'Prójimo' en la Biblia
Y salió al día siguiente, y viendo a dos hebreos que reñían, dijo al que hacía la injuria: ¿Por qué hieres a tu prójimo?
Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.
No hablarás falso testimonio contra tu prójimo.
No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Además, si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo, y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.
Además, si algunos riñeren, y alguno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y no muriere, pero cayere en cama;
Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo, y éste muriere, entonces venderán el buey vivo, y partirán el dinero de él, y también partirán el muerto.
Cuando alguno diere a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón se hallare, pagará el doble.
Si el ladrón no se hallare, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para ver si ha metido su mano en la hacienda de su prójimo.
Sobre todo asunto de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido o sobre cualquier cosa perdida, cuando uno dijere: Esto es mío, la causa de ambos será traída ante los jueces; y aquel a quien los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo.
Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y se muriere o se perniquebrare, o fuere llevado sin verlo nadie;
Juramento de Jehová tendrá lugar entre ambos de que no echó su mano a los bienes de su prójimo: y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.
Pero si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada o muerta, ausente su dueño, deberá pagarla.
Si tomares en prenda la vestidura de tu prójimo, a la puesta del sol se lo volverás:
Cuando una persona pecare e hiciere prevaricación contra Jehová, y negare a su prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o robare, o engañare a su prójimo;
Además, no tendrás acto carnal con la esposa de tu prójimo, contaminándote con ella.
No hurtaréis, y no engañaréis, ni mentiréis ninguno a su prójimo.
No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana.
No harás agravio en el juicio; no absolverás al pobre, ni favorecerás al poderoso; con justicia juzgarás a tu prójimo.
No andarás chismeando entre tu pueblo. No te pondrás contra la sangre de tu prójimo: Yo Jehová.
No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; ciertamente amonestarás a tu prójimo, y no consentirás sobre su pecado.
No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo; mas amarás a tu prójimo como a ti mismo: Yo Jehová.
Y el hombre que cometiere adulterio con la esposa de otro hombre, el que cometiere adulterio con la esposa de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente han de ser muertos.
Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho:
Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano:
Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los años de los frutos te venderá él a ti.
Y no engañe ninguno a su prójimo; mas tendrás temor de tu Dios: porque yo soy Jehová vuestro Dios.
para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo por yerro, sin haber tenido enemistad con él en el pasado; y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida.
No dirás falso testimonio contra tu prójimo.
No codiciarás la esposa de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni ninguna cosa que sea de tu prójimo.
Y ésta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con que obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano; porque la remisión de Jehová es pregonada.
Y éste es el caso del homicida que ha de huir allí para salvar su vida; el que hiriere a su prójimo por yerro, al cual no le tenía aversión previamente.
Como el que fue con su prójimo al monte a cortar leña, y poniendo fuerza con su mano en el hacha para cortar algún leño, saltó el hierro del cabo, y encontró a su prójimo, y murió; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;
no sea que el pariente del muerto vaya tras el homicida, cuando se enardeciere su corazón, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte; por cuanto no tenía enemistad con su prójimo previamente.
Mas cuando hubiere alguno que aborreciere a su prójimo, y lo acechare, y se levantare sobre él, y lo hiriere de muerte, y muriere, y huyere a alguna de estas ciudades;
No reducirás el término de tu prójimo, el cual señalaron los antiguos en tu heredad, la que poseyeres en la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas.
entonces los sacaréis a ambos a la puerta de aquella ciudad, y los apedrearán con piedras, y morirán; la doncella porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la esposa de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.
y a la doncella no harás nada; la doncella no tiene culpa de muerte; porque como cuando alguno se levanta contra su prójimo, y le quita la vida, así es en este caso.
Cuando entrares en la viña de tu prójimo, podrás comer las uvas que desees, hasta saciarte; mas no pondrás ninguna en tu alforja.
Cuando entrares en la mies de tu prójimo, podrás cortar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.
Cuando prestares alguna cosa a tu prójimo, no entrarás en su casa para tomarle prenda;
Maldito el que redujere el término de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Y cuando el cercano del muerto le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por accidente, ni tuvo con él antes enemistad.
Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo que es mejor que tú.
