'Alguno' en la Biblia
En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
Si he visto a alguno perecer por falta de ropa, o al menesteroso sin abrigo;
No haré ahora acepción de personas, ni usaré con hombre alguno de títulos lisonjeros.
Cuando alguno lo alcanzare, ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete durará.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
No temas cuando se enriquece alguno, cuando aumenta la gloria de su casa;
Y los que allí nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos alguno de los cánticos de Sión.
No pleitees con alguno sin razón, si él no te ha hecho agravio.
Porque no duermen ellos, si no han hecho mal, y pierden su sueño, si no han hecho caer a alguno.
El que en integridad camina, será salvo; mas el de perversos caminos caerá en alguno.
No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo: y ésta fue mi parte de toda mi faena.
Y si alguno prevaleciere contra el uno, dos estarán contra él; y cordón de tres dobleces no presto se rompe.
Cuando alguno tomare a su hermano, de la familia de su padre, y le dijere: Tú tienes vestidura, tú serás nuestro príncipe, y estas ruinas estarán bajo tu mando;
Inquirid en el libro de Jehová, y leed si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó y los reunió su mismo Espíritu.
Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá.
Así dice Jehová: Como si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo desperdicies, porque bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo.
Dicen: Si alguno dejare su esposa, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, te has prostituido con muchos amantes; mas vuélvete a mí, dice Jehová.
Miré, y no había hombre alguno, y todas las aves del cielo se habían ido.
Por el estruendo de la gente de a caballo y de los arqueros huirá toda la ciudad; entrarán en las espesuras de los bosques y subirán a los peñascos; todas las ciudades serán abandonadas, y no quedará en ellas morador alguno.
Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, y sabed, y buscad en sus plazas si podéis hallar algún hombre, si hay alguno que haga juicio, que busque verdad; y yo la perdonaré.
¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?
Tómale, y mira por él, y no le hagas mal alguno; sino que harás con él como él te dijere.
Ahora, pues, así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ¿Por qué hacéis tan grande mal contra vuestras almas, para ser talados varón y mujer, y niño de pecho, de en medio de Judá, sin que os quede remanente alguno;
sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y fuimos saciados de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno.
Pero si el atalaya viere venir la espada, y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, tomare de él a alguno; por causa de su pecado fue tomado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya.
Así dice Jehová el Señor: Si el príncipe diere algún don de su heredad a alguno de sus hijos, será de ellos; posesión de ellos será por herencia.
Mas si de su heredad diere presente a alguno de sus siervos, será de él hasta el año del jubileo, y volverá al príncipe; mas su herencia será de sus hijos.
Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí; antes mi fuerza se me cambió en debilidad, sin retener vigor alguno.
No hará caso del Dios de sus padres, ni del amor de las mujeres: ni se cuidará de dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.
Y su tío tomará a cada uno, y le quemará para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Entonces dirá aquél: Calla que no podemos hacer mención del nombre de Jehová.
Si alguno que anda en el espíritu de falsedad mintiere, diciendo: Yo te profetizaré de vino y de sidra; este tal será profeta a este pueblo.
Mas acerca de ti mandará Jehová, que nunca más sea sembrado alguno de tu nombre; de la casa de tus dioses talaré escultura y estatua de fundición, la haré tu sepulcro; porque fuiste vil.
Si llevare alguno las carnes santificadas en el extremo de su vestidura, y con el extremo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: No.
Y será que cuando alguno profetizare todavía, su padre y su madre que lo engendraron le dirán: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que lo engendraron, lo traspasarán cuando profetizare.
Y toda olla en Jerusalén y en Judá será santificada a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrificaren, vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá más cananeo alguno en la casa de Jehová de los ejércitos en aquel tiempo.
Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Éste es el que fue sembrado junto al camino.
Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Y si alguno os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará.
diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su esposa, y levantará descendencia a su hermano.
Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.
¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor.
Entonces si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, o allí, no lo creáis.
Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas.
Y ellos respondieron: Juan el Bautista; y otros: Elías; y otros: Alguno de los profetas.
Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Entonces sentándose, llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.
y no consentía que nadie atravesase el templo llevando vaso alguno.
Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tuviereis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en el cielo os perdone a vosotros vuestras ofensas.
Maestro, Moisés nos escribió, que si el hermano de alguno muere, y deja esposa y no deja hijos, que su hermano tome su esposa y levante descendencia a su hermano.
Y entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, no le creáis; o: Mirad, allí está, no le creáis.
Y Jesús le reprendió, diciendo: Enmudece, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio, salió de él, y no le hizo daño alguno.
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame.
Cuando seas convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él,
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y esposa, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Él entonces dijo: No, padre Abraham; mas si alguno va a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo esposa, y él muriere sin hijos, que su hermano tome a su esposa, y levante simiente a su hermano.
No que alguno haya visto al Padre, sino Aquél que vino de Dios, Éste ha visto al Padre.
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
Si alguno quiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina, si es de Dios, o si yo hablo de mí mismo.
En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó su voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!
¿Acaso ha creído en Él alguno de los príncipes, o de los fariseos?
De cierto, de cierto os digo, si alguno guarda mi palabra, jamás verá muerte.
Esto dijeron sus padres porque tenían miedo de los judíos; porque los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Él era el Cristo, debía ser expulsado de la sinagoga.
Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios y hace su voluntad, a éste oye.
Desde el principio del mundo no fue oído que alguno abriese los ojos de uno que nació ciego.
Y los príncipes de los sacerdotes y los fariseos habían dado orden, que si alguno supiese dónde estaba, lo manifestase, para que le prendiesen.
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
Y si alguno oye mis palabras, y no cree, yo no le juzgo; porque no vine para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo.
Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, mis palabras guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
Si alguno no permanece en mí, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
Sin embargo para que no se divulgue más por el pueblo, amenacémosles, para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre.
tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos.
¿Puede alguno impedir el agua, para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?
Que si Demetrio y los artífices que están con él tienen pleito contra alguno, audiencias se hacen, y procónsules hay; acúsense unos a otros.
y no me hallaron en el templo disputando con alguno, ni alborotando al pueblo, ni en las sinagogas, ni en la ciudad;
A los cuales respondí: No es costumbre de los romanos entregar alguno a la muerte antes que el acusado tenga presentes a sus acusadores, y tenga oportunidad de defenderse de la acusación.
Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti.
Porque apenas morirá alguno por un justo; con todo pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.
Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca;
Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
Si la obra de alguno fuere quemada, sufrirá pérdida; si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree ser sabio en este mundo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.
Se oye por todas partes que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la esposa de su padre.
¿Osa alguno de vosotros, teniendo algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?
¿Es llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Es llamado alguno incircunciso? Que no se circuncide.
Pero si alguno considera que se va a comportar indecorosamente hacia su virgen y si ella está en la flor de la edad, y necesita así hacerlo, haga lo que quiera, no peca. Cásense.
Y si alguno piensa que sabe algo, aún no sabe nada como debe saber.
Pero si alguno ama a Dios, el tal es conocido de Él.
Porque si te ve alguno a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en el templo de los ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será incitada a comer de lo sacrificado a los ídolos?
Con todo, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.
Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa; para que no os reunáis para condenación. Y las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.