'Les' en la Biblia
- 1.Gé 1:28-Éx 32:24
- 2.Éx 32:27-Josué 5:1
- 3.Josué 5:6-2 Samuel 20:3
- 4.2 Samuel 20:8-2 Crónicas 24:19
- 5.2 Crónicas 24:20-Salmos 104:27
- 6.Salmos 104:28-Jeremías 32:22
- 7.Jeremías 32:23-Jonás 3:7
- 8.Jonás 3:10-Mateo 22:20
- 9.Mateo 22:21-Marcos 10:36
- 10.Marcos 10:38-Lucas 15:12
- 11.Lucas 16:15-Juan 8:39
- 12.Juan 8:42-Hechos 12:21
- 13.Hechos 13:8-Apocalipsis 20:4
Ellos le dicen: De César. Y les dijo: Pagad pues a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y la potencia de Dios.
Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó,
El les dice: ¿Pues cómo David en Espíritu le llama Señor, diciendo:
Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra, que no sea destruida.
Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su familia para que les dé alimento a tiempo?
Porque es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis.
Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos pequeñitos, tampoco a mí lo hicisteis.
Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué dais pena a esta mujer? Pues ha hecho conmigo buena obra.
y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata.
Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y aderezaron la Pascua.
Y tomando el vaso, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos;
Entonces Jesús les dice: Todos vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al Pastor, y las ovejas de la manada serán dispersas.
Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Entonces vino a sus discípulos y les dice: Dormid ya, y descansad; he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquel es; prendedle.
Y juntos ellos, les dijo Pilato: ¿Cuál queréis que os suelte? ¿A Barrabás o a Jesús que se dice Cristo?
Y respondiendo el gobernador les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: a Barrabás.
Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo? Le dicen todos: Sea colgado en un madero.
Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea colgado en un madero.
Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser colgado en un madero.
Y Pilato les dijo: Tenéis la guardia: id, aseguradlo como sabéis.
he aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Halláis gozo. Y ellas se llegaron y abrazaron sus pies, y le adoraron.
Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.
Mas los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene potestad, y no como los escribas.
Entonces llegando él, la tomó de su mano y la levantó; y luego la dejó la fiebre, y les servía.
Y les dice: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.
Y luego se juntaron a él muchos, que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la Palabra.
Y conociendo luego Jesús en su Espíritu que pensaban esto dentro de sí, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones?
Y volvió a salir al mar, y toda la multitud venía a él, y les enseñaba.
Y oyéndolo Jesús, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que tienen mal. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a enmienda.
Y Jesús les dice: ¿Pueden ayunar los que están de bodas, cuando el Esposo está con ellos? Entre tanto que tienen consigo al Esposo, no pueden ayunar.
Mas vendrán días, cuando el Esposo les será quitado de ellos; y entonces, en aquellos días ayunarán.
Y él les dijo: ¿Nunca leisteis qué hizo David cuando tuvo necesidad, y tuvo hambre, él y los que estaban con él;
También les dijo: El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado.
Y les dice: ¿Es lícito hacer bien en sábados, o hacer mal? ¿Salvar la persona, o matarla? Mas ellos callaban.
Mas él les reñía mucho que no lo manifestaran.
Y llamándolos, les dijo en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?
Y él les respondió, diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos?
Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina:
Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del Reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas;
para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.
Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?
También les dijo: ¿Viene la lámpara para ser puesta debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No viene para ser puesta en el candelero?
Les dijo también: Mirad lo que oís: con la medida que medís, os medirán otros, y será añadido a vosotros los que oís.
Y con muchas parábolas como éstas les hablaba la Palabra, conforme a lo que podían oír.
Sin parábola no les hablaba; pero a sus discípulos en particular declaraba todo.
Y les dijo aquel día cuando fue tarde: Pasemos al otro lado.
Y les contaron los que lo habían visto, cómo había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los puercos.