Así dice Jehová: He aquí yo levantaré sobre ti el mal de tu misma casa, y tomaré a tus esposas delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual se acostará con tus esposas a la vista de este sol.
Si alguno pecare contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu altar en esta casa;
Si alguno pecare contra su prójimo, y él le pidiere juramento haciéndole jurar, y el juramento viniere delante de tu altar en esta casa,
¡Oh que alguien intercediera por el hombre ante Dios, como el hombre intercede por su prójimo!
Si mi corazón fue engañado acerca de mujer, y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo:
Mentira habla cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.
El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche contra su prójimo
No me arrebates a una con los malos, y con los obradores de iniquidad; los cuales hablan paz con su prójimo, pero la maldad está en su corazón.
Al que solapadamente infama a su prójimo, yo le cortaré; no sufriré al de ojos altaneros, y de corazón vanidoso.
No digas a tu prójimo: Ve, y vuelve, y mañana te daré; cuando tienes contigo qué darle.
No intentes mal contra tu prójimo, estando él confiado de ti.
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.
Así el que entrare a la esposa de su prójimo; no será sin culpa cualquiera que la tocare.
El hipócrita con la boca daña a su prójimo; mas los justos son librados con la sabiduría.
El que carece de entendimiento, menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente calla.
El justo es guía a su prójimo; mas el camino de los impíos les hace errar.
Peca el que menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia de los pobres, es bienaventurado.
El hombre malo lisonjea a su prójimo, y le hace andar por camino no bueno:
El alma del impío desea el mal: Su prójimo no halla favor a sus ojos.
No seas sin causa testigo contra tu prójimo; y no lisonjees con tus labios.
No entres apresuradamente en pleito, no sea que no sepas qué hacer al fin, después que tu prójimo te haya avergonzado.
Martillo y cuchillo y saeta aguda, es el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio.
El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende delante de sus pasos.
He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obra despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Y levantaré egipcios contra egipcios, y cada uno peleará contra su hermano, cada uno contra su prójimo; ciudad contra ciudad, y reino contra reino.
Cada cual ayudó a su prójimo, y a su hermano dijo: Esfuérzate.
Como caballos bien alimentados de mañana, cada cual relinchaba tras la esposa de su prójimo.
Mas si mejorareis cumplidamente vuestros caminos y vuestras obras; si con exactitud hiciereis justicia entre el hombre y su prójimo,
¡Ay del que edifica su casa y no en justicia, y sus salas y no en juicio, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!
Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová: porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová: porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.
Y vosotros os habíais hoy convertido, y hecho lo recto delante de mis ojos, anunciando cada uno libertad a su prójimo; y habíais hecho pacto en mi presencia, en la casa sobre la cual es invocado mi nombre:
que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni deshonrare a la esposa de su prójimo, ni se llegare a la mujer menstruosa,
y que no haga las otras; antes comiere sobre los montes, o deshonrare a la esposa de su prójimo,
no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; a la esposa de su prójimo no deshonrare,
Y cada uno hizo abominación con la esposa de su prójimo; y otro contaminó pervertidamente a su nuera; y en ti otro humilló a su hermana, hija de su padre.
Estáis sobre vuestras espadas, hacéis abominación y contamináis cada cual a la esposa de su prójimo, ¿y habréis de poseer la tierra?
Éstas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad con verdad y juicio de paz en vuestras puertas.
Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis juramento falso; porque todas éstas son cosas que aborrezco, dice Jehová.
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
Honra a tu padre y a tu madre; y: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Y el amarle con todo el corazón, y con todo el entendimiento, y con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.
Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
Entonces el que maltrataba a su prójimo, le empujó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez sobre nosotros?
No debáis a nadie nada, sino amaos unos a otros, porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley.
Porque: No cometerás adulterio: No matarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: No codiciarás: Y cualquier otro mandamiento, se resume en esta frase: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
El amor no hace mal al prójimo; así que el amor es el cumplimiento de la ley.
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo para su bien, para edificación.
Porque toda la ley en una palabra se cumple, en ésta: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor: Porque todos me conocerán, desde el menor de ellos hasta el mayor.
Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;
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