'Vieron' en la Biblia
los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban.
Las aguas fueron decreciendo lentamente hasta el mes décimo; {y} el {día} primero del mes décimo, se vieron las cimas de los montes.
Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, lo pusieron sobre sus hombros, y caminando hacia atrás cubrieron la desnudez de su padre. Como sus rostros estaban vueltos, no vieron la desnudez de su padre.
Cuando Abram entró en Egipto, los Egipcios vieron que la mujer era muy hermosa.
La vieron los oficiales de Faraón y la alabaron delante de él. Entonces la mujer fue llevada a la casa de Faraón.
Y sus hermanos vieron que su padre amaba más a José que a todos ellos; {por eso} lo odiaban y no podían hablarle amistosamente.
Cuando ellos lo vieron de lejos, y antes que se les acercara, tramaron contra él para matarlo.
Entonces se sentaron a comer, y cuando levantaron los ojos, vieron una caravana de Ismaelitas que venía de Galaad con sus camellos cargados de resina aromática, bálsamo y mirra, e iban bajando hacia Egipto.
Cuando los habitantes de la tierra, los Cananeos, vieron el duelo de la era de Atad, dijeron: ``Este es un duelo doloroso de los Egipcios." Por eso llamaron {al lugar} Abel Mizraim, el cual está al otro lado del Jordán.
Al acercarse Faraón, los Israelitas alzaron los ojos, y vieron que los Egipcios marchaban tras ellos. Entonces los Israelitas tuvieron mucho miedo y clamaron al SEÑOR.
Mientras Aarón hablaba a toda la congregación de los Israelitas, miraron hacia el desierto y, vieron que la gloria del SEÑOR se apareció en la nube.
y vieron al Dios de Israel. Debajo de Sus pies {había} como un embaldosado de zafiro, tan claro como el mismo cielo.
Pero El no extendió Su mano contra los príncipes de los Israelitas. Ellos vieron a Dios, y comieron y bebieron.
Pero cuando la nube se retiró de sobre la tienda, vieron {que} Miriam {estaba} leprosa, {blanca} como la nieve. Y cuando Aarón se volvió hacia Miriam, vio que {estaba} leprosa.
Sucedió, sin embargo, que cuando la congregación se había juntado contra Moisés y Aarón, se volvieron hacia la tienda de reunión y vieron que la nube la cubría, y la gloria del SEÑOR apareció.
Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una cantidad muy grande de ganado. Por eso, cuando vieron la tierra de Jazer y la tierra de Galaad, que en verdad era un lugar bueno para ganado,
"Pues cuando subieron hasta el Valle de Escol, y vieron la tierra, desalentaron a los Israelitas para que no entraran a la tierra que el SEÑOR les había dado.
``Entonces salimos de Horeb y pasamos por todo aquel vasto y terrible desierto que ustedes vieron, camino de la región montañosa de los Amorreos, tal como el SEÑOR nuestro Dios nos había mandado, y llegamos a Cades Barnea.
"Entonces el SEÑOR les habló de en medio del fuego; oyeron su voz, sólo la voz, pero no vieron figura alguna.
``Así que tengan mucho cuidado, ya que no vieron ninguna figura el día en que el SEÑOR les habló en Horeb de en medio del fuego;
las grandes pruebas que tus ojos vieron, las señales y maravillas, y la mano poderosa y el brazo extendido con el cual el SEÑOR tu Dios te sacó. Así el SEÑOR tu Dios hará con todos los pueblos a los cuales temes.
``También vieron lo que hizo a Datán y Abiram, los hijos de Eliab, hijo de Rubén, cuando la tierra abrió su boca y los tragó a ellos, a sus familias, a sus tiendas y a todo ser viviente que los seguía, en medio de todo Israel.
las grandes pruebas que vieron sus ojos, aquellas grandes señales y maravillas.
Cuando los hombres de Hai se volvieron y miraron, vieron que el humo de la ciudad subía al cielo y no tenían lugar adónde huir, ni por un lado ni por el otro, porque el pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra sus perseguidores.
