'Sois' en la Biblia
Y les dijo Jacob: Hermanos míos, ¿de dónde sois? Y ellos respondieron: De Harán somos.
Entonces se acordó José de los sueños que había soñado de ellos, y les dijo: Espías sois; para ver lo descubierto de la tierra habéis venido.
Y José les dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois espías.
Enviad uno de vosotros, y traiga a vuestro hermano; y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si la verdad está con vosotros; y si no, vive el Faraón, que sois espías.
Si sois hombres de la verdad, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros hermanos; y vosotros id, llevad el alimento para el hambre de vuestra casa;
Y aquel varón, señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres de la verdad; dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad para el hambre de vuestras casas, y andad,
y traedme a vuestro hermano el menor, para que yo sepa que no sois espías, sino hombres de la verdad; así os daré a vuestro hermano, y negociaréis en la tierra.
Mas él dijo: Sois perezosos, {muy} perezosos; por eso decís: ``Déjanos ir a ofrecer sacrificios al SEÑOR."
Porque el SEÑOR había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz; en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré; quítate pues ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer.
Y la tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; que vosotros peregrinos y extranjeros sois para conmigo.
``{En cuanto a} la asamblea, un estatuto habrá para vosotros y para el extranjero que reside {con vosotros}, un estatuto perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros sois, así será el extranjero delante del SEÑOR.
Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra el SEÑOR; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?
Pero al día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros sois los que habéis sido la causa de la muerte del pueblo del SEÑOR.
el SEÑOR vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí sois hoy vosotros como las estrellas del cielo en multitud.
¡El SEÑOR Dios de vuestros padres añada sobre vosotros como sois mil veces más, y os bendiga, como os ha prometido!
Pero a vosotros el SEÑOR os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que fuerais pueblo de su heredad como {lo sois} ahora.
Hijos sois del SEÑOR vuestro Dios: no os sajaréis, ni pondréis calva sobre vuestros ojos por muerto;
Porque yo conozco tu rebelión, y tu cerviz dura; he aquí que aun viviendo yo hoy con vosotros, sois rebeldes al SEÑOR; y ¿cuánto más después que yo haya muerto?
Y ellos respondieron a Josué: Nosotros somos tus siervos. Y Josué les dijo: ¿Quién sois vosotros y de dónde venís?
Vosotros pues ahora sois malditos, y no faltará de vosotros siervo, y quien corte la leña y saque el agua para la casa de mi Dios.
Y Josué les dijo: Si sois pueblo tan numeroso, subid al bosque y limpiad un lugar para vosotros allí en la tierra de los ferezeos y los refaítas, ya que la región montañosa de Efraín es demasiado estrecha para vosotros.
Y Josué respondió al pueblo: Vosotros sois testigos contra vosotros mismos, de que os habéis elegido á Jehová para servirle. Y ellos respondieron: Testigos somos.
Y juntando Jefté a todos los varones de Galaad, peleó contra Efraín; y los de Galaad hirieron a Efraín, porque habían dicho: Vosotros sois fugitivos de Efraín, vosotros sois galaaditas entre Efraín y Manasés.
He aquí todos vosotros sois hijos de Israel; dad aquí vuestro parecer y consejo.
Y Booz dijo á los ancianos y á todo el pueblo: Vosotros sois hoy testigos de que tomo todas las cosas que fueron de Elimelech, y todo lo que fué de Chelión y de Mahalón, de mano de Noemi.
Y que también tomo por mi mujer á Ruth Moabita, mujer de Mahalón, para suscitar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois hoy testigos.
Esto que has hecho, no está bien. Vive el SEÑOR, que sois dignos de muerte, que no habéis guardado a vuestro señor, al ungido del SEÑOR. Mira, pues, ahora dónde está la lanza del rey, y la botija del agua que estaba a su cabecera.
Entonces el rey David envió {mensaje} a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, diciendo: Hablad a los ancianos de Judá, y decidles: `` ¿Por qué sois los últimos en hacer volver al rey a su casa, ya que la palabra de todo Israel ha llegado al rey, a su casa?
Vosotros sois mis hermanos; mis huesos y mi carne sois; ¿por qué pues seréis vosotros los postreros en volver al rey?
Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: Escogeos un buey, y preparadlo vosotros primero, pues que vosotros sois los más; e invocad en el nombre de vuestros dioses, mas no pongáis fuego debajo.
El entonces les escribió la segunda vez diciendo: Si sois míos, y queréis escuchar mi voz, tomad las cabezas de los varones hijos de vuestro señor, y venid mañana a estas horas a mí a Jezreel. Y los hijos del rey, setenta varones, estaban con los principales de la ciudad, que los criaban.
Venida la mañana, salió él, y estando en pie dijo a todo el pueblo: Vosotros sois justos; he aquí yo he conspirado contra mi señor, y le he dado muerte; ¿mas quién ha dado muerte a todos estos?
Jehú halló allí a los hermanos de Ocozías rey de Judá, y les dijo: ¿Quiénes sois vosotros? Y ellos dijeron: Somos hermanos de Ocozías, y hemos venido a saludar a los hijos del rey, y a los hijos de la reina.
y les dijo: Vosotros que sois los principales padres entre los levitas, santificaos a vosotros y a vuestros hermanos, y pasad el arca del SEÑOR Dios de Israel al lugar que le he preparado;
Y ahora vosotros consultáis para fortificaros contra el reino del SEÑOR que está en mano de los hijos de David; porque sois muchos, y tenéis con vosotros los becerros de oro que Jeroboam os hizo por dioses.
