915 casos

'Son' en la Biblia

Las palabras de los impíos son para asechar la sangre; mas la boca de los rectos los librará.

El rescate de la vida del hombre son sus riquezas; pero el pobre no oye censuras.

Todos los días del pobre son trabajosos; mas el de buen corazón tiene un convite continuo.

Las señales de las heridas pasadas son medicina para curar lo malo; y las vivas amonestaciones llegan a lo más secreto del vientre.

Considera el justo la casa del impío; cómo los impíos son trastornados por el mal.

También estos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones de Ezequías, rey de Judá.

Los corderos son para tus vestidos, y los cabritos son para el precio del campo;

Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; mas cuando los impíos son levantados, el hombre cuerdo se esconderá.

Cuando los impíos son levantados, el hombre cuerdo se esconderá; mas cuando perecen, los justos se multiplican.

Del señor que escucha la palabra mentirosa, todos sus ministros son impíos.

Cuando los impíos son muchos, mucha es la prevaricación; mas los justos verán la ruina de ellos.

Hay generación cuyos ojos son altivos, y cuyos párpados son alzados.

Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar de la tierra a los pobres, y de entre los hombres a los menesterosos.

Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, y las mismas son más sabias que los sabios:

Porque todos sus días no son sino dolores, y sus ocupaciones molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.

Dije en mi corazón, en orden a la condición de los hijos de los hombres, que Dios los puede manifestar, y es para ver que ellos son bestias los unos a los otros.

y que al impío nunca le irá bien, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no temió delante de la presencia de Dios.

Hay otra vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos los cuales son pagados como si hicieran obras de impíos; y hay impíos, que son pagados como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.

Goza de la vida con la esposa que amas, todos los días que has de vivir en este lago de vanidad, que te son dados; todos los días de tu vanidad debajo del sol; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo en que trabajas debajo del sol.

Las palabras del sabio con reposo son oídas, más que el clamor del señor entre los locos.

Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del loco lo echan a perder.

Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados, las de los maestros de las congregaciones, puestas por debajo de un Pastor.

¡Oh!, ¡si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.

Hermosas son tus mejillas entre los zarcillos, tu cuello entre los collares.

Las vigas de nuestras casas son de cedro, y de hayas los artesonados.

Tus dos pechos, como dos cabritos mellizos de gama, que son apacentados entre los lirios.

¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡Cuánto mejores que el vino tus amores, y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas!

Sus ojos, son como palomas junto a los arroyos de las aguas, que se lavan con leche; como palomas que están junto a la abundancia.

Sus mejillas, son como una era de especias aromáticas, como fragantes flores; sus labios, son como lirios que destilan mirra que trasciende.

Sus manos, son como anillos de oro engastados de jacintos; su vientre, es como blanco marfil cubierto de zafiros.

Sus piernas, son como columnas de mármol fundadas sobre basas de fino oro; su vista es como el Líbano, escogido como los cedros.

Tus dientes, son como manada de ovejas que suben del lavadero, todas con crías mellizas, y estéril no hay entre ellas.

Como cachos de granada son tus sienes entre tus guedejas.

Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas vírgenes sin número;

¡Cuán hermosos son tus pies en los calzados, oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, obra de mano de excelente maestro.

Tus dos pechos, son como gemelos de gama.

Yo soy muro, y mis pechos son como torres, desde que fui en sus ojos como la que halla paz.

Asimismo dice el SEÑOR: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y los ojos descompuestos; y cuando andan, van como danzando, y haciendo son con los pies;

Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos. Con todo esto no cesará su furor, antes todavía su mano está extendida.

Porque él dirá: Mis príncipes ¿no son todos reyes?

Ciertamente son necios los príncipes de Zoán; el consejo de los prudentes consejeros de Faraón se ha desvanecido. ¿Cómo diréis por Faraón: Yo soy hijo de los sabios, e hijo de los reyes antiguos?

Tú, llena de alborotos, ciudad turbulenta, ciudad alegre; tus muertos no son muertos a espada, ni muertos en guerra.

Muertos son, no vivirán; privados de la vida no resucitarán; porque los visitaste, y destruiste, y deshiciste toda su memoria.

¡Ay de los que se esconden del SEÑOR, encubriendo el consejo; y sus obras son en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, o quién nos conoce?

He aquí que las naciones son estimadas como la gota de un acetre; y como el orín del peso; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo.

Como nada son todos los gentiles delante de él; y en su comparación serán estimadas en vanidad y en menos que nada.

He aquí, todos son vanidad; y las obras de ellos nada. Viento y confusión son sus vaciadizos.

Los formadores de escultura, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y testigos de ellos, ellos mismos, que ni ven ni entienden; por tanto se avergonzarán.

He aquí que todos sus compañeros serán avergonzados; porque los mismos artífices son de los hombres. Aunque todos ellos se junten, y estén, se asombrarán, y serán avergonzados a una.

Así dijo el SEÑOR: ¿Qué es de esta carta de repudio de vuestra madre, a la cual yo repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quien yo os he vendido? He aquí, que por vuestras iniquidades sois vendidos; y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre,

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