~`Pero cuando clamaron al SEÑOR, El puso tinieblas entre ustedes y los Egipcios, e hizo venir sobre ellos el mar, que los cubrió. Sus propios ojos vieron lo que hice en Egipto. Y por mucho tiempo ustedes vivieron en el desierto.
Y los espías vieron a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron: ``Te rogamos que nos muestres la entrada de la ciudad y te trataremos con misericordia."
Después que él salió, vinieron los siervos y vieron que las puertas de la sala de la terraza tenían el cerrojo pasado, y dijeron: ``Sin duda {que el rey} está haciendo su necesidad en la sala de verano."
Cuando los hombres de la ciudad se levantaron temprano en la mañana, vieron que el altar de Baal había sido derribado y cortada la Asera que estaba junto a él, y que el segundo novillo había sido ofrecido en el altar que se había edificado.
Cuando los hombres de Israel vieron que Abimelec había muerto, cada cual se fue para su casa.
Y cuando lo vieron, trajeron a treinta compañeros para que estuvieran con él.
Entonces los cinco hombres salieron y llegaron a Lais y vieron al pueblo que {había} en ella viviendo en seguridad, tranquilo y confiado, según la costumbre de los Sidonios. Porque no había gobernante humillándo{los} en nada en aquella tierra, y estaban lejos de los Sidonios, y no tenían relaciones con nadie.
Y los de Benjamín vieron que estaban derrotados. Cuando los hombres de Israel cedieron terreno a Benjamín porque confiaban en las emboscadas que habían puesto contra Guibeá,
Entonces los hombres de Israel se volvieron, y los de Benjamín se aterrorizaron porque vieron que el desastre se les acercaba.
A la mañana siguiente, cuando los de Asdod se levantaron temprano, vieron que Dagón había caído rostro en tierra delante del arca del SEÑOR. Así que tomaron a Dagón y lo pusieron otra vez en su lugar.
Cuando los hombres de Asdod vieron lo que les sucedía, dijeron: ``El arca del Dios de Israel no debe quedar con nosotros, pues su mano es dura sobre nosotros y sobre Dagón nuestro dios."
Cuando los cinco príncipes de los Filisteos vieron {esto,} regresaron a Ecrón el mismo día.
Cuando todos los que lo conocían de antes vieron que ahora profetizaba con los profetas, los del pueblo se decían unos a otros: `` ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Está Saúl también entre los profetas?"
"Cuando vieron que Nahas, rey de los Amonitas, venía contra ustedes, me dijeron: `No, sino que un rey ha de reinar sobre nosotros,' aunque el SEÑOR su Dios {era} su rey.
Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en un apuro, pues el pueblo estaba en gran aprieto, el pueblo se escondió en cuevas, en matorrales, en peñascos, en sótanos y en fosos.
Los centinelas de Saúl {que estaban} en Guibeá de Benjamín vieron que la multitud se dispersaba e iban en todas direcciones.
Y Saúl y todo el pueblo que {estaba} con él se agruparon y fueron a la batalla, y vieron que la espada de cada Filisteo se volvía contra su compañero, {y había} gran confusión.
Y al entrar el pueblo en el bosque, vieron que la miel destilaba, pero nadie se llevó la mano a la boca, porque el pueblo temía el juramento.
Cuando todos los hombres de Israel vieron a Goliat, huyeron de él, y tenían gran temor.
Entonces David corrió y se puso sobre el Filisteo, tomó su espada, la sacó de la vaina y lo mató, cortándole la cabeza con ella. Cuando los Filisteos vieron que su campeón estaba muerto, huyeron.
Cuando los mensajeros entraron, vieron que el ídolo doméstico {era lo que estaba} sobre la cama con la almohada de {pelo de} cabra en su cabecera.
Así que Saúl envió mensajeros para llevarse a David, pero cuando vieron al grupo de los profetas profetizando, y a Samuel de pie presidiéndolos, el Espíritu de Dios vino sobre los mensajeros de Saúl, y ellos también profetizaron.
