'Ciencia' en la Biblia
Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso á la vista, y bueno para comer: también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de ciencia del bien y del mal.
Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás.
Y lo he henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio,
Y lo ha henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio,
Dijo el que oyó los dichos de Jehová, Y el que sabe la ciencia del Altísimo, El que vió la visión del Omnipotente; Caído, mas abiertos los ojos:
Dame ahora sabiduría y ciencia, para salir y entrar delante de este pueblo: porque ¿quién podrá juzgar este tu pueblo tan grande?
Y dijo Dios á Salomón: Por cuanto esto fué en tu corazón, que no pediste riquezas, hacienda, ó gloria, ni el alma de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para juzgar mi pueblo, sobre el cual te he
Sabiduría y ciencia te es dada; y también te daré riquezas, hacienda, y gloria, cual nunca hubo en los reyes que han sido antes de ti, ni después de ti habrá tal.
En los viejos está la ciencia, Y en la larga edad la inteligencia.
¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia, Y mostraste bien sabiduría?
¿Quién es el que oscurece el consejo sin ciencia? Por tanto yo denunciaba lo que no entendía; Cosas que me eran ocultas, y que no las sabía.
El que castiga las gentes, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?
Tiemblan, y titubean como borrachos, Y toda su ciencia es perdida.
Más maravillosa es la ciencia que mi capacidad; Alta es, no puedo comprenderla.
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia?
Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere dulce á tu alma,
Con su ciencia se partieron los abismos, Y destilan el rocío los cielos.
Para que guardes consejo, Y tus labios conserven la ciencia.
Recibid mi enseñanza, y no plata; Y ciencia antes que el oro escogido.
Yo, la sabiduría, habito con la discreción, Y hallo la ciencia de los consejos.
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; Y la ciencia de los santos es inteligencia.
El hombre cuerdo encubre la ciencia: Mas el corazón de los necios publica la necedad.
Vete de delante del hombre necio, Porque en él no advertirás labios de ciencia.
La ciencia del cuerdo es entender su camino: Mas la indiscreción de los necios es engaño.
El corazón del entendido adquiere sabiduría; Y el oído de los sabios busca la ciencia.
El alma sin ciencia no es buena; Y el presuroso de pies peca.
Hiere al escarnecedor, y el simple se hará avisado; Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia.
Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio; Y cuando se amonestare al sabio, aprenderá ciencia.
Los ojos de Jehová miran por la ciencia; Mas él trastorna las cosas de los prevaricadores.
¿No te he escrito tres veces En consejos y ciencia,
Y con ciencia se henchirán las cámaras De todo bien preciado y agradable.
Yo ni aprendí sabiduría, Ni conozco la ciencia del Santo.
Hablé yo con mi corazón, diciendo: He aquí hállome yo engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalem; y mi corazón ha percibido muchedumbre de sabiduría y ciencia.
Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.
Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud, y que haya de dar su hacienda á hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.
Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría y ciencia y gozo, mas al pecador da trabajo, el que allegue y amontone, para que dé al que agrada á Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Buena es la ciencia con herencia; y más á los que ven el sol.
Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero: mas la sabiduría excede en que da vida á sus poseedores.
Todo lo que te viniere á la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría.
Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fortaleza; aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.
Por tanto mi pueblo fué llevado cautivo, porque no tuvo ciencia: y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed.
¿A quién se enseñará ciencia, ó á quién se hará entender doctrina? ¿A los quitados de la leche? ¿á los arrancados de los pechos?
Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y la fuerza de la salvación: el temor de Jehová será su tesoro.
¿A quién demandó consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, ó le enseñó ciencia, ó le mostró la senda de la prudencia?
Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y no más.
Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten de ciencia y de inteligencia.
Todo hombre se embrutece y le falta ciencia; avergüéncese de su vaciadizo todo fundidor: porque mentira es su obra de fundición, y no hay espíritu en ellos;
Todo hombre se ha infatuado y es sin ciencia: avergüénzase todo artífice de la escultura, porque mentira es su vaciadizo, que no tiene espíritu.
Muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, y de buen parecer, y enseñados en toda sabiduría, y sabios en ciencia, y de buen entendimiento, é idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los Caldeos.
Y á estos cuatro muchachos dióles Dios conocimiento é inteligencia en todas letras y ciencia: mas Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.
Y él es el que muda los tiempos y las oportunidades: quita reyes, y pone reyes: da la sabiduría á los sabios, y la ciencia á los entendidos:
En tu reino hay un varón, en el cual mora el espíritu de los dioses santos; y en los días de tu padre se halló en él luz é inteligencia y sabiduría, como ciencia de los dioses: al cual el rey Nabucodonosor, tu padre, el rey tu padre constituyó príncipe so
Por cuanto fué hallado en él mayor espíritu, y ciencia, y entendimiento, interpretando sueños, y declarando preguntas, y deshaciendo dudas, es á saber, en Daniel; al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese pues ahora á Daniel, y él mostrará la decl
Tú empero Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin: pasarán muchos, y multiplicaráse la ciencia.
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