91 casos

'Llegaron' en la Biblia

Y tomó Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y toda su hacienda que habían ganado, y las almas que habían hecho en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.

Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y le puso en el altar sobre la leña.

Y José era el señor de la tierra, que vendía el trigo a todo el pueblo de la tierra; y llegaron los hermanos de José, y se inclinaron a él rostro en tierra.

Y subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán a Jacob su padre.

Y envió a Judá delante de sí a José, para que le viniera a ver a Gosén; y llegaron a la tierra de Gosén.

Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a José su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad; te ruego que no me entierres en Egipto;

Y llegaron hasta la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, y endecharon allí con grande y muy grave lamentación; y José hizo a su padre duelo por siete días.

E iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquellos, y alumbraba la noche a Israel; y en toda aquella noche nunca llegaron los unos a los otros.

Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.

Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y se asentaron allí junto a las aguas.

Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en la tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron al término de la tierra de Canaán.

Porque partieron de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y se asentaron en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.

Y hubo varones que estaban inmundos a causa de muerto, y no pudieron hacer la pascua aquel día; y llegaron delante de Moisés y delante de Aarón aquel día;

Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en una vara, y de las granadas y de los higos.

Y llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y reposó el pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada.

Y fueron los ancianos de Moab, y los ancianos de Madián, con las encantaciones en su mano, y llegaron a Balaam, y le dijeron las palabras de Balac.

Y las hijas de Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, y Noa, y Hogla, y Milca, y Tirsa, llegaron;

Y llegaron a Moisés los capitanes de los millares de aquel ejército, los tribunos y centuriones;

Y llegaron los príncipes de los padres de la familia de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José; y hablaron delante de Moisés, y de los príncipes, cabezas de padres de los hijos de Israel,

Y se encaminaron, y subieron al monte, y llegaron hasta el valle de Escol, y reconocieron la tierra.

Y caminando ellos, llegaron al monte, y estuvieron allí tres días, hasta que los que los seguían volvieran; y los que los siguieron, buscaron por todo el camino, pero no los hallaron.

Y toda la gente de guerra que con él estaba, subió, y se acercó, y llegaron delante de la ciudad, y asentaron el campamento a la parte del norte de Hai; y el valle estaba entre él y Hai.

Y salieron los hijos de Israel, y al tercer día llegaron a sus ciudades; y sus ciudades eran Gabaón, Cafira, Beerot, y Quiriat-jearim.

Y saqué a vuestros padres de Egipto; y cuando llegaron al mar, los egipcios siguieron a vuestros padres hasta el mar Bermejo con carros y caballería.

Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un cachorro de león que venía bramando hacia él.

Y ellos llevando las cosas que había hecho Micaía, juntamente con el sacerdote que tenía, llegaron a Lais, al pueblo reposado y seguro; y los metieron a espada, y abrasaron la ciudad con fuego.

El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer Noemí; y los nombres de sus dos hijos eran, Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se asentaron allí.

Anduvieron pues ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que entrando en Belén, toda la ciudad se conmovió por razón de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?

Así volvió Noemí y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén en el principio de la siega de las cebadas.

Y levantándose de mañana, adoraron delante del SEÑOR, y volvieron, y llegaron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella.

Y aconteció que estando Samuel sacrificando el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con Israel. Mas el SEÑOR tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los quebrantó, y fueron vencidos delante de Israel.

Y saliendo los de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta que llegaron mas abajo de Bet-car.

Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él, y el Espíritu de Dios lo prosperó, y profetizó entre ellos.

Y cuando llegaron los criados de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David, y callaron.

Mas Joab y Abisai siguieron a Abner; y se les puso el sol cuando llegaron al collado de Amma, que está delante de Gía, junto al camino del desierto de Gabaón.

Y Abner y los suyos caminaron por la campiña toda aquella noche, y pasando el Jordán cruzaron por todo Bet-horón, y llegaron a Mahanaim.

Y cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió la mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes daban sacudidas.

Y dijo David: Yo haré misericordia con Hanún hijo de Nahas, como su padre la hizo conmigo. Y envió David sus siervos a consolarlo por su padre. Pero cuando llegaron los siervos de David a la tierra de los hijos de Amón,

Y el rey y todo el pueblo que con él estaba, llegaron fatigados, y descansaron allí.

