915 casos

'Son' en la Biblia

Y vituperaron entre los hijos de Israel la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella, son hombres de gran estatura.

Por tanto, no seáis rebeldes contra el SEÑOR, ni temáis al pueblo de esta tierra, porque nuestro pan son; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está el SEÑOR; no los temáis.

y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: Basta ya de vosotros, porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está el SEÑOR; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación del SEÑOR?

Di a Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados

los incensarios de estos pecadores contra sus almas; y harán de ellos planchas extendidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante del SEÑOR, son santificados; y serán por señal a los hijos de Israel.

Mas el primogénito de vaca, y el primogénito de oveja, y el primogénito de cabra, no rescatarás; santificados son; la sangre de ellos rociarás sobre el altar, y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida es para el SEÑOR en olor grato.

Estas son las aguas de Meriba (la rencilla), por las cuales riñeron los hijos de Israel con el SEÑOR, y él se santificó en ellos.

Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Quiénes son estos varones que están contigo?

¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Israel!

Estas son las familias de los rubenitas; y sus contados fueron cuarenta y tres mil setecientos treinta.

Estas son las familias de los simeonitas, veintidós mil doscientos.

Estas son las familias de Gad, por sus contados, cuarenta mil quinientos.

Estas son las familias de Judá, por sus contados, setenta y seis mil quinientos.

Estas son las familias de Isacar, por sus contados, sesenta y cuatro mil trescientos.

Estas son las familias de los zabulonitas, por sus contados, sesenta mil quinientos.

Estos son los hijos de Galaad: de Jezer, la familia de los jezeritas; de Helec, la familia de los helequitas;

Estas son las familias de Manasés; y sus contados, cincuenta y dos mil setecientos.

Estos son los hijos de Efraín por sus familias: de Sutela, la familia de los sutelaítas; de Bequer, la familia de los bequeritas; de Tahán, la familia de los tahanitas.

Y éstos son los hijos de Sutela: de Erán, la familia de los eranitas.

Estas son las familias de los hijos de Efraín, por sus contados, treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José por sus familias.

Estos son los hijos de Benjamín por sus familias; y sus contados, cuarenta y cinco mil seiscientos.

Estos son los hijos de Dan por sus familias: de Súham, la familia de los suhamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias.

Estas son las familias de los hijos de Aser, por sus contados, cincuenta y tres mil cuatrocientos.

Estas son las familias de Neftalí por sus familias; y sus contados, cuarenta y cinco mil cuatrocientos.

Estos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos un mil setecientos treinta.

Y los contados de los levitas por sus familias son éstos: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merari, la familia de los meraritas.

Estas son las familias de los levitas: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Y Coat engendró a Amram.

Estos son los contados por Moisés y Eleazar el sacerdote, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó.

Pues fuisteis rebeldes a mi dicho en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, para santificarme en las aguas a ojos de ellos. Estas son las aguas de Meriba de Cades en el desierto de Zin.

Estas son las ordenanzas que el SEÑOR mandó a Moisés entre el varón y su mujer, entre el padre y su hija, durante su juventud en casa de su padre.

Estas son las partidas de los hijos de Israel, los cuales salieron de la tierra de Egipto por sus ejércitos, por mano de Moisés y Aarón.

Y Moisés escribió sus salidas por sus partidas por dicho del SEÑOR. Estas, pues, son sus partidas por sus salidas.

Estos son los nombres de los varones que os dividirán la posesión de la tierra para vosotros: Eleazar el sacerdote, y Josué hijo de Nun.

Y éstos son los nombres de los varones: De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone.

Estos son a los que mandó el SEÑOR que hicieran heredar la tierra a los hijos de Israel en la tierra de Canaán.

Estos son los mandamientos y los derechos que mandó el SEÑOR por mano de Moisés a los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó.

Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en el llano delante del mar Bermejo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot, y Dizahab.

