'Fue' en la Biblia
Y Jessé engendró al rey David; y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías:
Y el nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que fue dicho por el Señor, por el profeta que dijo:
Y él despertando, tomó al niño y a su madre de noche, y se fue a Egipto;
y estuvo allá hasta la muerte de Herodes: para que se cumpliese lo que fue dicho por el Señor, por el profeta que dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
Entonces se cumplió lo que fue dicho por el Señor por el profeta Jeremías, que dijo:
Voz fue oída en Ramá, lamentación, lloro y gemido grande; Raquel que llora sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron.
Y oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, temió ir allá; mas amonestado por revelación Divino en sueños, se fue a las partes de Galilea.
Y vino, y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que había de ser llamado Nazareno.
Porque éste es aquel del cual fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Voz de uno que clama en el desierto; aparejad el camino del Señor, enderezad sus veredas.
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo:
Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare, será culpado del juicio.
Oísteis que fue dicho a los antiguos: No adulterarás.
También fue dicho: Cualquiera que repudiare a su mujer, déle carta de divorcio.
Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No te perjurarás; mas pagarás al Señor tus juramentos.
Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fue vestido así como uno de ellos.
y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, e hicieron ímpetu en aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.
Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego su lepra fue limpiada.
Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creiste te sea hecho. Y su criado fue sano en la misma hora.
para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: El tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
Y he aquí, fue hecho en el mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía.
Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Confía, hija, tu fe te ha librado. Y la mujer fue libre desde aquella hora.
Pero cuando la multitud fue echada fuera, entró, y la tomó de su mano, y se levantó la muchacha.
Y fue, que acabando Jesús de dar mandamientos a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y fue restituida sana como la otra.
Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo, y le sanó; de tal manera, que el ciego y mudo hablaba y veía.
Oyendo cualquiera la Palabra del Reino, y no entendiéndola, viene el Malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón; éste es el que fue sembrado junto al camino.
Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo.
Y el que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la Palabra; pero la congoja de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la Palabra, y se hace infructuosa.
Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la Palabra, y el que lleva el fruto; y produce uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta por uno .
mas durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: Abriré en parábolas mi boca; Rebosaré cosas escondidas desde la fundación del mundo.
que hallando una preciosa perla, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
Y fue traída su cabeza en un plato y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre.
Y cuando fue la tarde del día, se llegaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y el tiempo es ya pasado; despide la multitud, para que se vayan por las aldeas, y compren para sí de comer.
Mas a la cuarta vela de la noche, Jesús fue a ellos andando sobre el mar.
Y saliendo Jesús de allí, se fue a las partes de Tiro y de Sidón.
Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres. Y fue sana su hija desde aquella hora.
La generación mala y adúltera demanda señal; mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. Y dejándolos, se fue.
Y Jesús le reprendió, y salió el demonio de él; y el niño fue sano desde aquella hora.
Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
Mas él no quiso; sino fue, y le echó en la cárcel hasta que pagase la deuda.
Les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero desde el principio no fue así.
Y habiendo puesto sobre ellos las manos se fue de allí.
Y oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Y cuando fue la tarde del día, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros.
Y todo esto fue hecho, para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo:
Y respondiendo él, dijo: No quiero; mas después, arrepentido, fue.
Y llegando al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo voy señor. Y no fue.
Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña; y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la dio a renta a labradores, y se fue lejos.
Les dijo Jesús: ¿Nunca leisteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, esta fue hecha por cabeza de esquina? Por el Señor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos.
Por tanto, cuando viereis la abominación de asolamiento, que fue dicha por Daniel profeta, que estará en el lugar santo, (el que lee, entienda),
porque habrá entonces gran tribulación, cual no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni será.
Y a la medianoche fue hecho un clamor: He aquí, el esposo viene; salid a recibirle.
Y a éste dio cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno; a cada uno conforme a su facultad; y luego se fue lejos.
Mas el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los príncipes de los sacerdotes,
Y como fue la tarde del día, se sentó a la mesa con los doce.
Otra vez fue, segunda vez, y oró diciendo: Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.
Y dejándolos se fue de nuevo, y oró tercera vez, diciendo las mismas palabras.
Y arrojando las piezas de plata al Templo, salió y fue y se ahorcó.
Por lo cual fue llamado aquel campo, Acéldema: Campo de sangre , hasta el día de hoy.
Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fue apreciado por los hijos de Israel;
Y después que le hubieron colgado del madero, repartieron sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.
y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y revuelta una grande piedra a la puerta del sepulcro, se fue.
Y he aquí, fue hecho un gran terremoto; porque el ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra del sepulcro , y estaba sentado sobre ella.
Y respondiendo el ángel, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue colgado en un madero.
No está aquí; porque ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.
Y ellos, tomando el dinero, hicieron como estaban instruidos: y este dicho fue divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.
Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.
Mas después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea, predicando el Evangelio del Reino de Dios,
Y cuando fue la tarde, cuando el sol se puso, traían a él todos los que tenían mal, y endemoniados;
Levantándose muy de mañana, aún muy de noche, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Y así que hubo él hablado, la lepra se fue luego de aquel, y fue limpio.
Y mirándolos alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de sus corazones, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió; y su mano fue restituida sana como la otra.
Y éstos son los de junto al camino; en los que la Palabra es sembrada; mas después que la oyeron, luego viene Satanás, y quita la Palabra que fue sembrada en sus corazones.
Y les dijo aquel día cuando fue tarde: Pasemos al otro lado.
Y levantándose, increpó al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y fue hecha grande bonanza.
Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho con él; y todos se maravillaban.
Y fue con él, y le seguía gran multitud, y le apretaban.
el cual fue, y le degolló en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato, y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre.
Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar.
Y levantándose de allí, se fue a los términos de Tiro y de Sidón; y entrando en casa, quiso que nadie lo supiese; mas no pudo ser escondido.
Cuando fue a su casa, halló que el demonio había salido, y a la hija echada sobre la cama.
Luego fueron abiertos sus oídos, y fue desatada la ligadura de su lengua, y hablaba bien.
Y dejándolos, volvió a entrar en el barco, y se fue a la otra ribera.
Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirase; y fue sano, y vio de lejos y claramente a todos.
Y seis días después tomó Jesús a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y los sacó aparte solos a un monte alto; y fue transfigurado delante de ellos.
Mas él, entristecido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Y entró el Señor en Jerusalén, y en el Templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, y siendo ya tarde, se fue a Betania con los doce.
Y comenzó a hablarles por parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y cavó un lagar, y edificó una torre, y la arrendó a labradores, y se fue lejos.
Pero cuando viereis la abominación de asolamiento, (que fue dicha por el profeta Daniel,) que estará donde no debe, el que lee, entienda, entonces los que estuvieren en Judea huyan a los montes;
Porque aquellos días serán de aflicción, cual nunca fue desde el principio de la creación de las cosas que creó Dios, hasta este tiempo, ni será.
Y se cumplió la Escritura, que dice: Y con los inicuos fue contado.