Cuando David y sus hombres llegaron a la ciudad, vieron que había sido quemada; y que sus mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido llevados cautivos.
Cuando lo llevó, vieron que los Amalecitas estaban desparramados sobre toda aquella tierra, comiendo, bebiendo y bailando por el gran botín que habían tomado de la tierra de los Filisteos y de la tierra de Judá.
Cuando los hombres de Israel que {estaban} al otro lado del valle, con los que {estaban} más allá del Jordán, vieron que los hombres de Israel habían huido y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron las ciudades y huyeron. Entonces vinieron los Filisteos y habitaron en ellas.
Cuando los Amonitas vieron que los Arameos huían, ellos {también} huyeron delante de Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab se volvió de {pelear} contra los Amonitas y vino a Jerusalén.
Cuando todos los reyes, siervos de Hadad Ezer, vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con Israel y le sirvieron. Y los Arameos tuvieron temor de ayudar más a los Amonitas.
Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado, temieron (respetaron) al rey, porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar justicia.
Entonces pasaron unos hombres y vieron el cadáver tirado en el camino y el león que estaba junto al cadáver; y fueron y {lo} dijeron en la ciudad donde vivía el anciano profeta.
Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: ``Ciertamente éste es el rey de Israel," y se desviaron para pelear contra él, pero Josafat gritó.
Cuando lo vieron los hijos de los profetas que {estaban} en Jericó frente {a él}, dijeron: ``El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo." Entonces fueron a su encuentro y se postraron ante él,
Se levantaron muy de mañana, y cuando el sol brilló sobre el agua, los Moabitas vieron el agua frente {a ellos} tan roja como la sangre.
Cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: ``Oh Señor, abre los ojos de éstos para que vean." Y el SEÑOR abrió sus ojos y vieron que estaban en medio de Samaria.
Y {una vez} cuando estaban sepultando a un hombre, {vieron que} una banda de merodeadores se les acercaba; así que arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo. Cuando el hombre cayó y tocó los huesos de Eliseo, revivió, y se puso en pie.
Aconteció que aquella misma noche salió el ángel del SEÑOR e hirió a 185,000 en el campamento de los Asirios. Cuando {los demás} se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres.
Cuando todos los hombres de Israel que {vivían} en el valle, vieron que los suyos habían huido y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y huyeron; entonces los Filisteos vinieron y habitaron en ellas.
Cuando los Amonitas vieron que los Arameos huían, ellos también huyeron delante de su hermano Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab volvió a Jerusalén.
Cuando los siervos de Hadad Ezer vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con David y le sirvieron. Y los Arameos no quisieron ayudar más a los Amonitas.
Cuando Judá se volvió, vieron que eran atacados por delante y por detrás. Clamaron, pues, al SEÑOR, y los sacerdotes tocaron las trompetas.
Entonces reunió a todo Judá y Benjamín y a los de Efraín, Manasés y Simeón que residían con ellos. Porque muchos de Israel se pasaron a él cuando vieron que el SEÑOR su Dios estaba con él.
Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: ``Este es el rey de Israel;" y se desviaron para pelear contra él. Pero Josafat clamó, y el SEÑOR vino en su ayuda, y Dios los apartó de él,
Cuando Judá llegó a la torre (atalaya) del desierto, miraron hacia la multitud, y {sólo} vieron cadáveres tendidos por tierra, ninguno había escapado.
Cuando Ezequías y los jefes vinieron y vieron los montones, bendijeron al SEÑOR y a Su pueblo Israel.
Cuando se enteraron todos nuestros enemigos y {lo} vieron todas las naciones que {estaban} alrededor nuestro, decayó su ánimo; porque reconocieron que esta obra había sido hecha {con la ayuda} de nuestro Dios.
O como aborto desechado, yo no existiría, Como los niños que nunca vieron la luz.