Estos son los testimonios, y los estatutos, y los derechos, que Moisés dijo a los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto;

Estos, pues, son los mandamientos, estatutos, y derechos que el SEÑOR vuestro Dios mandó que os enseñara que hagáis en la tierra a la cual pasáis vosotros para heredarla.

Cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué son los testimonios, y estatutos, y derechos, que el SEÑOR nuestro Dios os mandó?

Cuando dijeres en tu corazón: Aquellos gentiles son muchos más que yo, ¿cómo los podré desarraigar?

tierra en la cual no comerás el pan con escasez, no te faltará nada en ella; tierra que sus piedras son hierro, y de sus montes sacarás bronce.

Estos son los estatutos y derechos que guardaréis para hacer en la tierra que el SEÑOR el Dios de tus padres te ha dado para que la heredes, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra.

Y éstas son de las que no comeréis: el águila, el azor, el esmerejón,

Estas son las palabras del pacto que el SEÑOR mandó a Moisés, para que concertara con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que concertó con ellos en Horeb.

Y el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí tus días son ya cumplidos para que mueras; llama a Josué, y esperad en el tabernáculo del testimonio, y le daré mis órdenes. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo del testimonio.

Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál será su postrimería; que son generación de perversidades, hijos sin fe.

Que el fuerte de ellos no es como nuestro Fuerte; y aun nuestros enemigos son de ello jueces.

Por tanto de la vid de Sodoma es la vid de ellos, y de los campos de Gomorra; las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, racimos muy amargos tienen.

El es hermoso como el primogénito de su toro, y sus cuernos, cuernos de unicornio; con ellos acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra; y éstos son los diez millares de Efraín, y éstos los millares de Manasés.

Y volviendo a Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, mas suban como dos mil o como tres mil hombres, y tomarán a Hai; no fatigues a todo el pueblo yendo allí, porque son pocos.

Y Josué los constituyó aquel día por leñadores y aguadores para la congregación y para el altar del SEÑOR, en el lugar que él escogiera; lo que son hasta hoy.

Estos son los reyes de la tierra que los hijos de Israel hirieron, y cuya tierra poseyeron al otro lado del Jordán al nacimiento del sol, desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón, y toda la llanura oriental:

Y éstos son los reyes de la tierra que hirió Josué con los hijos de Israel, del otro lado del Jordán al occidente, desde Baal-gad en el llano del Líbano hasta el monte de Halac que sube a Seir; y Josué dio la tierra en posesión a las tribus de Israel, conforme a sus repartimientos;

Pero a la tribu de Leví no dio heredad: los sacrificios encendidos del SEÑOR Dios de Israel son su heredad, como él les había dicho.

Pero Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tuvo hijos, sino hijas, los nombres de las cuales son éstos: Maala, Noa, Hogla, Milca, y Tirsa.

Y desciende este término al arroyo de Caná, hacia el mediodía del arroyo. Estas ciudades de Efraín están entre las ciudades de Manasés; y el término de Manasés es desde el norte del mismo arroyo, y sus salidas son al mar.

Y las ciudades fuertes son Sidim, Zer, Hamat, Racat, Cineret,

Estas son las heredades que Eleazar sacerdote, y Josué hijo de Nun, y los principales de los padres, entregaron por suerte en posesión a las tribus de los hijos de Israel en Silo delante del SEÑOR, a la entrada del tabernáculo del testimonio; y así acabaron de repartir la tierra.

Todas las villas de los sacerdotes, hijos de Aarón, son trece con sus ejidos.

Estos, pues, son los gentiles que dejó el SEÑOR para probar con ellos a Israel, a todos aquellos que no habían conocido todas las guerras de Canaán;

Príncipes también de Isacar fueron con Débora; y también Isacar, como Barac se puso a pie en el valle. De las divisiones de Rubén son grandes los pensamientos del corazón.

