'Palabra' en la Biblia
Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como 3,000 almas (personas).
Pero muchos de los que habían oído el mensaje (la palabra) creyeron, llegando el número de los hombres como a 5,000.
"Ahora, Señor, considera sus amenazas, y permite que Tus siervos hablen Tu palabra con toda confianza,
Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor.
Entonces los doce (apóstoles) convocaron a la congregación (multitud) de los discípulos, y dijeron: ``No es conveniente que nosotros descuidemos la palabra de Dios para servir mesas.
"Y nosotros nos entregaremos a la oración y al ministerio (al servicio) de la palabra."
Y la palabra de Dios crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
Así que los que habían sido esparcidos iban predicando (anunciando las buenas nuevas de) la palabra.
Cuando los apóstoles que {estaban} en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan,
Y ellos, después de haber testificado solemnemente y hablado la palabra del Señor, iniciaron el regreso a Jerusalén anunciando el evangelio (las buenas nuevas) en muchas aldeas de los Samaritanos.
Entonces Pedro tomó la palabra, y dijo: ``Ciertamente {ahora} entiendo que Dios no hace acepción de personas,
"El mensaje (La palabra) que El envió al pueblo de Israel, predicando (anunciando el evangelio) de paz por medio de Jesucristo, que El es Señor de todos.
Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje (la palabra).
Los apóstoles y los hermanos que estaban por toda Judea oyeron que también los Gentiles habían recibido la palabra de Dios.
Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución (tribulación) que sobrevino después de {la muerte de} Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando la palabra a nadie, sino sólo a los Judíos.
Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba.
Al llegar a Salamina, proclamaban la palabra de Dios en las sinagogas de los Judíos; y tenían también a Juan de ayudante.
que estaba con el procónsul Sergio Paulo, hombre inteligente. Este hizo venir a Bernabé y a Saulo, y deseaba oír la palabra de Dios.
Después de la lectura de la Ley y los Profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir: ``Hermanos, si tienen alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablen."
``Hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre ustedes temen a Dios, a nosotros nos es enviada la palabra de esta salvación.
El siguiente día de reposo casi toda la ciudad se reunió para oír la palabra del Señor.
Entonces Pablo y Bernabé hablaron con valor y dijeron: ``Era necesario que la palabra de Dios les fuera predicada primeramente a ustedes; pero ya que la rechazan y no se juzgan dignos de la vida eterna, así que ahora nos volvemos a los Gentiles.
Oyendo esto los Gentiles, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban ordenados a vida eterna.
Y la palabra del Señor se difundía por toda la región.
Con todo, se detuvieron {allí} mucho tiempo hablando valientemente, {confiados} en el Señor que confirmaba la palabra de Su gracia, concediendo que se hicieran señales (milagros) y prodigios por medio de sus manos.
Y llamaban a Bernabé, Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que dirigía la palabra.
Después de mucho debate, Pedro se levantó y les dijo: ``Hermanos, ustedes saben que en los primeros días Dios escogió de entre ustedes que por mi boca los Gentiles oyeran la palabra del evangelio y creyeran.
Cuando terminaron de hablar, Jacobo (Santiago, hermano de Jesús) tomó la palabra y dijo: ``Escúchenme, hermanos.
También Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía, enseñando y proclamando con muchos otros, las buenas nuevas de la palabra del Señor.
Después de algunos días Pablo dijo a Bernabé: ``Volvamos y visitemos a los hermanos en todas las ciudades donde hemos proclamado la palabra del Señor, {para ver} cómo están."
Pasaron por la región de Frigia y Galacia, habiendo sido impedidos por el Espíritu Santo de hablar la palabra en Asia (provincia occidental de Asia Menor).
Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.
Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, {para ver} si estas cosas eran así.
Pero cuando los Judíos de Tesalónica supieron que la palabra de Dios había sido proclamada por Pablo también en Berea, fueron también allá para agitar y alborotar a las multitudes.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo comenzó a dedicarse por completo a la {predicación de la} palabra, testificando solemnemente a los Judíos que Jesús era el Cristo (el Mesías).
Entonces Pablo se quedó {allí} un año y seis meses, enseñando la palabra de Dios entre ellos.
Esto continuó por dos años, de manera que todos los que vivían en Asia (provincia occidental de Asia Menor) oyeron la palabra del Señor, tanto Judíos como Griegos.
Así crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor.
``Ahora los encomiendo a Dios y a la palabra de Su gracia, que es poderosa para edificar{los} y dar{les} la herencia entre todos los santificados.
Estaban afligidos especialmente por la palabra que había dicho de que ya no volverían a ver su rostro. Y lo acompañaron hasta el barco.
``Y él dijo: `El Dios de nuestros padres (antepasados) te ha designado para que conozcas Su voluntad, y para que veas al Justo y oigas palabra de Su boca.
Al no estar de acuerdo entre sí, comenzaron a marcharse después de que Pablo dijo una {última} palabra: ``Bien habló el Espíritu Santo a sus padres por medio de Isaías el profeta,
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