'Aquí' en la Biblia
- 1.Gé 1:29-Gé 41:41
- 2.Gé 42:2-Números 23:11
- 3.Números 23:15-Rut 4:4
- 4.1 Samuel 1:26-2 Samuel 15:26
- 5.2 Samuel 15:32-2 Reyes 8:7
- 6.2 Reyes 9:5-Job 24:5
- 7.Job 25:5-Isaías 25:9
- 8.Isaías 26:21-Jeremías 11:11
- 9.Jeremías 11:22-Jeremías 51:36
- 10.Jeremías 51:47-Ezequiel 37:19
- 11.Ezequiel 37:21-Malaquías 4:1
- 12.Malaquías 4:5-Lucas 2:9
- 13.Lucas 2:10-Hechos 10:21
- 14.Hechos 10:30-Apocalipsis 22:12
He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos.
He aquí, estas cosas son sólo parte de sus caminos: ¡Mas cuán poco hemos oído de Él! Pero el estruendo de su poder, ¿quién lo puede comprender?
He aquí que todos vosotros lo habéis visto: ¿Por qué, pues, os hacéis enteramente vanos?
Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia.
¡Quién me diera alguien que me oyese! He aquí mi deseo es que el Omnipotente me respondiese, y que mi adversario hubiese escrito un libro.
He aquí yo he esperado a vuestras razones, he escuchado vuestros argumentos, en tanto que buscabais palabras.
Os he prestado atención, y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job, y responda a sus razones.
He aquí yo abriré ahora mi boca, y mi lengua hablará en mi garganta.
Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho: Yo también del barro soy formado.
He aquí que Él buscó causas contra mí, y me tiene por su enemigo;
He aquí en esto no has hablado justamente: Yo te responderé que mayor es Dios que el hombre.
He aquí que Dios es poderoso, mas no desestima a nadie; es poderoso en fuerza y sabiduría.
He aquí que Dios es excelso en su poder; ¿Qué enseñador semejante a Él?
He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; ni se puede rastrear el número de sus años.
He aquí que sobre él extiende su luz, y cobija con ella las profundidades del mar.
y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y aquí parará la soberbia de tus olas?
¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y te dirán ellos: Henos aquí?
He aquí que yo soy vil, ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca.
He aquí ahora behemot, al cual yo hice contigo; hierba come como buey.
He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, y su vigor en el ombligo de su vientre.
He aquí que él bebe un río, y no se inmuta; y confía que puede pasarse el Jordán por su boca.
He aquí que la esperanza acerca de él será burlada; porque aun a su sola vista se desmayarán.
He aquí, el impío ha gestado iniquidad; concibió maldad, y dio a luz engaño.
Porque he aquí, los malos tensan el arco, preparan sus saetas sobre la cuerda, para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia;
Pues de aquí a poco no existirá el malo; y contemplarás sobre su lugar, y ya no estará.
pero pasó, y he aquí ya no estaba; lo busqué, y no fue hallado.
He aquí diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti: Ciertamente el hombre, aun en su mejor estado, es completa vanidad. (Selah)
Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí:
He predicado justicia en grande congregación; he aquí no he refrenado mis labios, Jehová, tú lo sabes.
He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo; y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; y se mantuvo en su maldad.
He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sostienen mi vida.
Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí poderosos, no por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová.
He aquí proferirán con su boca; espadas hay en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye?
Al que cabalga sobre los cielos de los cielos que son desde la antigüedad: He aquí dará su voz, poderosa voz.
Por eso su pueblo vuelve aquí, y aguas de abundancia son extraídas para ellos.
He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
Si yo hubiera dicho: Así hablaré; he aquí, habría traicionado la generación de tus hijos:
Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán: Tú cortarás a todo aquel que fornicando, se aparta de ti.
He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas, y arroyos salieron ondeando: ¿Podrá también dar pan? ¿Podrá proveer carne para su pueblo?
Porque he aquí que rugen tus enemigos; y tus aborrecedores han alzado cabeza.
Mencionaré a Rahab y a Babilonia entre los que me conocen. He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía: Éste nació allá.
Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová, porque he aquí, perecerán tus enemigos; serán disipados todos los obradores de iniquidad.
He aquí yo he anhelado tus mandamientos; vivifícame en tu justicia.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora; así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios; hasta que tenga misericordia de nosotros.
He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
He aquí que así será bendito el hombre que teme a Jehová.
He aquí, en Efrata oímos de ella; la hallamos en los campos del bosque.
Éste es mi lugar de reposo para siempre: Aquí habitaré, porque la he deseado.
Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Si subiere al cielo, allí estás tú; y si en el infierno hiciere mi lecho, he aquí allí tú estás.
Volveos a mi reprensión: He aquí yo os derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras.
