casas.
En todo tiempo ama el amigo; y el hermano nace para los tiempos de adversidad.
Mas las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaban la vida a los niños.
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros?
Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá. Bendecirá a la casa de Israel; bendecirá a la casa de Aarón.
El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno, es como el que toma al perro por las orejas.
Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra.
Mas si no te oyere, toma aún contigo uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sea con todos vosotros. Amén.
Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sufristeis gran combate de aflicciones;
El hombre perverso siembra discordia; y el chismoso aparta a los mejores amigos.
No penséis que he venido para meter paz en la tierra; no he venido para meter paz, sino espada.
Pero las mujeres y los niños, y los animales y todo lo que haya en la ciudad, todo el despojo tomarás para ti: comerás del despojo de tus enemigos, que Jehová tu Dios te ha entregado.
Y si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia, y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
No hagáis acepción de personas en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis. No tendréis temor del hombre, porque el juicio es de Dios. Y el caso que os fuere difícil, lo traeréis a mí, y yo lo oiré.
Y éstas son las generaciones de Isaac, hijo de Abraham. Abraham engendró a Isaac.
El principio de la discordia es como cuando alguien suelta las aguas; deja, pues, la contienda, antes que se enmarañe.
Y tenía Noemí un pariente de su marido, varón rico y poderoso, de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Boaz.
Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y las manos de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y de la familia de Dios;
Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Seguiré esta tropa? ¿La podré alcanzar? Y Él le dijo: Síguela que de cierto la alcanzarás, y sin duda recobrarás todo.
He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová, por señales y prodigios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos que mora en el monte de Sión.
Dios hace habitar en familia a los solitarios; Él saca a los aprisionados con grillos; mas los rebeldes habitan en tierra seca.
No le prestarás a tu hermano por interés, interés de dinero, interés de comida, ni interés de cosa alguna que suele prestarse por interés.
Y los hijos se combatían dentro de ella; y dijo: Si es así ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová.
Porque no permito a la mujer enseñar, ni usurpar autoridad sobre el varón, sino estar en silencio.
y al conocimiento, templanza, y a la templanza, paciencia, y a la paciencia, piedad;
Y alzando Jacob sus ojos miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.
Pero al cabo del tiempo el rey del sur se enfrentará con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchos navíos; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará.
Y el corazón de estos dos reyes será para hacer mal, y en una misma mesa tratarán mentira; mas no servirá de nada, porque el plazo aún ha de venir al tiempo señalado.
Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, y como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda la tierra, contra los reyes de Judá, contra sus príncipes, contra sus sacerdotes, y contra el pueblo de la tierra.
Y los hijos de Israel según su número, es decir, príncipes de familias, jefes de millares y de centenas, y oficiales de los que servían al rey en todos los negocios de las divisiones que entraban y salían cada mes en todos los meses del año, eran en cada división veinticuatro mil.
Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida a sus lomos, y así edificaban y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que es engendrado por Él.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá hambres, y pestilencias, y terremotos en muchos lugares.