¿Por qué te quedaste entre las majadas, para oír los balidos de los rebaños? De las divisiones de Rubén grandes son las inquietudes del corazón.

Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi grosura, con el que por mi causa Dios y los hombres son honrados, por ir a ser grande sobre los árboles?

Y los hijos de Benjamín decían: Vencidos son delante de nosotros, como antes. Mas los hijos de Israel decían: Huiremos, y los alejaremos de la ciudad hasta los caminos.

Y éstas son las generaciones de Fares: Fares engendró a Hezrón;

El levanta del polvo al pobre, y al menesteroso ensalza del estiércol, para asentarlo con los príncipes; y hace que tengan por heredad trono de gloria. Porque del SEÑOR son las columnas de la tierra, y él asentó sobre ellas el mundo.

¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de las manos de estos dioses fuertes? Estos son los dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el desierto.

Estas pues son las hemorroides de oro que pagaron los filisteos al SEÑOR en expiación por su culpa: por Asdod una, por Gaza una, por Ascalón una, por Gat una, por Ecrón una;

El pueblo entonces dijo a Samuel: ¿Quiénes son los que decían: Reinará Saúl sobre nosotros? Dadnos esos hombres, y los mataremos.

¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua, y mi degollado que he preparado para mis esquiladores, y la daré a hombres que no sé de dónde son?

Que yo ahora aún soy tierno rey ungido; y estos hombres, los hijos de Sarvia, muy duros me son; el SEÑOR dé el pago al que mal hace, conforme a su malicia.

Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,

Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga por el rey.

Y dijo el rey a Siba: ¿Qué es esto? Y Siba respondió: Los asnos son para la familia del rey, en que suban; los panes y la pasa para que coman los criados, y el vino, para que beban los que se cansaren en el desierto.

Y añadió Husai: Tú sabes que tu padre y los suyos son hombres valientes, y que están ahora con amargura de ánimo, como la osa en el campo cuando le han quitado los hijos. Además, tu padre es hombre de guerra, y no pasará la noche con el pueblo.

Así aun el hombre valiente, cuyo corazón sea como corazón de león, sin duda desmayará; porque todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente, y que los que están con él son esforzados.

Mas Barzilai dijo al rey: ¿Cuántos son los días del tiempo de mi vida, para que yo suba con el rey a Jerusalén?

Estas son las postreras palabras de David. Dijo David hijo de Jessé, dijo aquel varón que fue levantado alto, el ungido del Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel:

sino que el que quiere tocar en ellas, se arma de hierro y de asta de lanza, y son quemadas del todo en su lugar.

Estos son los nombres de los valientes que tuvo David: El que se sentaba en cátedra de sabiduría, principal de los tres: Adino el eznita, que en una ocasión se halló haber matado ochocientos enemigos.

Y Joab respondió al rey: Añada El SEÑOR tu Dios al pueblo cien veces tanto como son, y que lo vea mi señor el rey; mas ¿para qué quiere esto mi señor el rey?

Entonces David dijo a Gad: En grande angustia estoy; ruego que caigamos en la mano del SEÑOR, porque sus misericordias son muchas, y que no caiga yo en manos de hombres.

Y éstos son los nombres de ellos: el hijo de Hur en el monte de Efraín;

porque ellos son tu pueblo y tu heredad, que tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro.

Y dijo: ¿Qué ciudades son éstas que me has dado, hermano? Y les puso por nombre, la tierra de Cabul, hasta hoy.

Y los siervos del rey de Siria le dijeron: Sus dioses son dioses de los montes, por eso nos han vencido; mas si peleáremos con ellos en la llanura, se verá si no los vencemos.

Entonces sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído de los reyes de Israel, que son reyes misericordiosos; pongamos pues ahora cilicio en nuestros lomos, y sogas en nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel; por ventura te dará la vida.

Y los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí el asiento de esta ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra enferma.

Abana y Farfar, los ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.

Y él le dijo: No tengas miedo; porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.

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