Ellos {la} vieron {y} quedaron pasmados; Se aterrorizaron {y} huyeron alarmados.
Las aguas Te vieron, oh Dios, Te vieron las aguas y temieron, Los abismos también se estremecieron.
Tus ojos vieron mi embrión, Y en Tu libro se escribieron todos Los días que {me} fueron dados, Cuando {no existía} ni uno solo de ellos.
{Pero} sin igual es mi paloma, mi perfecta, Es la {hija} única de su madre, La preferida de la que la dio a luz. Las doncellas la vieron y la llamaron bienaventurada, {También} las reinas y las concubinas, y la alabaron, {diciendo:}
Y vieron que eran muchas las brechas {En la muralla} de la ciudad de David, Y recogieron las aguas del estanque inferior.
Y salió el ángel del SEÑOR e hirió a 185,000 en el campamento de los Asirios. Cuando {los demás} se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres.
Cuando los vieron Sedequías, rey de Judá, y todos los hombres de guerra, huyeron y salieron de noche de la ciudad por el camino del jardín del rey, por la puerta entre los dos muros, y se fueron por el camino del Arabá (del Valle del Jordán).
Tus profetas tuvieron para ti Visiones falsas y necias, Y no manifestaron tu iniquidad Para que regresaras de tu cautiverio, Sino que vieron para ti oráculos falsos y engañosos.
Y sólo yo, Daniel, vi la visión. Los hombres que estaban conmigo no vieron la visión, pero un gran terror cayó sobre ellos y huyeron a esconderse.
Te vieron los montes {y} temblaron, El diluvio de aguas pasó; Dio el abismo su voz, Levantó en alto sus manos.
Cuando vieron la estrella, se regocijaron mucho con gran alegría.
Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María, y postrándose Lo adoraron; y abriendo sus tesoros Le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.
Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando Lo vieron, {Le} rogaron que se fuera de su región.
Pero cuando las multitudes vieron {esto,} sintieron temor, y glorificaron a Dios, que había dado tal poder (autoridad) a los hombres.
Cuando los Fariseos vieron {esto,} dijeron a Sus discípulos: `` ¿Por qué come su Maestro con los recaudadores de impuestos y pecadores?"
Cuando los Fariseos lo vieron, dijeron: ``Mira, Tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo."
"Porque en verdad les digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, y no {lo} vieron; y oír lo que ustedes oyen, y no {lo} oyeron.
Y cuando alzaron sus ojos no vieron a nadie, sino a Jesús solo.
"Así que cuando sus consiervos vieron lo que había pasado, se entristecieron mucho, y fueron y contaron a su señor todo lo que había sucedido.
Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los muchachos que gritaban en el templo y decían: `` ¡Hosanna al Hijo de David!" se indignaron.
"Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: `Este es el heredero; vengan, matémoslo y apoderémonos de su heredad.'
El centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, cuando vieron el terremoto y las cosas que sucedían, se asustaron mucho, y dijeron: ``En verdad éste era Hijo de Dios."
Cuando Lo vieron, {Lo} adoraron; pero algunos dudaron.
Cuando los escribas de los Fariseos vieron que El comía con pecadores y recaudadores de impuestos, decían a Sus discípulos: `` ¿Por qué El come y bebe con recaudadores de impuestos y pecadores?"
Vinieron a Jesús, y vieron al que había estado endemoniado, sentado, vestido y en su cabal juicio, el {mismo} que había tenido la legión; y tuvieron miedo.
Pero cuando ellos Lo vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar;
porque todos Lo vieron y se turbaron. Pero enseguida El habló con ellos y les dijo: `` ¡Tengan ánimo; soy Yo, no teman!"
y vieron que algunos de Sus discípulos comían el pan con manos inmundas, es decir, sin lavar.
Y enseguida miraron en derredor, pero ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.
Cuando regresaron adonde estaban los otros discípulos, vieron una gran multitud que los rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos.
Por la mañana, cuando pasaban, vieron la higuera seca desde las raíces.