Y ahora habéis determinado sujetar a vosotros los hijos de Judá y de Jerusalén por siervos y siervas; mas ¿no sois vosotros culpables contra el SEÑOR vuestro Dios?
Y les dije: Vosotros sois santidad al SEÑOR, y los vasos son santidad; y la plata y el oro ofrenda voluntaria al SEÑOR, Dios de nuestros padres.
Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a tu siervo Moisés, diciendo: {``Si} sois infieles, yo os dispersaré entre los pueblos;
Ahora ciertamente vosotros sois como ellas; que habéis visto el tormento, y teméis.
Ciertamente que vosotros sois el pueblo; y con vosotros morirá la sabiduría.
Que ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira; sois todos vosotros médicos nulos.
Muchas veces he oído cosas como éstas; consoladores molestos sois todos vosotros.
Y respondió Eliú hijo de Baraquel, buzita, y dijo: Yo soy joven, y vosotros sois ancianos; por tanto, he tenido miedo, y he temido declararos mi opinión.
Cuando os acostáis en los apriscos, {sois como} alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas de oro resplandeciente.
Yo dije: Vosotros sois dioses. Y todos vosotros hijos del Altísimo.
Bendecidos sois de Jehová, que hizo el cielo y la tierra.
Juntaos, pueblos, y seréis quebrantados; oíd, todos los que sois de lejanas tierras; poneos a punto, y seréis quebrantados; ceñíos, y seréis quebrantados.
Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo menos haced bien, o mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos maravillemos.
He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras de vanidad; abominación el que os escogió.
Serán tornados atrás, y serán avergonzados de vergüenza, los que confían en la escultura; y dicen al vaciadizo: Vosotros sois nuestros dioses.
Vosotros sois mis testigos, dice el SEÑOR, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis, que yo mismo soy; antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí.
Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros extraño. Vosotros pues sois mis testigos, dice el SEÑOR, que yo soy Dios.
No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde antiguo, y te dije antes lo que estaba por venir? Luego vosotros sois mis testigos que no hay Dios sino yo; y que no hay Fuerte, que yo no conozca.
Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel: los que sois traídos de vientre, los que sois llevados de matriz.
Así dijo el SEÑOR: ¿Qué es de esta carta de repudio de vuestra madre, a la cual yo repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quien yo os he vendido? He aquí, que por vuestras iniquidades sois vendidos; y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre,
¿De quién os habéis burlado? ¿Contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes, simiente mentirosa,
¿Por ventura no podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh Casa de Israel, dice el SEÑOR? He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh Casa de Israel.
``No edificaréis casa, ni sembraréis simiente, ni plantaréis viña, ni poseeréis ninguna, sino que habitaréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días en la tierra donde sois peregrinos."
Martillo me sois, oh armas de guerra; y por medio de ti quebrantaré gentiles, y por medio de ti desharé reinos;
Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dijo el Señor DIOS.
Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi; porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.
Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que ni se puede medir ni contar. Y será, que donde se les decía: Vosotros no sois mi pueblo, les sea dicho: Hijos del Dios Viviente.
No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Vosotros sois nuestros dioses; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
Pasad a Calne y mirad, y de allí id a Hamat la grande, descended luego a Gat de los filisteos. ¿Sois vosotros mejores que estos reinos, o es su territorio mayor que el vuestro?
Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros, como hijos de etíopes, dijo el SEÑOR? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los palestinos de Caftor, y a los sirios de Kir?
Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
Bienaventurados sois cuando os vituperen y os persigan, y se dijere toda clase de mal de vosotros por mi causa, mintiendo.
Vosotros sois la sal de la tierra; y si la sal perdiere su sabor ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?
Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
Así que, no temáis; de más estima sois vosotros que muchos pajarillos.
Y Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento?
Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad.
Así que, testimonio dais a vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
Y El les dijo*: ¿También vosotros sois tan faltos de entendimiento? ¿No comprendéis que todo lo que de afuera entra al hombre no le puede contaminar,
Porque cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois del Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Y cuando os trajeren para entregaros, no premeditéis qué habéis de decir, ni lo penséis; mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
Bienaventurados sois cuando los hombres os aborrecen, cuando os apartan de sí, os colman de insultos y desechan vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.
De modo que sois testigos, y aprobáis las acciones de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis {sus sepulcros.}
Y aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis pues; de más estima sois que muchos pajarillos.
Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfolí; y Dios los alimenta. ¿Cuánto de más estima sois vosotros que las aves?
Después que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, y vosotros, estando fuera, comencéis a llamar a la puerta, diciendo: ``Señor, ábrenos", El respondiendo, os dirá: ``No sé de dónde sois."
y El dirá: ``Os digo que no sé de dónde sois; APARTAOS DE MI, TODOS LOS QUE HACEIS INIQUIDAD."
Y les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis tentaciones.
Y vosotros sois testigos de estas cosas.
Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.
Y les decía: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en El: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos;
Sé que sois simiente de Abraham, mas procuráis matarme, porque mi palabra no cabe en vosotros.
Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo*: Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. El, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
Les respondió Jesús: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?
Le dice Jesús: El que está lavado, no necesita sino que se lave los pies, porque está todo limpio; y vosotros limpios sois, aunque no todos.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Adopción Espiritual
- Adopción, descripciones de
- Comunión con Cristo
- Considere su llamada a la salvación
- El Espíritu Santo en la Iglesia
- El pueblo de Dios, en NT
- El sufrimiento de Cristo
- Iglesia, títulos de
- La participación, en Cristo
- La santificación, la naturaleza y la base
- La unidad, del pueblo de Dios
- La unión con Cristo, la significación de