Pero fueron vistos por un joven, el cual lo dijo a Absalón; sin embargo los dos se dieron prisa a caminar, y llegaron a casa de un hombre en Bahurim, que tenía un pozo en su patio, dentro del cual ellos descendieron.

Mas cuando llegaron al campamento de Israel, se levantaron los israelitas e hirieron a los de Moab, los cuales huyeron delante de ellos; y los hirieron de nuevo; y siguieron empero hiriendo todavía a los de Moab.

Se fue, pues, con ellos; y cuando llegaron al Jordán, cortaron la madera.

Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: SEÑOR, abre los ojos de éstos, para que vean. Y el SEÑOR abrió sus ojos, y miraron, y he aquí se hallaron en medio de Samaria.

Y cuando los leprosos llegaron a las primeras estancias, entraron en una tienda, y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata, oro, y vestido, y fueron, y lo escondieron; y vueltos, entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron, y escondieron.

Y cuando las letras llegaron a ellos, tomaron a los hijos del rey, y degollaron setenta varones, y pusieron sus cabezas en canastillos, y se las enviaron a Jezreel.

Y llegaron hasta la entrada de Gedor hasta el oriente del valle, buscando pastos para sus ganados.

Y cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para tenerla, porque los bueyes se apartaban.

Y le llegaron letras del profeta Elías, que decían así: El SEÑOR, el Dios de David tu padre, ha dicho así: Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa, rey de Judá,

Aun estaban ellos hablando con él, cuando los eunucos del rey llegaron apresurados, para hacer venir a Amán al banquete que Ester había dispuesto.

Y fue que cuando llegaron al medio de la ciudad, Ismael, hijo de Netanías, los degolló, y los echó en medio de un aljibe, él y los varones que estaban con él.

Y salieron para tierra de Egipto; porque no escucharon la voz del SEÑOR; y llegaron hasta Tafnes.

Con lloro de Jazer lloraré por ti, oh vid de Sibma; tus sarmientos pasaron el mar, llegaron hasta el mar de Jazer; sobre tu agosto y sobre tu vendimia vino destruidor.

Por esto en el mismo tiempo algunos varones caldeos se llegaron, y denunciaron de los judíos.

Llegaron a lo profundo, se corrompieron, como en los días de Gabaa; ahora se acordará de su iniquidad; visitará su pecado.

Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo, y lo enterraron; y fueron, y dieron las nuevas a Jesús.

Entonces llegaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:

Y llegaron a él muchas personas, que tenían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, y muchos otros enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó;

Cuando ellos llegaron a la multitud, vino a él un hombre hincándose de rodillas,

Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?

En aquel tiempo se llegaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el Reino de los cielos?

Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces llegaron, y echaron mano a Jesús, y le prendieron.

Y un poco después llegaron los que estaban por allí, y dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu habla te hace manifiesto.

Y como llegaron al lugar que se llamaba Gólgota, que es dicho: El lugar de la calavera,

he aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Halláis gozo. Y ellas se llegaron y abrazaron sus pies, y le adoraron.

Y llegaron a la casa del príncipe de la sinagoga, y vio el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.

Y los vieron ir muchos, y le conocieron; y concurrieron allá muchos a pie de las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él.

Cuando ya era el día muy entrado, sus discípulos llegaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y el día ya muy entrado;

Y cuando llegaron al otro lado, vinieron a tierra de Genesaret, y tomaron puerto.

Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se llegaron a él, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos.

Y cuando llegaron ya cerca de la bajada del monte de las Olivas, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,

Y aconteció un día, que enseñando él al pueblo en el Templo, y anunciando el Evangelio, llegaron los príncipes de los sacerdotes y los escribas, con los ancianos;

Y llegaron a la aldea a donde iban; y él hizo como que iba más lejos.

Estos pues, se llegaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, querríamos ver a Jesús.

Y estaba allí un vaso lleno de vinagre; entonces ellos mojaron una esponja de vinagre, y rodeada a un hisopo, se la llegaron a la boca.

Pero cuando llegaron los alguaciles, y no los hallaron en la cárcel, volvieron, y dieron aviso,

Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?

Y estando Pedro dudando dentro de sí qué sería la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, que, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.

Y ellos pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga un día de sábado, se sentaron.

Cuando llegaron a Misia, intentaron de ir a Bitinia; mas el Espíritu no les dejó.

Y pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde estaba la sinagoga de los judíos.

Y como llegaron a Cesarea, y dieron la carta al gobernador presentaron también a Pablo delante de él.

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