Y entrando, les dice: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La muchacha no está muerta, sino duerme.
Mas él les mandó mucho que nadie lo supiera, y dijo que le dieran de comer.
Pero Jesús les decía: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa.
Y llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio potestad sobre los espíritus inmundos.
Y les mandó que no llevaran nada para el camino, sino solamente báculo; ni alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa;
Y les decía: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí.
Y él les dijo: Venid vosotros aparte al lugar desierto, y reposad un poco. Porque había muchos que iban y venían, que aun no tenían lugar de comer.
Y saliendo Jesús vio gran multitud, y tuvo misericordia de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y les comenzó a enseñar muchas cosas.
Respondiendo él, les dijo: Dadles de comer vosotros. Y le dijeron: ¿Qué vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?
El les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Id, y vedlo. Y sabiéndolo, dijeron: Cinco, y dos peces.
Y les mandó que hicieran recostar a todos por partidas sobre la hierba verde.
Y los vio fatigados remando, porque el viento les era contrario; y cerca de la cuarta vigilia de la noche, vino a ellos andando sobre el mar, y quería precederlos.
porque todos le veían, y se turbaron. Mas luego habló con ellos, y les dijo: Alentaos; YO SOY, no temáis.
Y dondequiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban eran salvos.
Y respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo con los labios me honra, mas su corazón lejos está de mí.
Les decía también: Bien; invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
Y llamando a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended.
Y les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar?
Y les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban.
En aquellos días, como otra vez hubo gran multitud, y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo:
Y les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete.
Y les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes.
Y como Jesús lo entendió, les dice: ¿Qué altercáis, porque no tenéis pan? ¿No consideráis ni entendéis? ¿Aún tenéis ciego vuestro corazón?
Entonces él les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y respondiendo Pedro, le dice: ¡Tú eres el Cristo!
Y les mandó que no hablaran esto de él a ninguno.
Y llamando a la multitud con sus discípulos, les dijo: Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su madero, y sígame.
También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el Reino de Dios que viene con potencia.
Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús.
Y vino una nube que les hizo sombra, y una voz de la nube, que decía: Este es mi Hijo amado: A EL OID.
Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijeran lo que habían visto, sino cuando el Hijo del hombre hubiera resucitado de los muertos.
Y respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad, vendrá primero y restituirá todas las cosas; y como está escrito del Hijo del hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada.
Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
Porque iba enseñando a sus discípulos, y les decía: El Hijo del hombre es entregado en manos de hombres, y le matarán; mas muerto él, resucitará al tercer día.
Y llegó a Capernaum; y así que estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino?
Entonces sentándose, llamó a los doce, y les dice: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.
Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dice:
Y partiendo de allí, vino a los términos de Judea y tras el Jordán; y volvió la multitud a juntarse a él; y les volvió a enseñar como acostumbraba.
Mas él respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés?
Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento;
Y les dice: Cualquiera que repudiare a su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella;
Y viéndolo Jesús, se enojó, y les dijo: Dejad los niños venir, y no se lo estorbéis; porque de los tales es el Reino de Dios.
Y los discípulos se espantaron de sus palabras; mas Jesús respondiendo, les volvió a decir: ¡Hijos, cuán difícil es entrar en el Reino de Dios, los que confían en las riquezas!
Y estaban en el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante de ellos, y se espantaban, y le seguían con miedo; entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:
Y él les dijo: ¿Qué queréis que os haga?
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- 1.Gé 1:28-Éx 32:24
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- 3.Josué 5:6-2 Samuel 20:3
- 4.2 Samuel 20:8-2 Crónicas 24:19
- 5.2 Crónicas 24:20-Salmos 104:27
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- 10.Marcos 10:38-Lucas 15:12
- 11.Lucas 16:15-Juan 8:39
- 12.Juan 8:42-Hechos 12:21
- 13.Hechos 13:8-Apocalipsis 20:4