'Dar' en la Biblia
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en el cielo dará buenas cosas a los que le pidan?
El árbol bueno no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Y aconteció que cuando Jesús terminó de dar comisión a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y predicar en las ciudades de ellos.
Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
Toma lo que es tuyo y vete; pero quiero dar a este postrero igual que a ti.
así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?
y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y convinieron con él por treinta piezas de plata.
Y ellas, saliendo aprisa del sepulcro, con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos.
Y mientras iban a dar las nuevas a sus discípulos, he aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.
Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos.
Y cuando oyó que era Jesús el Nazareno, comenzó a dar voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
Y viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que enseñas el camino de Dios en verdad: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?
para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para remisión de sus pecados,
para dar luz a los que habitan en tinieblas y sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz.
para ser empadronado con María su esposa, desposada con él, la cual estaba a punto de dar a luz.
El Espíritu del Señor está sobre mí: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón: Para predicar libertad a los cautivos: Y a los ciegos vista: Para poner en libertad a los quebrantados:
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
¿Pensáis que he venido a la tierra para dar paz? Os digo: No, sino disensión.
¿Nos es lícito dar tributo a César, o no?
Y comenzaron a acusarle, diciendo: Hemos hallado que Éste pervierte la nación; y que prohíbe dar tributo a César, diciendo que Él mismo es Cristo; un Rey.
Pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale!
Entonces Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos es lícito dar muerte a nadie;
Pilato entonces le dijo: ¿Acaso, eres tú rey? Jesús respondió: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
A Éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
Y él pensaba que sus hermanos entendían que Dios les había de dar libertad por su mano; pero ellos no lo habían entendido.
Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra los aguijones.
Porque estamos en peligro de ser acusados de sedición por esto de hoy, no habiendo ninguna causa por la cual podamos dar razón de este concurso.
Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
En todo os he enseñado que trabajando así, es necesario sobrellevar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra los aguijones.
Y temiendo dar en escollos, echaron cuatro anclas de la popa; y ansiaban que se hiciese de día.
que son israelitas, de los cuales es la adopción, y la gloria, y el pacto, y el dar de la ley, y el servicio a Dios y las promesas;
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve.
no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones,
y por mí, para que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio;
Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia comunicó conmigo en el asunto de dar y recibir, sino vosotros solos,
a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.
Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios,
Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo sobremanera, y el amor de cada uno de vosotros, abunda más y más de unos para con otros;
Mas nosotros debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, por la santificación del Espíritu y la fe en la verdad,
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta.
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es provechoso.
Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas; o la vid higos? Así ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
Y estando embarazada, clamaba con dolores de parto, y angustia por dar a luz.
Y su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
porque Dios ha puesto en sus corazones ejecutar su voluntad, y el ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que sean cumplidas las palabras de Dios.