Y he aquí, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astuta de corazón,
¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.
Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
Hablé yo con mi corazón, diciendo: He aquí yo me hallo engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia.
Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás del placer. Mas he aquí esto también era vanidad.
Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.
Y me volví yo, y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol; y he aquí las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador.
He aquí, pues, el bien que yo he visto: Que es bueno comer y beber, y gozarse uno del bien de todo su trabajo con que se afana debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le da; porque ésta es su porción.
He aquí, esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón.
He aquí, solamente esto he hallado; que Dios hizo al hombre recto, mas ellos buscaron muchas imaginaciones.
He aquí que tú eres hermosa, amada mía; he aquí que eres bella; tus ojos son como de paloma.
He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce; nuestro lecho también florido.
¡La voz de mi amado! He aquí él viene saltando sobre los montes, brincando sobre los collados.
Mi amado es semejante al corzo, o al cervatillo. Helo aquí, está tras nuestra pared, mirando por las ventanas, mostrándose por las rejas.
Porque he aquí ha pasado el invierno, ha cesado la lluvia y se ha ido;
He aquí es la litera de Salomón: Sesenta valientes la rodean, de los fuertes de Israel.
He aquí que tú eres hermosa, amada mía, he aquí que tú eres hermosa; tus ojos entre tus guedejas como de paloma; tus cabellos como rebaño de cabras, que se muestran desde el monte de Galaad.
Porque he aquí que el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá la provisión y el apoyo; toda provisión de pan y todo sustento de agua;
Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá su planta deliciosa. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor.
Y alzará pendón a naciones lejanas, y silbará al que está en el extremo de la tierra; y he aquí que vendrá pronto y velozmente.
Y bramarán sobre él en aquel día como bramido del mar; entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en los cielos se oscurecerá la luz.
Y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí una virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.
por tanto, he aquí que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y muchas, a saber, al rey de Asiria con todo su poder; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas;
He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová, por señales y prodigios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos que mora en el monte de Sión.
Y mirarán a la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y serán lanzados a las tinieblas.
Mas de aquí a muy poco tiempo, se acabará el furor y mi enojo, para destrucción de ellos.
He aquí el Señor Jehová de los ejércitos desgajará el ramaje con violencia; y los de grande altura serán cortados, y los altos serán humillados.
He aquí Dios es mi salvación; confiaré, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, el cual ha sido mi salvación.
He aquí el día de Jehová viene, cruel, y de saña y ardiente ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores.
He aquí que yo levanto contra ellos a los medos, que no se ocuparán de la plata, ni codiciarán oro.
Carga de Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será un montón de ruinas.
Al tiempo de la tarde he aquí turbación; y antes de la mañana ya no es. Ésta es la porción de los que nos despojan, y la suerte de los que nos saquean.
Carga de Egipto. He aquí, Jehová cabalga sobre una nube veloz, y entrará en Egipto. Los ídolos de Egipto se estremecerán ante su presencia, y el corazón de los egipcios desfallecerá dentro de ellos.
Y he aquí que viene carro de hombres, con un par de jinetes. Después habló, y dijo: ¡Ha caído, ha caído Babilonia! Y todas las imágenes de sus dioses quebró en tierra.
Porque así me ha dicho Jehová: De aquí a un año, semejante a años de jornalero, toda la gloria de Cedar será desecha;
Y he aquí gozo y alegría, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, diciendo: Comamos y bebamos, que mañana moriremos.
¿Qué tienes tú aquí, o a quién tienes tú aquí, que labraste aquí sepulcro para ti, como el que en lugar alto labra su sepultura, o el que esculpe para sí morada en una peña?
He aquí que Jehová te trasportará en duro cautiverio, y de cierto te cubrirá el rostro.
He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y dispersa sus moradores.
Y se dirá en aquel día: He aquí Éste es nuestro Dios, en Él hemos esperado, y Él nos salvará; Éste es Jehová; en Él hemos esperado, estaremos alegres y nos regocijaremos en su salvación.
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- 1.Gé 1:29-Gé 41:41
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- 4.1 Samuel 1:26-2 Samuel 15:26
- 5.2 Samuel 15:32-2 Reyes 8:7
- 6.2 Reyes 9:5-Job 24:5
- 7.Job 25:5-Isaías 25:9
- 8.Isaías 26:21-Jeremías 11:11
- 9.Jeremías 11:22-Jeremías 51:36
- 10.Jeremías 51:47-Ezequiel 37:19
- 11.Ezequiel 37:21-Malaquías 4:1
- 12.Malaquías 4:5-Lucas 2:9
- 13.Lucas 2:10-Hechos 10:21
- 14.Hechos 10:30-Apocalipsis 22:12